Muchos correran de aui para alla

Daniel 12:4

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará.


“Hay muchos hijos del Señor que andan corriendo de aquí para allá buscando una ancla estable y un canal seguro. Será tu responsabilidad y tu misión alumbrarles el camino a estas personas.” (P.M.B)

Wednesday, October 2, 2013

Pero levántate y ponte sobre tus pies; porque para esto me he aparecido a ti, para ponerte como ministro y testigo





Sión y Jerusalén, Octubre 2 del 2013

Pero levántate y ponte sobre tus pies; porque para esto me he aparecido a ti, para ponerte como ministro y testigo de las cosas que has visto y de aquellas en que me apareceré a ti,

Hechos 26:16

 
HE aquí, yo os revelaré el sacerdocio, por conducto de Elías el profeta, antes de la venida del grande y terrible día del Señor.

(Doctrina y Convenios | Sección 2:1)


Una de las misiones y responsabilidades de la casa de José mediante sus dos hijos, Efraín y Manases, es ser una bendición para toda la familia humana a semejanza de Abraham, Isaac y Jacob, sus padres. 

Ser una bendición principalmente los de su propia casa, es decir las doce tribus de la casa de Israel,  porque la cariad empieza en el hogar.  Y esto consiste en administrarles la verdad, el evangelio eterno y los principios y  las ordeñazas de salvación y donde y de quien buscarlas para que alcancen su mayor potencial y estén preparados en todas las cosas para compadecer ante Dios.  Pero como dicen las escrituras, brilla una luz en las nieblas y las tinieblas no la comprenden.  Pero a los que escuchen el mensaje y despierten, se levanten del polvo y se sacudan les amanecerá porque les aparecerá el hijo de justicia y salvación con sanidad en sus alas; si para todos los que temen y piensan en su nombre y cuando esto suceda, saltareis de alegria como terneros o corderos en el establo.  Porque así esta escrito:




Pero he aquí, habrá entre ellos guerras y rumores de guerras; y cuando llegue el día en que el Unigénito del Padre, sí, el Padre del cielo y de la tierra, se manifieste él mismo a ellos en la carne, he aquí, lo rechazarán por causa de sus iniquidades, y la dureza de sus corazones, y lo duro de su cerviz. He aquí, lo crucificarán; y después de ser puesto en un sepulcro por el espacio de tres días, se levantará de entre los muertos, con salvación en sus alas; y todos los que crean en su nombre serán salvos en el reino de Dios. Por tanto, mi alma se deleita en profetizar concerniente a él, porque he visto su día, y mi corazón magnifica su santo nombre.

(Libro de Mormón | 2 Nefi 25:12 - 13)

Pero para vosotros que teméis mi nombre, surgirá el Hijo de Justicia, con salvación en sus alas; y saldréis, y os criaréis como terneros en el establo.

(Libro de Mormón | 3 Nefi 25:2)





Hay algunas cosas en la vida que pesan más que un matrimonio mal llevado y esas cosa es la separación y  la soledad existencial.  Por lo cual, para evitar sentirnos como árboles que no tienen ni raíz ni rama, no es nada extraño ver en nuestro mundo como la familia humana, en su estado natural,  cumple en cierta forma con la medida de su creación siguiendo el patrón de la organización de la vida que nos indica y nos enseña tan evidentemente que todos los organismos vivientes:  nacen, crecen, se reproducen y mueren.  Yo no soy un intelectual, pero soy presto para observar algunas cosas y puedo reconocer ciertos patrones en derredor de la circunferencia de mi propia vida.

Me interne a escribir este día sobre cosas muy importantes para todos mientras miraba los perfiles de algunas personas en facebook.  Miraba como se enorgullecen los hijos de los hombres en postear fotos alegres y pintorescas de si mismos, o de sus hechos, de sus amigos y mas particularmente de sus familiares grandes y pequeños y otros seres queridos. El esfuerzo que hacemos en tratar de sobresalir o dejar una marca en las huellas del tiempo y de fomentar vínculos amistosos o filiales es verdaderamente espectacular.  Se ve amigos sonrreir con amigos; y madres compartiendo con todos las tiernas caras de sus hijos y hasta de si mismos.  





Y mientras miraba tales cosas pensé en la importancia de la familia o la raíz de nuestra sociedad.  Y no es la primera vez que bosquejo la gran inversión de la vida en que los hombres y las mujeres, legal y legítimamente casados, y otros que simplemente se han ajuntado,  se involucran para no querer estar solos, pese a lo difícil o sencillo, se han involucrado para aventurarse a cumplir con la medida de su creación en su esfera correspondiente.    

Tantas son las cosas buenas y malas, grandes y pequeñas,  complejas, compuestas o triviales y sencillas, los sacrificios e inversiones de felicidad, salud, dolor, persar, angustia, sangre y tesoro que pasan en toda una vida familiar para que todo termine cuando llega la muerte.  La inversión es sumamente grande y no me parece justo que todo quede en la nada cuando llegue la muerte sin que sepamos como escapar.  Y esta es la realidad que  usted y yo vivimos en el mundo asi la aceptemos o no. Y muchos no saben que pasa mas allá de la muerte y si se encontraran con sus seres queridos u odiados mas allá del camino de la tumba.  En el mundo hay muchas opiniones en contradicción y conjeturas al respecto.  Pero las escrituras y el evangelio eterno de Jesucristo nos muestran la verdad con absoluta certeza. 



Sabemos que la muerte solo es la puerta a la eternidad, sabemos que por el sacrificio de Jesucristo en el calvario todos tarde o temprano resucitaremos.  Pero nosotros por nosotros mismos, en la mayoria de los casos, no sabemos a ciencia cierta si seremos dignos de vivir con Dios o en algún otro lugar.  Y  si tendremos la compañía de nuestros seres queridos o viviremos en soledad para siempre jamás.  Las escrituras nos indican que la obra y la gloria de Dios son alcanzar la inmortalidad y la vida eterna del hombre.  Para los que no están iniciados en la verdad del evangelio, quisiera decirles que la inmortalidad y la vida eterna no son la misma cosa. La inmortalidad es simplemente vivir para siempre o resucitar de entre los muertos con un destino final indefinido; y la vida eterna es vivir para siempre en la viva y fulgente presencia de Dios con todos nuestros seres queridos de eternidad en eternidad. 




