Muchos correran de aui para alla

Daniel 12:4

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará.


“Hay muchos hijos del Señor que andan corriendo de aquí para allá buscando una ancla estable y un canal seguro. Será tu responsabilidad y tu misión alumbrarles el camino a estas personas.” (P.M.B)

Sunday, December 9, 2012

El Plan de Misericordia

Sión Y Jerusalén, Diciembre 9 del 2012.

EL PLAN DE SALVACION


Mis muy amados hermanos y hermanas. Que la Paz del Señor sea con todos y cada uno de ustedes. Se me ha asignado para este día para que hable de cosas santas  o que discurse referente a El Plan de Salvación. Y agradezco a Dios y a la presidencia por el honor, el privilegio y la oportunidad de discursar.  Si El espíritu me da licencia y tiempo quisiera comenzarlo recitando un extracto de las palabras de un viejo poema de William Wordsworth que habla inspiradamente sobre nuestro existencialismo y que dice así:

“Un sueño y un olvido solo es el nacimiento;
El alma nuestra, las estrella de la vida
En otra esfera ha sido constitutita
y procede de un lejano firmamento
No viene el alma completo olvido,
Ni de todas las cosas despojada,
Pues al salir de Dios, nuestra morada,
Con destellos celestiales se ha vestido.”



Que es El Plan de Salvación?

El plan de salvación no es una frase alentadora o una simple silaba que retiñe inventada por los miembros de La Iglesia de Jesucristo en ninguna des sus épocas desde la fundación del mundo hasta los últimos días, ni mucho menos es una idea, teoría, filosofías canción o poema de los hijos de los hombres.

El Plan de salvación es una ciencia constante y sonante que se preparo con infinita sabiduría y que encierra la verdad universal de todas las cosas incluyendo el misterio de la divinidad y la naturaleza de Dios. El plan de salvación es en realidad el evangelio eterno de Jesucristo en toda su plenitud, pureza vigor y fuerza. Es un gran poder o plan de redención, de verdad, de justicia y de misericordia que fue preparado y diseñado por Dios, el soberano autor y arquitecto del universo; y quien es  también el ingeniero universal del las almas de todas las inteligencias y creaciones habidas y por haber.


Lo que hoy les voy a enseñar y mostrar este día no me lo dijo carne ni sangre sino mi Padre que esta en los cielos por medio del poder del Espíritu Santo. Y este conocimiento y verdad que ahora les imparto lo traigo impregnado en mis entrañas como una fuente de aguas vivas que vivifica cada fibra de mi alma desde mi infancia y mi juventud hasta el día de hoy. Y es porque Dios me lo manifestó aun antes de nacer porque lo recuerdo desde que fui ordenado al sacerdocio Aaronico en el oficio de Diacono desde que tenia unos doce años de edad en La Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los Últimos Días.  Yo primeramente quisiera decirles que yo como muchos de ustedes se que El espíritu de Dios es más Inteligente que todos los espíritus o que todas las inteligencias juntas. Esto no lo digo yo de mi mismo, porque que podría yo revelar de mi mismo. Sino que Dios mismo lo manifestó a nuestro padre Abraham tal y como se encuentra documentado por el mismo en la perla de Gran Precio donde Abraham nos dice:

Y el Señor me dijo: Estos dos hechos existen: Hay dos espíritus, y uno es más inteligente que el otro; habrá otro más inteligente que ellos; yo soy el Señor tu Dios, soy más inteligente que todos ellos.

(Perla de Gran Precio | Abraham 3:19)


EL PLAN DE SALVACION SE CONOCE POR VARIOS NOMBRES

Las escrituras se refieren a este maravilloso plan como:

El Plan de Salvación; (Moisés 6:62; Jarom 1:2; Alma 24:14)

Y ahora bien, he aquí, ahora te digo: Éste es el plan de salvación para todos los hombres, mediante la sangre de mi Unigénito, el cual vendrá en el meridiano de los tiempos.

(Perla de Gran Precio | Moisés 6:62)

·                   Jarom 1:2

2 Y como estas planchas son pequeñas, y ya que estas cosas se escriben con el propósito de beneficiar a nuestros hermanos los lamanitas, es preciso, pues, que escriba un poco; pero no escribiré lo de mis profecías ni de mis revelaciones. Pues, ¿qué más podría yo escribir de lo que mis padres han escrito? ¿Acaso no han revelado ellos el plan de salvación? Os digo que sí; y esto me basta.

