Muchos correran de aui para alla

Daniel 12:4

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará.


“Hay muchos hijos del Señor que andan corriendo de aquí para allá buscando una ancla estable y un canal seguro. Será tu responsabilidad y tu misión alumbrarles el camino a estas personas.” (P.M.B)

Monday, August 22, 2011

NADIE ESTA PRESTO PARA OBSERVAR!


NADIE

Sion, Agosto 22 del 2011

No es pregunta sino confirmacion. Este es el Testimonio de un Elder oscuro e insignificante llamado Nadie que como GEDEON Y MORMON, el Sacerdote y el fiel guerrero de la antigüedad, siempre está presto para observar.

Esta es la parábola de cuatro personas llamadas respectivamente: Todos, Alguien, Cualquiera y Nadie. Había un muy importante trabajo que se debía realizar y Todos estaban seguros que Alguien lo haría. Cualquiera pudo haber hecho el trabajo, pero Nadie lo hizo! Alguien se enojo por eso porque lo que se debía hacer era el trabajo de Todos.  Todos pesaron que Cualquiera haría el trabajo, Pero Nadie realizo que Todos no lo harían. Esto  termino en que Todos culparan a Alguien cuando Nadie fielmente hizo lo que Cualquiera presto para observar pudo haber hecho.

Por lo tanto el Señor nos manda a TODOS en estos últimos días como Pueblo, como Iglesia, como familias y como individuos a poner respectivamente nuestra casa y nuestra causa en orden, no sea que Alguien salga súbitamente de su morada oculta y envié a Nadie o a alguien insignificante para el mundo y haga para nuestra vergüenza y oprobio lo que Todos pudimos haber hecho diligentemente lo que nos fue mandado. Esto lo escribe un oscuro e insignifícate Elder que esta presto para observar para que Todos los que no quieran hacer nada queden confundídos y Cualquiera que no quiera hacer su parte se valla pronto donde lo espera el llorar y el crujir de dientes tan pronto venga el fuego devorador y deje Alguno esperando a Nadie en la oscuridad de afuera. Porque sin no hacemos el trabajo que concierne a Todos nosotros, Alguien se enojara sobremanera y enviara a Nadie a poner en orden la casa de Dios como esta escrito en la escritura de verdad que nos dice:

Y sucederá que yo, Dios el Señor, enviaré a uno poderoso y fuerte, con el cetro de poder en su mano, revestido de luz como un manto, cuya boca hablará palabras, palabras eternas, mientras que sus entrañas serán una fuente de verdad, para poner en orden la casa de Dios y para disponer por sorteo las heredades de los santos cuyos nombres, junto con los de sus padres e hijos, estén inscritos en el libro de la ley de Dios; mientras que aquel hombre, que fue llamado por Dios y nombrado, que extienda su mano para sostener el arca de Dios, caerá por el dardo de la muerte, como el árbol herido por el fulgente golpe del rayo. Y todos aquellos cuyos nombres no estén asentados en el libro de memorias, no hallarán herencia en aquel día, antes serán desarraigados y se les señalará su porción entre los incrédulos, en donde es el lloro y el crujir de dientes. No digo yo estas cosas de mí mismo; por tanto, tal como habla el Señor, así también cumplirá. Y los del sumo sacerdocio, así como los del sacerdocio menor y los miembros, cuyos nombres no se hallen escritos en el libro de la ley, o se descubra que han apostatado, o que han sido separados de la iglesia, no tendrán herencia entre los santos del Altísimo en aquel día; por consiguiente, les será hecho como a los hijos del sacerdote, cual está escrito en el capítulo segundo, versículos sesenta y uno y sesenta y dos de Esdras.

(Doctrina y Convenios | Sección 85:7 - 12)


Porque desde el principio del mundo no han escuchado los hombres, ni percibido con sus oídos, ni ha visto ojo alguno, además de ti, oh Dios, cuán grandes cosas has preparado para aquel que te espera.  Y se dirá:

¿Quién es éste que desciende de Dios en el cielo con ropas teñidas; sí, de regiones desconocidas, vestido con su atavío glorioso, que viene en la grandeza de su potencia. Y él dirá: Soy aquel que hablé en justicia, poderoso para salvar.