Cuando El gran Jehová y Miguel  desde la primera hasta la sexta ocasión crearon la tierra y los cielos y todo lo que en ellos hay bajo la dirección de Elohim, el Padre, vieron que todas las cosas que habían sido creadas cumplían con la medida de su creación en sus esferas respectivas; y que eran muy obedientes o como dice la escritura, vio dios que era bueno.   Porque a las creaciones vivientes se les mando fructificar y henchir la tierra y obedecieron.   Porque vio y dijo Dios que todo estaba bueno? Que quiere decir este lenguaje?  Leamos lo que dicen las escrituras:

Y creó Dios las grandes ballenas y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.

Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana el día quinto.

Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, y ganado según su especie, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

Y dijo Dios:  Hagamos al  hombre a nuestra  imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra. 

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y  hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo Dios:  Fructificad y multiplicaos; y  henchid la tierra y sojuzgadla; y tened dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra.


Genesis  1: 20-28



Y los Dioses dijeron: Haremos todo lo que hemos dicho y los organizaremos; y he aquí, serán muy obedientes. Y sucedió que de la tarde a la mañana llamaron noche; y sucedió que de la mañana a la tarde llamaron día; y contaron la sexta ocasión.


Todo lo bueno viene de Dios porque de el procede y del diablo nada bueno procede porque el es el padre de las mentiras y quiere que todos los hombres, y tambien las mujeres, y de ser posiblo todas las creaciones de Dios sean tan miserables como el.  Las cosas que son buenas, mis amados hermanos y hermanas, son todas aquellas cosas, seres y  enseres que sostienen la vida y tienen la libertad, habilidad, capacidad y el potencial de perpetuar su simiente o las semillas para siempre jamás en busca de la felicidad.   En otras palabras esto es la vida eterna. Que ten conoscan a ti, Oh Dios, Padre eterno, y tu hijo amado Jesucristo, en quien te complaces; en quien has glorificado tu nombre.  



Y cualquier cosa que aborte, impida u obstaculice permanentemente este proceso no es buena.   Por ejemplo, tenemos muchas especies de animales en la flora y en la fauna que han existido desde el principio o desde que fueron organizadas o creadas por Dios.  En contraste a su naturaleza, según la limitada sabiduría del hombre, sabemos que la mezcla entre una yegua y un asno o un caballo y una burra resultan en un macho o en una mula.  Estas dos cosas existen porque las vemos, pero no son buenas, porque no se pueden procrear ni multiplicarse por si mismas.  Estas criaturas nacen estériles, malditas o con la habilidad pero sin la capacidad o potencial de procrearse.  Son seres infinitamente solitarios en un mundo variado que viven, y mueren para siempre, en una sola generación como si tuvieran una maldición.   Esta es la misma tristeza y destino de todos los homosexuales que no se arrepientan, porque pervierten no solo el plan de Dios sino su propia naturaleza. Porque existe algo en esa mezcla de simientes que los fija o los limita y no les permite la debida procreación.  Y así como este hay muchos otros ejemplos más. Pero no me quiero extender demasiado en este tema. Solo lo comente para establecer el hecho de que este terrible hecho nos podría pasar a todos nosotros como seres humanos después de la muerte si no atendemos el llamado de Dios a venir a el y ser salvos segun su plan de salvacion, de redencion o de felicidad. 





En el cielo existen Dioses, Anglés y Espíritus en diferentes estados.  Los que no son Dioses son Ángeles, y los que no son Anglés son espíritus.  Nosotros tambien estamos en el esquema eterno. POR AHORA, nos encotramos en nuestro segundo estado, somos almas vivientes, poco menos que los Ángeles. La unión del cuerpo y el espíritu forman el alma. En otras palabras, en nosotros hay un espíritu enchaquetado en un tabernáculo de barro o de carne y huesos.  A la separación temporal del cuerpo y el espíritu se le llama muerte.  Y a la separación de Dios y el hombre se le llama muerte espiritual. Y estos son los obstáculos que nos impiden estar en la presencia de Dios por causa de la caída y el pecado.  La caída de Adán trajo la muerte a todos los hombres. Y el pecado la separación de Dios y el hombre.  Cristo sufrió y murió en la cruz, en el calvario para vencer la primera muerta y para que todos resucitáramos.  Pero el sufrió y se angustio sobremanera con un dolor que le hizo sudar grandes gotas de sangre en el jardín de Getsemani para pagar por los pecados y así satisfacer las demandas de la justicia de todos los que se arrepientan y por ningún otro. 



Por lo cual podemos ver claramente el poder de la divinidad de Dios, porque Con la muerte de su  hijo en la cruz, nos dio la inmortalidad que es un don gratuito para todos.  Pero con el sufrimiento en el jardín fe Getsemani, pago nuestras deudas impgabales del pacado para que por medio de la fe, el arrepentimiento, el bautismo, y el don del espiritu santo y las otras ordenanzas del evangelio, y la perseverancia que es la fidelidad en todas las cosas hasta el fin, nosotros podamos obtener la vida eterna.  Para que después de haber hecho todo cuanto este a nuestro alcance, seamos salvos en su reino por su gracia y su misericordia. Y es por eso que se nos manda a labrar nuestra propia salvación todos los días de nuestra vida con temor y temblor. Y para este propósito se nos dio el plan de redención, que también se le conoce como el pande de misericordia, y el plan de felicidad.  Y se nos presento a todos nosotros al principio, si,  aun antes de que el mundo fuese, si antes de nacer. Y de esto esta escrito:






Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.



Por tanto, la redención viene en el Santo Mesías y por medio de él, porque él es lleno de gracia y de verdad. He aquí, él se ofrece a sí mismo en sacrificio por el pecado, para satisfacer las demandas de la ley, por todos los de corazón quebrantado y de espíritu contrito; y por nadie más se pueden satisfacer las demandas de la ley.

(Libro de Mormón | 2 Nefi 2:6 - 7)



Y no habría medio de redimir al hombre de este estado caído, que él mismo se había ocasionado por motivo de su propia desobediencia; por tanto, según la justicia, el plan de redención no podía realizarse sino de acuerdo con las condiciones del arrepentimiento del hombre en este estado probatorio, sí, este estado preparatorio; porque a menos que fuera por estas condiciones, la misericordia no podría surtir efecto, salvo que destruyese la obra de la justicia. Pero la obra de la justicia no podía ser destruida; de ser así, Dios dejaría de ser Dios.