Y el gran Dios ha tenido misericordia de nosotros, y nos ha dado a conocer estas cosas para que no perezcamos; sí, nos ha dado a conocer estas cosas anticipadamente, porque él ama nuestras almas así como ama a nuestros hijos; por consiguiente, en su misericordia nos visita por medio de sus ángeles, para que el plan de salvación nos sea dado a conocer, tanto a nosotros como a las generaciones futuras.

(Libro de Mormón | Alma 24:14)

El Gran Plan de Redención (Jacob 6:8; Alma 12:30),


He aquí, ¿rechazaréis estas palabras? ¿Rechazaréis las palabras de los profetas; y rechazaréis todas las palabras que se han hablado en cuanto a Cristo, después que tantos han hablado acerca de él? ¿y negaréis la buena palabra de Cristo y el poder de Dios y el don del Espíritu Santo, y apagaréis el Santo Espíritu, y haréis irrisión del gran plan de redención que se ha dispuesto para vosotros?

(Libro de Mormón | Jacob 6:8)

Y de allí en adelante empezaron los hombres a invocar su nombre; por tanto, Dios conversó con ellos y les hizo saber del plan de redención que se había preparado desde la fundación del mundo; y esto él les manifestó según su fe y arrepentimiento y sus obras santas.

(Libro de Mormón | Alma 12:30)

El Gran Plan de Felicidad; (Alma 42:8),

Y he aquí, no era prudente que el hombre fuese rescatado de esta muerte temporal, porque esto habría destruido el gran plan de felicidad.

(Libro de Mormón | Alma 42:8)

El Plan de Misericordia (Alma 42:15)

Ahora bien, no se podría realizar el plan de la misericordia salvo que se efectuase una expiación; por tanto, Dios mismo expía los pecados del mundo, para realizar el plan de la misericordia, para apaciguar las demandas de la justicia, para que Dios sea un Dios perfecto, justo y misericordioso también.

(Libro de Mormón | Alma 42:15)

Y es su objetivo, a saber el objetivo de nuestro Padre Celestial por medio de su maravilloso plan redentor efectuado pro su hijo Jesucristo, es el ayudarnos o habilitarnos con su poder de salvación a nosotros sus hijos e hijas, por medio de sus mandamientos, doctrinas y leyes para que volvamos a Dios y lleguemos a ser como el y obtengamos mucha felicidad en este mundo y una plenitud de gozo en la vida venidera.

En otras palabras, el plan de salvación es el plan de felicidad temporal y eterna preparado por Dios, nuestro padre Celestial y su hijo Jesucristo y el Espíritu Santo para todos aquellos que creen en su evangelio eterno desde el principio hasta el fin del mundo.  Y cuyo propósito es que obtengamos gozo o felicidad infinita y abundante.  

Porque escrito esta que la obra y la gloria de Dios es la inteligencia o en otras palabras llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre; y también esta escrito que Adán cayó para que existiera el hombre y el hombre existe para tener gozo.

·         Moisés 1:39

39 Porque, he aquí, ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre.

·         2 Nefi 2:25

25 Adán cayó para que los hombres existiesen; y existen los hombres para que tengan gozo.

·         Doctrina y Convenios 93:36

36 La gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad.

LA VERDAD


Que es la verdad?

En la sección 93, versículos 24 del Libro de las Doctrina y Convenios leemos que La verdad es el conocimiento de las cosas como son, como han sido y como han de ser.

Vosotros también estuvisteis en el principio con el Padre; lo que es Espíritu, sí, el Espíritu de verdad; y la verdad es el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser;

(Doctrina y Convenios | Sección 93:23 - 24)

El plan de salvación o de felicidad eterna es la plenitud del evangelio eterno y como lo manifiestan las escrituras es verdadero. Por lo tanto como toda verdad comprende por lo menos tres estados existenciales y/o etapas en la vida de toda alma viviente que se extienden desde la preexistencia del hombre. Esto incluye la creación u organización de la tierra y todo lo que en ella hay; incluye la formación y la caída del hombre; en centralizado en La Infinita Expiación de Jesucristo por los pecados de la humanidad y los efectos de la caída.  El plan de salvación comprende el nacimiento y la mortalidad, la muerte y la resurrección y la vida que hay mas aya o después de la muerte/. Y todo esto de acuerdo con las leyes, ordenanzas y doctrinas del evangelio. Y esto incluye primordialmente, el albedrío o agencia moral del hombre que es la habilidad de escoger y actuar por nosotros mismos el bien o el mal en base nuestras elecciones en todas las etapas de nuestra existencia.