Y los vestidos del Señor serán rojos; y su ropa como del que ha pisado el lagar. Y tan grande será la  gloria de su presencia, que el sol esconderá su faz avergonzado, y la luna retendrá su luz, y las estrellas serán arrojadas de sus lugares. Y se oirá su voz: He pisado yo solo el lagar y he traído juicio sobre todo pueblo; y nadie estuvo conmigo; y los he hollado con mi furor y los pisé con mi ira, y con su sangre he salpicado mis vestidos y manchado toda mi ropa; porque éste fue el día de venganza que estaba en mi corazón.

Y ahora el año de mis redimidos ha llegado; y harán memoria de la amorosa bondad de su Señor, y de todo lo que sobre ellos ha conferido de acuerdo con su bondad, y de acuerdo con su amorosa misericordia, para siempre jamás. En todas las aflicciones de ellos, él fue afligido. Y el ángel de su presencia los salvó; y en su amor y en su clemencia los redimió, los sostuvo y los llevó todos los días de la antigüedad; sí, y también a Enoc y a los que estuvieron con él; a los profetas que antes de él fueron; también a Noé y a los que fueron antes de él; y también a Moisés y a los que fueron antes de él; y de Moisés a Elías, y de Elías a Juan, los cuales estuvieron con Cristo en su resurrección, y los santos apóstoles, con Abraham, Isaac y Jacob, estarán en la presencia del Cordero.

Y los sepulcros de los santos serán abiertos; y saldrán y estarán a la diestra del Cordero cuando él esté en pie sobre el monte de Sión y sobre la ciudad santa, la Nueva Jerusalén; y cantarán el cántico del Cordero día y noche para siempre jamás. Y por tal razón, a fin de que los hombres fuesen hechos participantes de las glorias que iban a ser reveladas, el Señor envió la plenitud de su evangelio, su convenio sempiterno, razonando con sencillez y claridad, a fin de preparar a los débiles para las cosas que vendrán sobre la tierra, y para la obra del Señor en aquel día en que los débiles confundirán a los sabios, y el menor se hará nación fuerte, y dos pondrán en fuga a sus decenas de millares.

Y con lo débil de la tierra trillará el Señor a las naciones por el poder de su Espíritu. Y por esta razón se dieron estos mandamientos; se mandó que se retuviesen del mundo el día en que fueron dados, pero ahora han de ir a toda carne; y esto de acuerdo con la disposición y la voluntad del Señor, que reina sobre toda carne. Y al que se arrepienta y se santifique ante el Señor, se dará la vida eterna. Y sobre los que no escuchen la voz del Señor se cumplirá lo que escribió el profeta Moisés, que serán desarraigados de entre el pueblo. Y también lo que fue escrito por el profeta Malaquías: Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios, sí, y todos los que hacen maldad serán rastrojo; y aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Por tanto, ésta será la respuesta del Señor a ellos:

El día en que vine a los míos, ninguno de vosotros me recibió, y fuisteis echados fuera. Cuando llamé otra vez, no hubo de vosotros quien contestara; sin embargo, mi brazo no fue acortado en lo más mínimo para que yo no redimiera, ni tampoco mi poder para rescatar. He aquí, con mi reprensión seco el mar. Vuelvo los ríos en desierto; hieden sus peces y mueren de sed. Visto de obscuridad los cielos, y su cubierta hago yo de cilicio. Y esto os vendrá de mi mano: En angustia yaceréis. He aquí, no hay quien os rescate, porque no obedecisteis mi voz cuando os llamé desde los cielos; no creísteis a mis siervos, y cuando os fueron enviados, no los recibisteis. De manera que, sellaron el testimonio y ataron la ley, y vosotros fuisteis entregados a las tinieblas. Éstos irán a las tinieblas de afuera, donde es el lloro y el llanto y el crujir de dientes. He aquí, el Señor vuestro Dios lo ha hablado. Amén.

(Doctrina y Convenios | Sección 133:45 - 74)

Como se nos manda a poner nuestra propia casa en orden. He aquí yo hago mi parte porque como dijo mi hija mayor.