Y así vemos que toda la humanidad se hallaba caída, y que estaba en manos de la justicia; sí, la justicia de Dios que los sometía para siempre a estar separados de su presencia.

Ahora bien, no se podría realizar el plan de la misericordia salvo que se efectuase una expiación; por tanto, Dios mismo expía los pecados del mundo, para realizar el plan de la misericordia, para apaciguar las demandas de la justicia, para que Dios sea un Dios perfecto, justo y misericordioso también.

Mas el arrepentimiento no podía llegar a los hombres a menos que se fijara un castigo, igualmente eterno como la vida del alma, opuesto al plan de la felicidad, tan eterno también como la vida del alma.

Y ¿cómo podría el hombre arrepentirse, a menos que pecara? ¿cómo podría pecar, si no hubiese ley? y ¿cómo podría haber una ley sin que hubiese un castigo?

Mas se fijó un castigo, y se dio una ley justa, la cual trajo el remordimiento de conciencia al hombre. Ahora bien, de no haberse dado una ley de que el hombre que asesina debe morir, ¿tendría miedo de morir si matase?

Y también, si no hubiese ninguna ley contra el pecado, los hombres no tendrían miedo de pecar. Y si no se hubiese dado ninguna ley, ¿qué podría hacer la justicia si los hombres pecasen? ¿o la misericordia? Pues no tendrían derecho a reclamar al hombre.

Mas se ha dado una ley, y se ha fijado un castigo, y se ha concedido un arrepentimiento, el cual la misericordia reclama; de otro modo, la justicia reclama al ser humano y ejecuta la ley, y la ley impone el castigo; pues de no ser así, las obras de la justicia serían destruidas, y Dios dejaría de ser Dios.
Mas Dios no cesa de ser Dios, y la misericordia reclama al que se arrepiente; y la misericordia viene a causa de la expiación; y la expiación lleva a efecto la resurrección de los muertos; y la resurrección de los muertos lleva a los hombres de regreso a la presencia de Dios; y así son restaurados a su presencia, para ser juzgados según sus obras, de acuerdo con la ley y la justicia.

Pues he aquí, la justicia ejerce todos sus derechos, y también la misericordia reclama cuanto le pertenece; y así, nadie se salva sino los que verdaderamente se arrepienten.

¿Qué, supones tú que la misericordia puede robar a la justicia? Te digo que no, ni un ápice. Si fuera así, Dios dejaría de ser Dios. Y de este modo realiza Dios sus grandes y eternos propósitos, que fueron preparados desde la fundación del mundo. Y así se realiza la salvación y la redención de los hombres, y también su destrucción y miseria.

Por tanto, oh hijo mío, el que quiera venir, puede venir a beber libremente de las aguas de la vida; y quien no quiera venir, no está obligado a venir; pero en el postrer día le será restaurado según sus hechos. Si ha deseado hacer lo malo, y no se ha arrepentido durante sus días, he aquí, lo malo le será devuelto, según la restauración de Dios.

Y ahora bien, hijo mío, quisiera que no dejaras que te perturbaran más estas cosas, y sólo deja que te preocupen tus pecados, con esa zozobra que te conducirá al arrepentimiento.

¡Oh hijo mío, quisiera que no negaras más la justicia de Dios! No trates de excusarte en lo más mínimo a causa de tus pecados, negando la justicia de Dios. Deja, más bien, que la justicia de Dios, y su misericordia y su longanimidad dominen por completo tu corazón; y permite que esto te humille hasta el polvo.

Y ahora bien, oh hijo mío, eres llamado por Dios para predicar la palabra a este pueblo. Ve, hijo mío; declara la palabra con verdad y con circunspección, para que lleves almas al arrepentimiento, a fin de que el gran plan de misericordia pueda reclamarlas. Y Dios te conceda según mis palabras. Amén.

(Libro de Mormón | Alma 42:12 - 31)




Todos los seres vivientes tanto exaltados, como los angelicales y espirituales, han tenido y estan teniendo todavia la oportunidad de crecer en algún lugar en el vasto e infinito universo hasta llegar a ser como Dios es.  Y esa es la razón por la cual todos nosotros, las almas vivientes,  estamos aquí esta tierra y existimos para crecer y llegar a ser como Dios porque el potencial, la habilidad y la capacidad esta en nosotros.  Muchos ya han pasado su estado de probación, pero nosotros todavía no.  Y lo temporal es a semejanza de lo espiritual.  Y así como nosotros los mortales tenemos un padre terrenal, también tenemos un padre Celestial que nos engendro espiritualmente.  Y el no es un novato en la creación porque el es Dios de eternidad en eternidad; y  esta tierra no es el primer ni el ultimo mundo que el ha creado.





Y en todas las edades del tiempo, desde que los dioses formaron esta tierra, se nos ha dado leyes y mandamientos para ayudarnos a progresar y ser como nuestro Padre Celestial es en toda forma que podamos comprender o no comprender.  Y ese es el propósito de nuestra existencia; a saber, la plenitud de gozo y la perfección en todas las cosas.  Todas aquellas almas vivientes de este mundo como ha sido en otros mundos, que no se sujeten a la voluntad de Dios, a saber, sus leyes, mandamientos, estatutos y juicios, quedara fijados en la eternidad y vivirán separada y solitariamente para siempre jamás.  Serán muy felices, y vivirán en su estado de salvación perpetuamente, pero como Ángeles ministrantes en algún otro lugar que no sea la constante presencia de Dios.  Porque no se sujetaron a la ley sempiterna de Dios mientras se les dio la oportunidad. Y por lo tanto serán siervos ministrantes de aquellos que alcanzaron un peso de Gloria mucho mayor.  Porque la casa de Dios es una casa de orden o de leyes y no de confusión. Y el nos ha dicho en estos últimos días que solo las cosas que son de EL y hechas por el o por su palabra permanecen. Por lo tanto, todos los contratos, vínculos, aspiraciones, expectativas, entre otras cosas,  que no se hagan por el poder sellador de Dios o por su palabra por aquellos que el ha escogido y designado a este poder, tendrán que desvanecerse cuándo llegue la muerte y no tendrán ninguna valides más allá de esta vida.  Y esa es una terrible realidad.