Por causa del plan de salvación en su plenitud ahora con fe, esfuerzo, sacrificio y valentía podemos ser perfeccionados por medio de la expiación de Jesucristo y así recibir una plenitud de gozo; podemos atesorar la esperanza de vivir para siempre en la presencia de Dios y  extender o continuar los vínculos familiares perpetuamente o por el tiempo de esta vida y por todas las las eternidades. Porque la vida eterna es la continuación de las simientes para siempre jamás para que los hijos de Dios hereden tronos, reinos, principados, potestades y dominios, toda altura y toda profundidad. Y el que obtiene todas estas cosas son seres exaltados porque serán dioses y no tendrán fin por consiguiente existirán de eternidad en eternidad y los Ángeles estarán sujetos a ellos.


Y además, de cierto te digo, si un hombre se casa con una mujer por mi palabra, la cual es mi ley, y por el nuevo y sempiterno convenio, y les es sellado por el Santo Espíritu de la promesa, por conducto del que es ungido, a quien he otorgado este poder y las llaves de este sacerdocio, y se les dice: Saldréis en la primera resurrección, y si fuere después de la primera, en la siguiente resurrección, y heredaréis tronos, reinos, principados, potestades y dominios, toda altura y toda profundidad, entonces se escribirá en el Libro de la Vida del Cordero que no cometerán homicidio para derramar sangre inocente; y si cumplen mi convenio y no cometen homicidio, vertiendo sangre inocente, les será cumplido en todo cuanto mi siervo haya declarado sobre ellos, por el tiempo y por toda la eternidad; y estará en pleno vigor cuando ya no estén en el mundo; y los ángeles y los dioses que están allí les dejarán pasar a su exaltación y gloria en todas las cosas, según lo que haya sido sellado sobre su cabeza, y esta gloria será una plenitud y continuación de las simientes por siempre jamás.


Entonces serán dioses, porque no tendrán fin; por consiguiente, existirán de eternidad en eternidad, porque continuarán; entonces estarán sobre todo, porque todas las cosas les estarán sujetas. Entonces serán dioses, porque tendrán todo poder, y los ángeles estarán sujetos a ellos.

(Doctrina y Convenios | Sección 132:19 - 20)


LA PREEXISTENCIA DEL HOMBRE


Concerniente a la preexistencia del hombre nosotros los santos de los últimos días no vacilamos ni titubeamos en el conocimiento de Dios. Por medio de las escrituras y nuestras propias bendiciones patriarcales sabemos con gran certeza que el hombre, a saber ustedes y yo así como todos aquellos que han nacido, que nacer y que aun están por nacer,  vivíamos en antes de nacer en esta tierra cómo inteligencias o personajes de espíritu en la viva presencia de Dios. Y estas no son suposiciones. Quisiera hablarles un poco de lo que yo se, aunque no lo recuerdo sobre mi preexistencia.

El Señor me dijo a mí, Miguel Ángel Tinoco, por medio de su patriarca Morgan Bates que en el cielo antes de yo nacer que Dios el Padre y su hijo Jesucristo me conocían personalmente; y que yo estaba muy familiarizado con sus voces. También se me dijo que yo había sido un espíritu prominente y que tome parte activa en los grandes concilios premortales. Y también se me que yo estaba esposado con los principios de verdad y de virtud con los que Mi Padre Celestial me había enseñado y preparación para servirle antes de venir aquí a la tierra. Y que por obediencia a eso principios de rectitud yo fui escogido para venir por un linaje escogido en la dispensación del cumplimiento de los tiempos para realizas muchas misiones importantes aquí en la tierra en bien de la salvación de muchas almas.