LA FAMILIA ES COMO UN TREN

Mi hija mayor, a quien se le había asignado un trabajo muy importante para hoy nos enseñó a todos en nuestra Noche de Hogar de este día que Nuestra Familia es como un Tren diciendo:

La Locomotora:

El padre de familia es como la locomotora del tren. EL esta al frente y es el que guía a toda la familia y la mantiene a cada miembro de la misma encarrilado. El es fuerte, lleno de energía y esta al frente de nuestro hogar guiándonos.  El es el que mayormente nos guía y provee lo que todos necesitamos. Hay ocasiones en que la presión de la locomotora es tan grande que el desprende un poco vapor. Esa es una Señal de que el necesita un poco de ayuda y de apoyo. Porque no es fácil ir al frente y ser el director  salvo que aquellos que están atrás le ayuden a llevar la carga y a compartir la responsabilidad.

Los Vagones:

Los vagones del tren son como los Hijos he hijas del la familia.  Cada niño o niña es importante para mantener a la familia encarrilada.  Cada miembro de la familia debe o tiene que hacer su parte y trabajar juntos para mantener a la familia y el hogar en una marcha continua y placentera.  Cada hijo o hija debe ayudar o cargar algo y compartir las responsabilidades.  Al mayor le parecerá que el o ella debe llevar la mayoría de la carga.  Ellos saben que tienen la gran responsabilidad de se enseñar a los niños menores como deben seguir adelante en las tareas y responsabilidades en el hogar y al mismo tiempo mantenerse encarrilados.


El Furgón de tren o la Cocina:

El furgón, cocina o cabina del tren son como la Madre. El tren no se podría mantener encarrilado sin no fuera por la cabina o el furgón. La madre es una gran fuerza en la familia.  Ella ayuda a los niños a reconocer su valor individual y que tan importantes son para la familia.  Ella les recuerda a todos de sus metas, citas, reuniones y deberes.  Ella ayuda a la familia a designar o establecer prioridades y metas personales. Ella agrega combustible preparándonos y proporcionadnos los debidos alimentos y el cariño, ternura y cuidado que necesitamos.  A menudo la madre aparenta estar muy cansada, pero si cada uno de los miembros de la familia hace su parte, el trabajo se hace mucho más fácil para ella.  Por lo tanto el tren necesita a todos los miembros de la familia para mantenerse encarrilado.

La ley y el testimonio nos dice:

Padres: D Y C 121-41-44 y Efesios 6:4

Hijos e Hijas: Mosíah 4:14 Y Efesios 6:1

Madres: Alma 56-16-23; y Alma 56:47-48

Por lo tanto, para ser diligente y muy obediente a la voz de Dios que nos ha dado por medio de sus siervos los profetas, y habiendo sido enviado y comisionado por Dios el Padre as escribir como el escribe todas las cosas, esto lo dejo dicho en su Santo Nombre como uno que tiene autoridad. Y lo hago con solemne humildad para la honra y lo gloria de Dios y para el beneficio de todos sus hijos en el Nombre de Jesucristo Amen.

Atentamente un indigno siervo en las manos de Cristo.

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez y familia.






                                                                                                    

Siete truenos emitieron sus voces!


Sion, Agosto 22 del 2011

Y escuche hoy desde mi morada oculta una voz del cielo como de siete truenos que me hablaba después de mi predicación vespertina y pregunte al cielo que quieren decir las voces que todavía oigo arriba de mi cabeza. Y rápidamente fui movido por el espíritu de Dios a buscar las revelaciones y mandamientos de Dios que nos han sido dados por José Smith, el gran profeta de la restauración y sus seguidores que desde los techos de las casas nos inculcan y nos pregonan que después de nuestro testimonio vienen los sermones del cielo.