Porque Dios no puede aceptar de nuestras manos aquello que el no nos ha pedido o requerido de nosotros.   Y es por esto que en algunas iglesias cuado los hijos de los hombre se casan o se dan en casamiento se les dice hasta que la muerte los separe.  Y esto es porque estos sacerotes falsos o autoridades seculares competentes de algún estado saben que sus vínculos i comission terminan cuando llega la muerte.  Mas alla de eso, ni siquiera saben que hay o que es lo que pasara. Pero nosotros tenemos profetas videntes y reveladores que ven mas allá del ojo natural. Ellos se comunican con Dios y les es dada potestad de ver a través del velo el mundo de los espíritus y las glorias celestiales. Y es porque para nosotros los cielos están abiertos.  Y algunos de nosotros tenemos comunión con los muertos y los vemos, los sentimos o interactuamos con ellos en forma telestial. Y hay muchas cosas gloriosas, pero también hay muchas cosas que nos son correctas y existe mucha desunión o desfuncionalidad entre las familias. Hay muchas personas solas, separadas y desmamparadas al otro lado del velo.  Y están esperando que alguien los alumbre o les de conocimiento e instrucciones.  Y otros esperan con espanto los juicios de Dios que se cierne sobre ellos por sus obras malvadas mientras estuvieron el la tierra. En otras palabras; el mundo de los espíritus esta dividido en dos grandes partes, El paraíso y los espíritus encarcelados.  Y las escrituras no nos dejan en oscuras sobre estas cosas, pero hay pocos que tienen buena voluntad para buscar la verdad. 



Y esto que he dicho sobre el estado final de las almas, después de la resurrección y el gran juicio es una gran maldición porque como dice la escritura, no les dejara ni raíz ni rama. Todas estas personas serán salvas de la muerte porque resucitaran, pero no heredaran la vida eterna y no gozaran de la compañía de amistades, o de familiares de ningún tipo.  O no tendrán padres ni madres, ni hermanos ni hermanos, ni hijos ni hijas y si se encontraran y se comportaran como completos extraños. Porque mientras vivieron no se sujetaron a la ley de Dios, por cuanto son desechados.  Y se sentirían mas miserables en la presencia de Dios que en el lugar donde habrán de ser asignados.  Porque así escrito esta:

 
PORQUE he aquí, viene el día que arderá como un horno; y todos los soberbios, sí, y todos los que obran inicuamente serán rastrojo; y aquel día que viene los abrasará, dice el Señor de los Ejércitos, de modo que no les dejará ni raíz ni rama. Pero para vosotros que teméis mi nombre, surgirá el Hijo de Justicia, con salvación en sus alas; y saldréis, y os criaréis como terneros en el establo. Y hollaréis a los malvados; porque serán como cenizas bajo las plantas de vuestros pies el día en que yo haga esto, dice el Señor de los Ejércitos.

Recordad la ley de Moisés, mi siervo, la cual le decreté en Horeb para todo Israel, con los estatutos y juicios.

(Libro de Mormón | 3 Nefi 25:1 - 4)

 

Todos los convenios, contratos, vínculos, compromisos, juramentos, votos, prácticas, uniones, asociaciones o aspiraciones que no son hechos, ni concertados, ni sellados por el Santo Espíritu de la promesa, así por el tiempo como por toda la eternidad, mediante el que ha sido ungido, y eso también de la manera más santa, por revelación y mandamiento, por conducto de mi ungido, a quien he nombrado sobre la tierra para tener este poder (y he nombrado a mi siervo José para que tenga este poder en los últimos días, y nunca hay más de una persona a la vez sobre la tierra a quien se confieren este poder y las llaves de este sacerdocio), ninguna eficacia, virtud o fuerza tienen en la resurrección de los muertos, ni después; porque todo contrato que no se hace con este fin termina cuando mueren los hombres.

(Doctrina y Convenios | Sección 132:7)



Y todas las cosas que hay en el mundo, ya sean prescritas por los hombres, por tronos, o principados, o poderes, o cosas de renombre, cualesquiera que fueren, y que no sean de mí ni por mi palabra, serán derribadas, dice el Señor, y no permanecerán después que los hombres mueran, ni tampoco en la resurrección, ni después, dice el Señor tu Dios. Porque las cosas que permanecen son por mí; y lo que no sea por mí será sacudido y destruido. 

Por consiguiente, si un hombre se casa con una mujer en el mundo, y no se casa con ella ni por mí ni por mi palabra, y él hace convenio con ella mientras él esté en el mundo, y ella con él, ninguna validez tendrán su convenio y matrimonio cuando mueran y estén fuera del mundo; por tanto, no están ligados por ninguna ley cuando salen del mundo. Por tanto, cuando están fuera del mundo ni se casan ni se dan en casamiento, sino que son nombrados ángeles en el cielo, ángeles que son siervos ministrantes para ministrar a aquellos que son dignos de un peso de gloria mucho mayor, y predominante, y eterno.

Porque estos ángeles no se sujetaron a mi ley; por tanto, no pueden tener aumento, sino que permanecen separada y solitariamente, sin exaltación, en su estado de salvación, por toda la eternidad; y en adelante no son dioses, sino ángeles de Dios para siempre jamás.