Y he aquí esto es lo que encontré. Así que preparaos, preparaos para lo que en breve se realizara. Por lo tanto dad oído a las palabras del cielo, porque el reino de Dios se ha acercado. Y agudizad el oído y también la vista y poned mucha atención y sabed que el cielo nos esta hablando. Y os profetizo que cuando oigas lo que os digo y que en breve se realizara, los oídos os zumbaran. Y no solo eso sino que retumbaran lo cielos con una voz mas fuerte que el sonido que hará temblar la tierra. Más si estáis preparados no temeréis. Porque los habitantes de la tierra deberían temblar y estremecerse y arrepentirse y compungirse en humildad ante Dios salvo que quieran beber del cáliz de la ira de Dios que se ha preparado para todos los inicuos. Y así sean compungidos los habitantes de toda la tierra a gemir de disgustoso dolor en el grande y terrible día del Señor, y a decir: justo son tus juicios oh Dios y merecido es nuestro castigo porque no quisimos escuchar la voz de quienes nos enviaste con alegres nuevas de salvación. Sino que nos burlamos de ellos, los rechazamos, los apedreamos y los matamos. Y a tus siervos en todas sus palabras y los tuvimos como desvariados, fuera de juicio y como endemoniados. Porque en el principio nos mandantes a tus siervos con maravillas y presagios a predicar vestidos con piel de camello y con voz de luto y no enlutamos ni lloramos por nuestra propia muerte. Y después los primeros nos mandaste los postreros, los cuales también herimos, golpeamos y hasta matamos. Y por ultimo nos enviaste a tu hijo unigénito, el gran esposo lleno del Espíritu Santo vestido con sus ropas hermosas con alegres nuevas de salvación, con comida y bebida y estábamos tan ocupados con los afanes de este mundo que fuimos perezosos y no quisimos venir a tus bodas ni bailamos, sino que lo ultrajamos, lo echamos de entre nosotros y lo tuvimos por herido de Dios y afligido. Y así en esta generación, por causa de vuestra incredulidad, vuestras artimañas y vuestras supercherías sacerdotales habéis empezado poner los cimientos de una severa y desmedida destrucción que consecuentemente culminara con el siguiente Apocalipsis. Y si queréis saberlo, esto es lo que nos dicen las voces del cielo:

Porque si yo, que soy hombre, alzo mi voz y os llamo al arrepentimiento, y me aborrecéis, ¿qué diréis cuando venga el día en que los truenos hagan oír sus voces desde los extremos de la tierra, hablando a los oídos de todos los vivientes, diciendo:

Arrepentíos y preparaos para el gran día del Señor? Sí, ¿y cuando los relámpagos resplandezcan desde el este hasta el oeste, y llegue el clamor de sus voces a todos los vivientes, haciendo zumbar los oídos de todos los que oigan, diciendo: Arrepentíos, porque el gran día del Señor ha llegado?

Y además, el Señor emitirá su voz desde los cielos, diciendo: ¡Escuchad, oh naciones de la tierra, y oíd las palabras del Dios que os hizo! ¡Oh vosotras, naciones de la tierra, cuántas veces os hubiera juntado como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas, mas no quisisteis! ¡Cuántas veces os he llamado por boca de mis siervos y por la ministración de ángeles, y por mi propia voz y por la de los truenos y la de los relámpagos y la de las tempestades; y por la voz de terremotos y de fuertes granizadas, y la de hambres y pestilencias de todas clases; y por el gran sonido de una trompeta, y por la voz del juicio y de la misericordia todo el día; y por la voz de gloria y de honra y la de las riquezas de la vida eterna, y os hubiera salvado con una salvación sempiterna, mas no quisisteis! He aquí, ha llegado el día en que la copa de la ira de mi indignación está llena. He aquí, en verdad os digo, que éstas son las palabras del Señor vuestro Dios.

(Doctrina y Convenios | Sección 43:21 - 27)

Porque de aquí a poco tiempo, la tierra temblará y se tambaleará como un borracho; y el sol esconderá su faz y se negará a dar luz; y la luna será bañada en sangre; y las estrellas se irritarán extremadamente, y se lanzarán hacia abajo como el higo que cae de la higuera. Y después de vuestro testimonio vienen la ira y la indignación sobre el pueblo. Porque después de vuestro testimonio viene el testimonio de terremotos que causarán gemidos en el centro de la tierra, y los hombres caerán al suelo y no podrán permanecer en pie.

Y también viene el testimonio de la voz de truenos, y la voz de relámpagos, y la voz de tempestades, y la voz de las olas del mar que se precipitan allende sus límites. Y todas las cosas estarán en conmoción; y de cierto, desfallecerá el corazón de los hombres, porque el temor vendrá sobre todo pueblo. Y ángeles volarán por en medio del cielo, clamando en voz alta, tocando la trompeta de Dios, diciendo: Preparaos, preparaos, oh habitantes de la tierra, porque el juicio de nuestro Dios ha llegado. He aquí, el Esposo viene; salid a recibirlo. E inmediatamente aparecerá una gran señal en el cielo, y todo pueblo la verá juntamente.

Y otro ángel tocará su trompeta, diciendo: Esa grande iglesia, la madre de las abominaciones, que hizo que todas las naciones bebieran del vino de la ira de su fornicación, que persigue a los santos de Dios, que derrama su sangre, la misma que se sienta sobre muchas aguas y sobre las islas del mar, he aquí, ella es la cizaña de la tierra; es atada en haces; sus ligaduras son afianzadas y nadie las puede soltar; por tanto, está presta para ser quemada. Y él tocará su trompeta larga y fuertemente, y todas las naciones la oirán.

Y habrá silencio en el cielo por espacio de media hora; e inmediatamente después se desplegará el velo del cielo, como un rollo que se desenvuelve después de haber sido arrollado, y la faz del Señor será descubierta. Y los santos que se hallen sobre la tierra, que estén vivos, serán vivificados y arrebatados para recibirlo. Y los que hayan dormido en sus sepulcros saldrán, porque serán abiertos sus sepulcros; y también ellos serán arrebatados para recibirlo en medio del pilar del cielo. Ellos son de Cristo, las primicias, los que descenderán con él primero, y los que se encuentran en la tierra y en sus sepulcros, que son los primeros en ser arrebatados para recibirlo; y todo esto por la voz del son de la trompeta del ángel de Dios.

Y después de esto, otro ángel tocará, y será la segunda trompeta; y entonces viene la redención de los que son de Cristo a su venida, los que han recibido su parte en aquella prisión preparada para ellos, a fin de que recibiesen el evangelio y fuesen juzgados según los hombres en la carne. Y además, sonará otra trompeta, que es la tercera trompeta; y entonces vienen los espíritus de los hombres que han de ser juzgados, y que se hallan bajo condenación. Y éstos son el resto de los muertos; y no vuelven a vivir sino hasta que pasen los mil años, ni volverán a vivir hasta el fin de la tierra.

Y sonará otra trompeta, que es la cuarta trompeta, diciendo: Se encuentran entre los que han de quedar hasta ese grande y postrer día, sí, el fin, quienes permanecerán sucios aún. Y otra trompeta sonará, la cual es la quinta trompeta, y es el quinto ángel que vuela por en medio del cielo y entrega el evangelio eterno a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos; y éste será el sonido de su trompeta, diciendo a todo pueblo, tanto en el cielo como en la tierra y debajo de la tierra; porque todo oído lo oirá, y toda rodilla se doblará, y toda lengua confesará, al escuchar el sonido de la trompeta, que dice: Temed a Dios y dad gloria al que se sienta sobre el trono, para siempre jamás; porque la hora de su juicio ha llegado.

Y además, otro ángel, que es el sexto ángel, tocará su trompeta, diciendo: ¡Ha caído la que hizo que todas las naciones bebieran del vino de la ira de su fornicación; ha caído, ha caído! Y otro ángel más, que es el séptimo ángel, tocará su trompeta, diciendo: ¡Consumado es; consumado es! El Cordero de Dios ha vencido y pisado él solo el lagar, sí, el lagar del furor de la ira del Dios Omnipotente. Y entonces serán coronados los ángeles con la gloria de la potencia de él, y los santos serán llenos de la gloria de él, y recibirán su herencia y serán hechos iguales con él. Y entonces el primer ángel hará sonar de nuevo su trompeta en los oídos de todos los vivientes, y revelará los hechos secretos de los hombres y las prodigiosas obras de Dios durante el primer milenio.

Y entonces el segundo ángel tocará su trompeta y revelará las obras secretas de los hombres, y los pensamientos e intenciones de su corazón, y las prodigiosas obras de Dios durante el segundo milenio. Y así, hasta que el séptimo ángel toque su trompeta; y estará de pie sobre la tierra y sobre el mar, y jurará en el nombre del que se sienta sobre el trono, que el tiempo dejará de ser; y Satanás será atado, aquella serpiente antigua que es llamada el diablo, y no será desatado por espacio de mil años.