(Doctrina y Convenios | Sección 132:13 - 17)



Pero bendito y glorificado sea Dios, que ha mandado a su mensajero.  Para evitar esta terrible maldición que habría de maldecir a todas las familias de la tierra.  Dios nos prometió que , antes de su día grande y terrible, El nos enviaría  a Elías el profeta, si el que fue llevado al cielo en un carro de fuego sin gustar la muerte. Esto para que por medio de su conducto, usted y yo obtuviéramos el poder del sacerdocio que liga o sella por el poder del sanot sacerdocio a las familias eternamente en una cadena eterna de generación en generación hasta Adán, nuestro primer padre.  Y también sellar nuestras, esposas y nuestros hijos eternamente a nosotrospara que permanescamos unidos perpetuamente.  Porque sin estas cosas no podremos ser salvos en el reino mas alto de Dios; ni tendríamos una plenitud de Gozo, porque permaneceríamos separada y solitariamente  para siempre o sin la compañía de aquellos con quienes nos asociamos filial o amistosamente en la tierra, durante nuestro periodo preparatorio. No importa cuantas creces hayamos invertido en esa vida o cuanto nos hayamos amado y sacrificado no podremos estar con ellos si no se hacer por la ley y el poder de Dios.  Si ejercitais la fe en Jesucristo, si or arrepenties de todos vuestros pecados, si os bautizais por agua para la remision de pecados. Si recibis el don del espiritu santo por la imposicion de manos y las demas ordenanzas necesarias del evangelio, en la Iglesia de Jesucristo, y no puede haber mas de una Iglesi averdader ay viviente, perververando en obediencia y fidelidad a lso mandamientos de Dios hasta el fin de nuestra vida, entoces, Dios ha prometido que obtendremos la vida eterna. Pero si no hacemos lo que el nos manda, ninguna promesa tenemos.  Porque el lo ha dicho: 



 Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo; mas cuando no hacéis lo que os digo, ninguna promesa tenéis.

(Doctrina y Convenios | Sección 82:10)


Por esto mis amados hermanos y hermanos era necesaria una restauración del evangelio eterno de Jesucristo y tambien de su Iglesia. Y Dios cumplió la promesa que le hizo a los santos fieles de la ntigüedad.  Elias y Elias el Profeta ya vinieron tanto en lso tiempos del minsterio de Cristo como en estos,  los ultimos dias.   Antes de eso no se sabia nada de estas cosas que les he estado hablando sino que el mundo yacía en completa oscuridad, porque como dice el profeta, oscuridad cubre la tierra y densa oscuridad las mentes de los hombres. Pero la luz del evangelio ha resplandecido nuevamente, y es por esto que nosotros lso misioneros y miembros de la Iglesia de Jesucristo, predicamos el evangelio de día y de noche como si no hubiera mañana, para que la fe aumente en la tierra y para que estas verdades se declaren sobre los tejados por los humildes y sencillos hasta los extremos de la tierra.    

Si, mis amados hermanos y hermanas, para que la tierra no sea maldecida y obtengamos nuevas de gran gozo para nosotros y para nuestra familias y para nuestros muertos que han pasado al otro lado del velo sin el conocimiento del evangelio y mucho menos el conocimiento de estas cosas.   Porque Dios prometió que en los ultimos dias nos habilitara para abrir sus celdas y traerlos a la luz de sus prisiones de oscuridad.   Porque asi lo ha dicho un gran profeta que me parece nos habla y nos inspira desde el polvo:



 Hermanos, ¿no hemos de seguir adelante en una causa tan grande? Avanzad, en vez de retroceder. ¡Valor, hermanos; e id adelante, adelante a la victoria! 

¡Regocíjense vuestros corazones y llenaos de alegría! ¡Prorrumpa la tierra en canto! ¡Alcen los muertos himnos de alabanza eterna al Rey Emanuel que, antes de existir el mundo, decretó lo que nos habilitaría para redimirlos de su prisión; porque los presos quedarán libres!
 
¡Griten de gozo las montañas, y todos vosotros, valles, clamad en voz alta; y todos vosotros, mares y tierra seca, proclamad las maravillas de vuestro Rey Eterno! ¡Ríos, arroyos y riachuelos, corred con alegría! ¡Alaben al Señor los bosques y todos los árboles del campo; y vosotras, rocas sólidas, llorad de gozo! ¡Canten en unión el sol, la luna y las estrellas del alba, y den voces de alegría todos los hijos de Dios! ¡Declaren para siempre jamás su nombre las creaciones eternas! Y otra vez digo: ¡Cuán gloriosa es la voz que oímos de los cielos, que proclama en nuestros oídos gloria, salvación, honra, inmortalidad y vida eterna; reinos, principados y potestades!

He aquí, está a punto de llegar el gran día del Señor; ¿y quién podrá soportar el día de su venida?, o ¿quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque es como fuego purificador y como jabón de lavadores; y se sentará como afinador y limpiador de la plata; porque purificará a los hijos de Leví, los depurará como a oro y como a plata, para que presenten al Señor una ofrenda en rectitud.
Ofrezcamos, pues, como iglesia y como pueblo, y como Santos de los Últimos Días, una ofrenda al Señor en rectitud; y presentemos en su santo templo, cuando quede terminado, un libro que contenga el registro de nuestros muertos, el cual sea digno de toda aceptación.

Hermanos, tengo muchas cosas que deciros referentes al tema; pero por ahora daré fin, y continuaré el asunto en alguna otra ocasión. Quedo de vosotros, como siempre, vuestro humilde siervo y constante amigo,

JOSÉ SMITH

(Doctrina y Convenios | Sección 128:22 - 25)


 
Y  para que todas las familias de la tierra sean bendecidas en el Señor, si a cuantos quieran venir y participar de la bondad de Dios antes de su venida en gloria.  Porque de cierto, de cierto os digo que en el cielo ni se casan ni se dan en casamiento. Y cuando el fuego arrebatador venga, el tiempo de preparación ya habrá terminado. Y los que no estén preparados para compadecer ante Dios serán como rastrojo quemado por el fuego que nos les dejara ni raíz ni rama porque el día será como un horno ardiendo por la majestuosa gloria de Dios y por el fulgente resplandor de su venida.  Y ellos no podran soportar su presencia. Porque escrito esta:

He aquí, yo os enviaré a Elías el profeta antes que venga el día grande y terrible del Señor; y él volverá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a sus padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con una maldición.

(Libro de Mormón | 3 Nefi 25:5 - 6)



Es mi gran ansiedad poder plantar una semilla de fe tocante a las bendiciones de vuestros padres en vuestro corazón. Es mi deseo daros un nombre o que recordéis vuestra propia identidad, si, todos vosotros.  Si para que acodandoos de ellos clameis a Dios con un corazon quebrantado y con un espiritu contrito y podáis reclamar digna y legitimemante en la iglesia de Jesucristo, todas las bendiciones y promesas que fueron dadas a nuestros padres de antaño, y que están en reserva para vosotros.  A saber, las grandes y maravillosas promesas que fueron dadas a  Abraham, Isaac y Jacob.  Porque El Dios de Israel les hizo grandes y maravillosas promesas y convenios eternos porque ellos serian los ministros portadores del Nombre de Dios y su Justicia a toda nación, tribu lengua y pueblo para la salvación y la exaltación de incontables almas; si hasta los extremos de la tierra.   Y hemos visto esto en el ministerio de los apóstoles originales de Jesucristo, mas particularmente del Apóstol Pablo, quien fue un aluz para los gentiles.  Y  ahora vemos la luz de Jose Smith Jr. Y su hermno Hyrum y todos sus compañeros resplandecer desde la cabeza de los montes hasta los extremos de la tierra.