Y entonces quedará suelto por una corta temporada, para reunir a sus ejércitos Y Miguel, el séptimo ángel, el arcángel, reunirá a sus ejércitos, sí, las huestes del cielo. Y el diablo reunirá a sus ejércitos, las huestes del infierno, e irá a la batalla contra Miguel y sus ejércitos. Y entonces viene la batalla del gran Dios; y el diablo y sus ejércitos serán arrojados a su propio lugar, para que nunca más tengan poder sobre los santos. Porque Miguel peleará sus batallas, y vencerá al que ambiciona el trono de aquel que sobre él se sienta, sí, el Cordero. Ésta es la gloria de Dios y los santificados; y nunca más verán la muerte.

(Doctrina y Convenios | Sección 88:87 - 116)

Testifico de la veracidad de estas palabras y todo esto lo digo para la honra y gloria de Dios el Padre en el Nombre de su hijo, nuestro Señor Jesucristo, Amen

Este es un testigo y un indigno siervo en las manos de Cristo.

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez

VENID Y VED

Sión,   22 de Agosto  del 2011

Querido Amigo

Este día me desperté engalanado pensando en mi Dios y también en usted; en como podría servirle a Dios y a usted incondicionalmente. Y el señor trajo de mi corazón a mi mente una escritura que dice que cuando nosotros estamos al servicio de nuestros semejantes, solo nos encontramos en el servicio de nuestro Dios. Y también vino a mi mente otra escritura que dice que la caridad es el amor puro de Cristo y que sin la cual no somos nada. Entonces supongo que dar a mi semejante amor es la mejor manera de reflejar el servicio de mi llamamiento a servir así como dar el amor puro de Cristo; y yo quiero compartir con ustedes lo que El me dio.

Dios me dio a mí un instrumento que me acerco más a su presencia que cualquier otro instrumento existente sobre la faz de la tierra. Ese instrumento es EL libro de Mormon. De los muchos tesoros que mi padre celestial me ha dado este libro es uno de los más precisos y preciosos en el mundo.  Es como una perla de gran precio, o como una obra maravillosa y un prodigio.  Este libro existe; y lo tenemos; y les es obsequiado a ustede en este dia por el Poder de Dios y no del hombre. 

EL LIBRO DE MORMON


Otro Testamento de Jesucristo

En el libro de Mormon encontré  los preceptos santos de vida eterna, la fuente de la felicidad, la identidad de que soy un hijo de Dios y que el mundo me había robado. Encontré  el honor y el verdadero respeto a mis semejantes; los convenios de Dios para con nuestros padres  y el linaje de mi singular progenie. Este libro es la voz que habla desde el polvo de de quienes los profetas testificaron que habría de salir de la tierra. Si, es la voz de nuestros padres terrenales que una vez vivieron en este continente y de quienes usted y yo somos un resto. Este libro es tanto mió como suyo. Sírvanse de  la luz y la verdad que en el se manifiesta porque testifico que es otro testamento de Jesucristo como los son El Antiguo y el Nuevo Testamento de la Biblia. Sírvase de los convenios y las promesas que Dios hizo con nuestros padres para con nosotros y para con todos aquellos que vengan a Jesucristo si es que se arrepienten y guardamos sus mandamientos y perseveramos hasta el fin de nuestras vidas. Sírvase de las amonestaciones que podrían salvarnos la vida de los peligros del mundo y de las dos muertes que nos impiden regresar sin culpa, mancha o inmundicia a la presencia de nuestro Dios. Sírvase de la fe y la esperanza de un mejor día que ha de venir; de una herencia majestuosa; de la suprema justicia que ha de prevalecer, de una mejor resurrección;  y de las misericordias y las riquezas de una eternidad en la presencia de Dios.

Por el poder y la voluntad de Dios, nuestros padres escribieron estas escrituras santas y sagradas expresamente para nosotros. Para que viviéramos tan felices como ellos vivieron cuando se esforzaron por servir a su Dios.


O para que nos percatáramos de la destrucción desoladora y el exterminio casi total que les sobrevino cuando se dejaron de esforzar por su Dios  y se entregaron  a las falsas tradiciones de sus padres, a la idolatría, al orgullo, a la vanidad y a los afanes de este mundo.  Por el poder y el don de Dios, nuestros padres vieron nuestro día y peregrinaron y sufrieron angustia abrumadora, ultrajes y maceración por nosotros y muchos otros padecimientos como la muerte para que nosotros no tuviéramos que sufrir como ellos sufrieron si tan solo nos guiáramos por los preceptos de las sagradas escrituras que dios les inspiro a escribir en todas las edades del tiempo.

 

He aquí, he sido enviado y mandado a escribir por el don y el poder de Dios y no del hombre. Y hoy como en días pasados os traigo buenas nuevas de gran gozo para el alma compungida. Por lo tanto: Regocijaos porque Dios vive y por fin se ha acordado de su pueblo escogido, oh casa de Israel. Regocijaos porque tenemos buenas nuevas de salvación para todos porque Dios ha restaurado su reino sobre la faz de la tierra con apóstoles y con profetas y con todos los poderes y los dones divinos como en la antigüedad. Y vuestro Dios reina en la tierra como en el cielo; y el omnipotente brazo del Señor esta extendido todavía porque su ira aun no se ha aplacado,  antes de que caiga sobre todas las naciones de este mundo perverso y sobre esta generación porfiada. Algunos de nosotros, sino todos, ya estamos viendo ojo a ojo como Dios desnuda su potente brazo ante todas las naciones.  Porque el mundo esta maduro y el tiempo de la cosecha ha llegado; y tenemos todas las herramientas y bendiciones necesarias para ayudarle a ustede y a sus familia ya sean vivos o hayan muerto a regresar en vida como familia a la presencia de Dios. Y el Espíritu Santo esta disponible para todos.

Y porque el tiempo se ha acortado, el día de nuestra visitación ha llegado y el día grande y terrible del señor se apresura, le invitamos a investigar esta cosa extraña y maravillosa que ha ocurrido en estos últimos días. Si, que el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob se ha manifestado en su gloria y majestad al hombre en tiempos modernos de los cuales se nos ha testificado solemnemente.


Y que Dios nos ha dado gran poder para atraer almas a el aun hasta su presencia. Y que Ángeles enviados de lo alto andan buscando las ovejas del buen pastor de todos los extremos de la tierra. Y tenemos un rebaño y un pastor. Y el rebaño se llama  La Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los Últimos Días; y nuestro pastor es el Señor Dios; si, El Padre Eterno de los cielos y de toda la tierra; si, aun Jesucristo. Y cuan hermosos son los pies de aquellos que nos publican la paz y nos traen nuevas de gran gozo y poder de salvación desde la cabeza de los montes y nos dicen tu Dios reina. Porque esta vida es el tiempo para prepararse para compadecer ante Dios. Por lo cual, no demoremos el día de nuestro arrepentimiento hasta el fin; ni esperemos que los grandes juicios proféticos atestados y vigentes que se avecinan tanto para vivos como par a muertos nos obliguen a buscar a Dios en un día oscuro cuando ya no le podamos encontrar ni agradar.

Esta es mi humilde invitación y mi firme exhortación. Y es por amor a vosotros y a vuestros hijos es que lo hago; y es porque me aflige y tortura mi alma sobremanera saber que alguna alma se pierda en senderos lúgubres y extraños. Y muchos se pierden o se extravían simplemente porque no saben  donde encontrar la verdad. Venid y ved la luz que se iza en lo alto de los montes. Porque parece que anda aun ángel que vuela con una trompea en su boca y con el evangelio eterno en sus manos. Porque es mejor conocer a Dios que simplemente saber de el. Y porque la vida eterna en la presencia de Dios es algo más que simplemente vivir para siempre en algún otro lugar. Y para alcanzar la vida eterna hay que cumplir ciertos requisitos esenciales e indispensables que nadie más que nosotros podemos legal y legítimamente administrar.


Y si Jesús siendo Santo y que nunca peco tuvo que venir a nosotros y tuvo que  bautizarse por un administrador legal y digno del reino de los cielos para cumplir con toda justicia; para expiar nuestros pecados y para poder regresar a su trono divino; cuanto mas necesitamos nosotros seguir su ejemplo viniendo al reino de Dios legal y legítimamente restaurado en estos últimos días para obtener estas bendiciones y así también regresar a nuestra morada celestial.