El Santo de Israel también les dio tierras preciosas y escogidas de herencia a nuestros padres y a sus hijos fieles,; un gran nombre y una prominencia temporal y eterna para reinar y dirigir en la casa de Israel para siempre jamás.  Porque la obra y gloria de Dios es alcanzar la inmortalidad y la vida eterna del hombre. O como nos dice este mismo día un profeta, vidente y revelador  moderno de Jesucristo en su Iglesia, aun con manos levantadas,  en referencia a las experiencias de Moisés, que aunque nosotros somos nada o menos que el polvo comparados con la grandeza, majestad y gloria de Dios, nosotros somos todo para EL.  Porque el valor de las almas es grande a la vista de Dios y ustedes son importantes para EL


Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios; porque he aquí, el Señor vuestro Redentor padeció la muerte en la carne; por tanto, sufrió el dolor de todos los hombres, a fin de que todo hombre pudiese arrepentirse y venir a él.

(Doctrina y Convenios | Sección 18:10 - 11)


Ustedes son importantes para Él



Segundo Consejero de la Primera Presidencia

Pero a pesar de que el hombre no es nada, me llena de maravilla y asombro pensar que “el valor de las almas es grande a la vista de Dios”



Y sucedió que por el espacio de muchas horas Moisés no pudo recobrar su fuerza natural según el hombre, y se dijo a sí mismo: Por esta causa, ahora sé que el hombre no es nada, cosa que yo nunca me había imaginado.

(Perla de Gran Precio | Moisés 1:10)


Y así como dejará de existir una tierra con sus cielos, así aparecerá otra; y no tienen fin mis obras, ni tampoco mis palabras. Porque, he aquí, ésta es mi obra y mi gloria:  Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre.

(Perla de Gran Precio | Moisés 1:38 - 39)


Por lo tanto, nosotros no solo podemos aprender sobre esas bendiciones que se le dieron a nuestros Padres, a saber Abrahán, Isaac y Jacob en el Libro de Génesis sino que podemos reclamarlas para nosotros si sabemos donde ir a buscarlas. Ya os he alumbrado el camino. Y como dijo Josue,  el momento de elijir ha llegado.  Porque asi dicen las escrituras, escojed a quien querais servir. 



Porque así dicen las Escrituras: Escogeos hoy a quién sirváis.

(Libro de Mormón | Alma 30:8)

Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; per o yo y mi casa serviremos a Jehová.



Es mi propósito alumbrarles el camino a mis hermanos, oh casa de Israel y a todo gentil que quiera escuchar.  En las escrituras antiguos y las restauradas, encontramos que Abraham recibió grandes bendiciones por mano de Melquisedec, el rey de Salem o Jerusalén quien era el gran sumo sacerdote de la Iglesia en esos días a quien Abrahán pago Diezmo; y quien al ser llevado al cielo, dejo a nuestro Padre Abrahán la batuta de la iglesia en esos días y engrandecer el nombre de Dios. 



Entonces Melquisedec, rey de Salem, el cual era sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino, y le bendijo, diciendo, Bendito sea Abram del Dios Altísimo, bposeedor de los cielos y de la tierra;

Bereishith o Genesis  14: 18-19

Después de lo cual, sabemos que Abrahán, después de haber siso santificado y preparado en todas las cosas pudo hablar con Dios cara a cara, como  un hombre habla con otro tal como con Moisés después de el, y estos hombres pudieron soportar su presencia.  Y una de esas bendiciones fue esta:

Ahora bien, Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra, y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré; y haré de ti una  nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás una bendición. Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren  maldeciré; y serán benditas en ti todas las  familias de la tierra.

Bereishith  o Genesis 12:1-3

Lo que ustedes han leído arriba, es el registro que todos nosotros tenemos sobre Abraham escrito por Moisés, pero para tener un conocimiento mas exacto y amplio les ministrare las palabra de Abraham escritas por su propia mano según se encuentra registrado en el libro La Perla de gran Precio de la Iglesia de Jesucristo de Los Santos de Los Últimos Días donde el mismo Padre Abrahán nos dice:

Mas yo, Abraham, y Lot, el hijo de mi hermano, oramos al Señor, y el Señor se me apareció y me dijo: Levántate y toma a Lot contigo; porque me he propuesto sacarte de Harán y hacer de ti un ministro para llevar mi nombre en una tierra extraña que daré por posesión perpetua a los de tu descendencia después de ti, cuando escuchen mi voz.

Porque yo soy el Señor tu Dios; yo habito en el cielo; la tierra es el estrado de mis pies; extiendo mi mano sobre el mar, y obedece mi voz; hago que el viento y el fuego me sean por carro; a las montañas digo: Idos de aquí; y he aquí, se las lleva el torbellino en un instante, repentinamente. Jehová es mi nombre, y conozco el fin desde el principio; por lo tanto, te cubriré con mi mano. Y haré de ti una nación grande y te bendeciré sobremanera, y engrandeceré tu nombre entre todas las naciones, y serás una bendición para tu descendencia después de ti, para que en sus manos lleven este ministerio y sacerdocio a todas las naciones.  Y las bendeciré mediante tu nombre; pues cuantos reciban este evangelio serán llamados por tu nombre; y serán considerados tu descendencia, y se levantarán y te bendecirán como padre de ellos; y bendeciré a los que te bendijeren, y maldeciré a los que te maldijeren; y en ti (es decir, en tu sacerdocio) y en tu descendencia (es decir, tu sacerdocio), pues te prometo que en ti continuará este derecho, y en tu descendencia después de ti (es decir, la descendencia literal, o sea, la descendencia corporal) serán bendecidas todas las familias de la tierra, sí, con las bendiciones del evangelio, que son las bendiciones de salvación, sí, de vida eterna.