Y hablo por vía de mandamiento, no de hombre sino de Dios hasta todos los extremos de la tierra. Porque un gran numero de nosotros somos un floreciente remanente del antiguo pueblo del convenio; s saber el pueblo de Israel. Y por tanto tiempo lo hemos ignorado prefiriendo vivir en el desierto de nuestra aflicción bajo el yugo del la oscuridad.

Y este mandamiento nos dio nuestro Dios a todos nosotros que somos de la familia de Adán desde aquí desde el principio del mundo. Y el evangelio eterno salio como un firme decreto que perduraría inmutable hasta el fin de los tiempos según los escritos de Enoc y de Moisés.

Y también desde aquí nos lo recordó Dios mimo con su viva palabra en el meridiano de los tiempos cuando Jesucristo, el hijo del Dios viviente vino a visitar a nuestros padres después de su resurrección y ascensión en la tierra de Jerusalén. Porque Jesucristo; si el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,  vino a este continente americano que en su propio y debido tiempo se conocerá solamente como Sión. Porque aquí en medio de la tierra de los cuatro ríos se construirá la Nueva Jerusalén, la morada eterna de nuestro Dios.  Y desde aquí mismo también se os da a conocer en estos últimos días las mismas palabras salvadoras del Dios omnipotente que es el mismo ayer, hoy y para siempre; Y este es el inalterable mandamiento que esta escrito en el Libro de Mormón asi como en todas las santas escrituras existentes.


“Arrepentíos todos vosotros extremos de la tierra, y venid a mi y sed bautizados en mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo, a fin de que en el postrer día podrías encontraros ante mi sin mancha.”(3 NEFI 27:20)
 

Y ahora mis amados amigos y hermanos, os exhorto con toda la ansiedad y el amor de mi alma
a escudriñar diligentemente estas nuevas escrituras y mandamientos porque testifico en ele nombre de Cristo que en ellas se encuentra el evangelio eterno que nos conduce más cerca de Dios que cualquier otro libro existente sobre la faz de toda tierra.  No os conforméis solo con saber de Jesucristo porque es muchísimos mejor conocerlo. EL se ha manifestado a nosotros por el poder del Espíritu Santo. Por lo tanto así dice el Señor: 
 
De cierto de cierto os digo; Si observáis estas nuevas escrituras y sois fieles a mis preceptos así como observáis la Biblia o el registro de los judíos, tendréis mas abundantemente mi espíritu y más de mis palabras que he hecho escribir por la mano de mis siervos los profetas. Y de cierto, de cierto os digo que el que no escuche mis palabras, las que di a mis siervos; las que yo les he enviado desde el principio hasta el fin de los tiempos; si, y al que conoce mi evangelio y el que no es fiel a mis principios y se deja llevar por la sabiduría del mundo y por los preceptos de los hombres será desarraigado de mi presencia y aun lo que tuviere le será quitado.  Porque el que tiene le será añadida luz y conocimiento, Y al que dice que ya tiene suficiente y no necesita mas, aun lo poco que tiene le será quitado, y sus bendiciones le serán retenidas y dadas al que tiene mas abundantemente.


Como podéis ver ante vuestros propios ojos este es un milagro; porque no soy yo sino el Señor quien os ha hablado. Sabed que el es el mismo de ayer, hoy y siempre y así como se manifestó a los antiguos así se nos manifiesta hoy a nosotros de acuerdo con nuestra fe, obediencia, esfuerzo, diligencia y perseverancia. Este Jesucristo, El es la raíz y el tronco de Isaí de quien saldría un vástago; y de quien los profetas testificaron que habría de venir; Si, un Juez Justo a quien mis padres de antaño rechazaron. El es un Dios de milagros. Estas palabras no son mías ni vienen de mí, sino de Jesucristo; y como uno que tiene autoridad y como testigo de su santo nombre y de su divinidad os las doy a conocer para confirmar vuestra fe y para vuestro eterno provecho y salvación. Amen.          

Atentamente para ustedes, les ha escrito por el don y el poder de Dios, un siervo indigno en las manos de Cristo.
                                 
Atentamente:
                                                         
Miguel Ángel Tinoco Rodríguez