Y después que el Señor hubo cesado de hablarme, y retiró su faz de mí, dije en mi corazón: Tu siervo te buscó diligentemente; ahora te he hallado; enviaste a tu ángel para librarme de los dioses de Elkénah, y bien haré si escucho tu voz; permite, pues, que tu siervo se levante y vaya en paz.

(Perla de Gran Precio | Abraham 2:6 - 13)










Hay mucho que decir sobre estos asuntos que me tomaría tomos descifrarlo y exponerlo todo, tampoco hay oídos que lo quieran oír ni ojos que lo deseen leer, y no es propio para hablar de cosas muy santas y sagradas en esta ocacion, pero básteme decir dos o tres cosas de suma importancia.  Estas mismas promesas las podemos recibir nosotros en este día si recitamos la fen en Jesucristo para arrepentimiento, si nos bautizamos y recibimos el don del Espíritu Santo por medio de sus testigos y ministros autorizados.

Primero que  grandes fueron las bendiciones a nuestro padre Abrahán, el Padre de los Obedientes, que se perpetúan en sus dos hijos, a saber Isaac y Jacob. Segundo de Jacob o Israel pasan estas bendiciones a la casa de José por medio de Efraín y Manases y por ellos son bendice idos los príncipes restantes de la casa de Israel por medio de uno de los cuales nacería el Mesías, si Jesucristo, el Salvador del Mundo. Y tercero, con estas bendiciones, que proceden de Jesucristo a todos nosotros son bendecidas todas las familias  hasta los extremos de la tierra.

Otra vez, estas mismas bendiciones también pertenecen a muchos de nosotros porque lo sepamos o no, muchos de nosotros somos de la casa de Israel pero como pueblo no lo sabemos.  Porque la gran mayoría de nosotros, aquí en Latinoamérica, somos una multitud de naciones en medio de la tierra. Y no es esto así? Perdonen la redundancia, pero Miren y vean en cualquier mapa del mundo o globo terraico que somos una gran isla en medio del mar y que nosotros conformamos una multitud de naciones en medio de la tierra de cualquier forma que lo miremos.  Y asi como nosotros hay otras islas mas pequenas en donde están algunos de nuestros hermanos que están en medio de la tierra como en la gran Bretaña.  Pero ellos, cada cual tienen su propio lenguaje y no forman como nosotros una multitud de naciones.  Y como pueblo, nosotros andamos en yermos errantes, tristes, casados sin Dios,  y corremos de aquí para allá, sin identidad, sin saber de donde venimos y sin saber a donde vamos; y por lo tanto, no sabemos como reclamarlas.  Dios nos esta llamando. Porque hay un rebaño y un pastor.  Y tratamos de conducir las ovejas de Jesucristo de vuelta a casa, si a la casa de Su Dios y a todas sus heredades correspondientes.  Ese día de recogimiento tan esperado ha llegado.  Porque Dios se ha dispuesto a desnudar su santo brazo por segunda vez para recoger a su pueblo.  Si, muchos de vosotros que ahora estáis al alcance de mis palabras sois descendientes directos y literales de la casa de José, hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abrahán,  por medio de sus dos hijos Efraín y Manases.  Porque de vosotros esta escrito:





Entonces Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. Y bendijo a  José y dijo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el  Ángel que me redime de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y mi nombre sea llamado en ellos y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.

Genesis 48: 14-16


Mas su padre no quiso y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia será multitud de naciones.

Genesis 48: 19



Aunque yo sea un extraño para vosotros, vosotros no sois extraños para mi porque yo os conozco; sois mis hermanos y hermanas,  y por eso os hablo con tanta familiaridad pero no me queréis escuchar.  Y me aflige sobre manera hermanos, si ahora mismo mi alma gime de dolor porque el día del señor esta presto y se apresura y son pocos los que vienen a el. Y me atormenta que una alma sufra en el infierno porque le falto conocimiento Y Dios me ha mandado y su espíritu.   Por lo tanto, yo como Efrata o como descendiente de la casa de José por el palo de Efraín, es mi deber, mi derecho y mi responsabilidad alumbrarles el camino a mis hermanos que no han llegado a este conocimiento, con el objeto de que caminen por un canal seguro, es decir por los santos mandamientos de Dios, y se anclen una ancla firme que es nuestro Señor Jesucristo, el Dios de sus padres, a saber Abrahán, Isaac y Jacob.   En otras palabras para que la ramas naturales del olivo sean re-0injertadas a su árbol original y llegue al verdadero conocimiento del Mesías, su verdadero Dios y su redentor.  Pero como dice la escritura, la luz del evangelio de Jesucristo resplandece en las tinieblas y las tinieblas no la comprenden.  Y esto, mis amados hermanos,  agobia mi alma sobremanera porque muchos son nuestros hermanos que perecen en el desierto de la aflicción o encorvados en el pecado porque no tienen conocimiento.  Y todo esto viene por tres cosas. La desobediencia a los mandamientos, las tradiciones de vuestros padres que no son correctas y porque muchos prefieren escuchar los preceptos de los hombres que las verdaderas doctrinas de Dios.  Y el diablo viene y los despoja de la luz y  la verdad.  Pero Dios nos ha mandado a criar a nuestros hijos en la verdad. Porque de este día se ha escritito diciendo:


Y que después que la casa de Israel fuese esparcida, sería de nuevo recogida; o, en una palabra, después que los gentiles hubiesen recibido la plenitud del evangelio, las ramas naturales del olivo, o sea, los restos de la casa de Israel, serían injertados, o llegarían al conocimiento del verdadero Mesías, su Señor y su Redentor.

(Libro de Mormón | 1 Nefi 10:14)



Y en ese día se oirá de guerras y rumores de guerras, y toda la tierra estará en conmoción, y desmayará el corazón de los hombres y dirán que Cristo demora su venida hasta el fin de la tierra. Y el amor de los hombres se enfriará, y abundará la iniquidad. Y cuando llegue el tiempo de los gentiles, resplandecerá una luz entre los que se asientan en tinieblas, y será la plenitud de mi evangelio; mas no lo reciben, porque no perciben la luz, y apartan de mí su corazón a causa de los preceptos de los hombres. Y en esa generación serán cumplidos los tiempos de los gentiles.

(Doctrina y Convenios | Sección 45:26 - 30)

Y aquel inicuo viene y despoja a los hijos de los hombres de la luz y la verdad, por medio de la desobediencia, y a causa de las tradiciones de sus padres. Pero yo os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la verdad.

(Doctrina y Convenios | Sección 93:39 - 40)




Por lo cual EL Dios de mis padres me mando a mi y a muchos otros de mis hermanos, de los cuales yo soy el mas pequeño;  en el espíritu y poder de Elías y de Elías el Profeta, como mensajero o como ángel para preparar el camino del Señor antes de su segunda venida y a sacudirles el tapete a un gran numero de mis hermanos para que despierten de ese sueno terrible; y vengan a Jesucristo para ser bendecidos como jamás lo han soñado porque para ellos son las promesas si vienen a el.  Ya que multitud de bendiciones están en reserva para ellos que no han recibo por su incredulidad y por haber sus padres rechazado a los siervos de Dios, los profetas en fechas o épocas antiguas.  Por lo cual hemos andado errantes, como ovejas sin pastos  por muchísimo tiempo. Y por esto junto con muchos de mis hermanos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, desde el 3 de Abril de 1836,  en la misma capacidad de Elias el Profeta, estamos plantando estos mensajes o tratando de plantar en sus corazones las promesas hechas a sus padres.  Y esto con objeto de que podamos ofrecer al Señor un sacrificio en justicia, y la tierra no sea maldecida cuando venga el Señor a recoger su era en Gloria, en ese día grande y terrible, y se cumpla la escritura  de Malaquias perteneciente a este día que dice:


He aquí, yo os enviaré a Elías el profeta antes que venga el día grande y terrible del Señor; y él volverá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a sus padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con una maldición.

(Libro de Mormón | 3 Nefi 25:5 - 6)


Por lo tanto, habiendo preparado su camino en esta jornada este día,  ceso de hablar y le cedo el tiempo a mi Dios y mi Señor que por medio de su santo espíritu me manda a que os cite las siguientes palabras vivas y cortantes que porque no soy yo, sino Dios quien os habla, porque estoy muy familiarizado con su voz, y yo soy fiel a su nombre porque se que el es y juzgad ahora vosotros quien es el que a continuación nos habla y nos dice:



Y el día en que ejerzan la fe en mí, dice el Señor, así como lo hizo el hermano de Jared, para que se santifiquen en mí, entonces les manifestaré las cosas que vio el hermano de Jared, aun hasta desplegar ante ellos todas mis revelaciones, dice Jesucristo, el Hijo de Dios, el Padre de los cielos y de la tierra, y de todas las cosas que en ellos hay.

Y el que contienda contra la palabra del Señor, maldito sea; y el que niegue estas cosas, maldito sea; porque a éstos no mostraré cosas mayores, dice Jesucristo; porque yo soy el que habla.

Y por mi mandato se abren y se cierran los cielos; y por mi palabra temblará la tierra; y por mi mandato sus habitantes pasarán, como si fuera por fuego. Y el que no cree mis palabras no cree a mis discípulos; y si es que yo no hablo, juzgad vosotros; porque en el postrer día sabréis que yo soy el que habla.

Pero al que crea estas cosas que he hablado, yo lo visitaré con las manifestaciones de mi Espíritu, y sabrá y dará testimonio. Porque por mi Espíritu sabrá que estas cosas son verdaderas; porque persuade a los hombres a hacer lo bueno.

Y cualquier cosa que persuada a los hombres a hacer lo bueno viene de mí; porque el bien de nadie procede, sino de mí. Yo soy el mismo que conduce a los hombres a todo lo bueno; el que no crea mis palabras, tampoco me creerá a mí: que yo soy; y aquel que no me crea, no creerá al Padre que me envió. Pues he aquí, yo soy el Padre, yo soy la luz, y la vida, y la verdad del mundo.

(Libro de Mormón | Éter 4:7 - 12)





¡Venid a mí, oh gentiles, y os mostraré las cosas mayores, el conocimiento que se ha ocultado a causa de la incredulidad!

¡Venid a mí, oh casa de Israel, y os será manifestado cuán grandes cosas el Padre ha reservado para vosotros desde la fundación del mundo; y no han llegado a vosotros por motivo de la incredulidad!

He aquí, cuando rasguéis ese velo de incredulidad que os hace permanecer en vuestro espantoso estado de iniquidad, y dureza de corazón, y ceguedad de mente, entonces las cosas grandes y maravillosas que han estado ocultas de vosotros desde el principio del mundo, sí, cuando invoquéis al Padre en mi nombre, con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, entonces sabréis que el Padre se ha acordado del convenio que hizo con vuestros padres, oh casa de Israel.

Entonces serán manifestadas a los ojos de todo el pueblo mis revelaciones que he hecho que sean escritas por mi siervo Juan. Acordaos, cuando veáis estas cosas, sabréis que el tiempo está cerca en que efectivamente serán manifestadas. Por tanto, cuando recibáis esta historia, sabréis que la obra del Padre ha empezado sobre toda la faz de la tierra.

Arrepentíos, pues, todos vosotros los extremos de la tierra, y venid a mí, y creed en mi evangelio y sed bautizados en mi nombre; porque el que crea y sea bautizado, será salvo; mas el que no crea, será condenado; y las señales seguirán a los que crean en mi nombre.

Y bendito es aquel que sea hallado fiel a mi nombre en el postrer día, porque será enaltecido para morar en el reino preparado para él desde la fundación del mundo.

Y he aquí, yo soy quien lo ha hablado. Amén.

(Libro de Mormón | Éter 4:13 - 19)


Estas palabras no son mías, ni vienen de mi si no de Jesucristo, y así como el Señor ha hablado así se cumplirá. Y yo, Miguel Ángel, como testigo y ministro de Jesucristo os las escribo y las declaro, no por vía de mandamiento sino  por vía de conocimiento porque así Dios me lo ha mandado.  Y estas cosas las hago con humildad y mansedumbre, con la única mira puesta en glorificar a Dios. Y esto lo hago como uno que tiene autoridad en el nombre de Jesucristo, amen.

Les ha servido una vez las palabras de vida un humilde, dedicado y afanado siervo en las manos de Cristo


Miguel Ángel Tinoco Rodríguez