Mi bendición es una bendición muy grande y es comparable a la de Abraham de lo cual esta escrito por la propia mano del patriarca Abraham.  Cuando Dios le  instruía personalmente y fue allí le mostró nuestra preexistencia.  Y nuestro Padre Abraham no fue el único que hablo de esto, sino que también sabemos de la preexistencia de otros profetas como Job, Jeremías, Alma y José Smith entre otros de los nobles y grandes a los cuales Dios dijo que haría sus gobernantes. Y no solo mi bendición y la de ellos sino las de muchos de ustedes; porque ustedes aso como yo, somos del linaje de Abraham, Isaac Y Jacob o Israel, que es el pueblo del convenio del Señor en cuya simiente serán benditas todas las familias de la tierra. Compare y verán. Porque en el libro de Abraham Dios dice:

·         Abraham 3:23

23 y vio Dios que estas almas eran buenas, y estaba en medio de ellas, y dijo: A éstos haré mis gobernantes; pues estaba entre aquellos que eran espíritus, y vio que eran buenos; y me dijo: Abraham, eres uno de ellos; fuiste escogido antes de nacer.

·         Job 38:4

4 ¿Dónde estabascuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes entendimiento.

·         Jeremia 1:5

5 Antes que te formase en el vientre, te conocí; y antes que nacieses, te santifiqué; te di por profeta a las naciones.

Y lo que Dios le dice a uno se lo dice a todos así que:
Vosotros también estuvisteis en el principio con el Padre; lo que es Espíritu, sí, el Espíritu de verdad; y la verdad es el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser;

(Doctrina y Convenios | Sección 93:23 - 24)

·         Doctrina y Convenios 138:56

56 Aun antes de nacer, ellos, con muchos otros, recibieron sus primeras lecciones en el mundo de los espíritus, y fueron preparados para venir en el debido tiempo del Señor a obrar en su viña en bien de la salvación de las almas de los hombres.

EL PROPOSITO DE LA VIDA ES NACER PARA OBEDECER A DIOS EN TODO LO QUE NOS MANDARE POR MEDIO DE LA FE Y ADORARLO.
El propósito de nuestra existencia es pasar de nuestro primer estado preexistente a un segundo estado existencial donde nuestros espíritus son enchaquetados con un tabernáculo de barro o con un cuerpo más tangible de carne y huesos o de elementos terrenales; cuya fusión de espíritu y de elemento en su estado de asociación perfecto, purificado y santificado trae la perfección o una plenitud de gozo.  Y estas cosas solo se pueden llevar  acabo en base a la obediencia y la verdadera adoración. En otras palabras existe el hombre para obedecer los mandamientos de Dios y para adorarlo.

·         Abraham 3:25

25 y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare;

·         Abraham 3:26

26 y a los que guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no guarden su primer estado no tendrán gloria en el mismo reino con los que guarden su primer estado; y a quienes guarden su segundo estado, les será aumentada gloria sobre su cabeza para siempre jamás.

HE aquí, dice el Señor, benditos son aquellos que han subido a esta tierra con la mira puesta únicamente en mi gloria, de acuerdo con mis mandamientos. Porque los que vivan heredarán la tierra; y los que mueran descansarán de todos sus trabajos, y sus obras los seguirán; y recibirán una corona en las mansiones de mi Padre que he preparado para ellos. Sí, benditos son aquellos cuyos pies descansan sobre la tierra de Sión, que han obedecido mi evangelio; porque recibirán como recompensa las cosas buenas de la tierra, la cual producirá con su fuerza. Y también serán coronados con bendiciones de arriba, sí, y con mandamientos no pocos, y con revelaciones a su tiempo, aquellos que son fieles y diligentes delante de mí.

(Doctrina y Convenios | Sección 59:1 - 4)


Desde el comienzo de la existencia del hombre, en el mundo a existido un vació existencial, una incertidumbre o sinsabores con respecto a la vida. Esto ocurre principalmente entre aquellos que no quisieron, no quieren y no querrán escuchar el evangelio eterno de Jesucristo que se ha pregonado desde el principio o desde la caída de nuestro Padre Adán. Estas personas viajan la vida sin el conocimiento de su identidad y de su Dios, sin saber tocante a su procedencia, sin rumbo, si propósito o destino de ser o de existir.  Van como corriendo se aquí para allá, llevados como hoja que mece el viento de aquí para allá por las filosofías y supercherías sacerdotales de los hombres o de demonios. O son llevados por el viento que es el poder de Satanás, como las olas del mar que son movidas por el viento de aquí para allá hasta que son estrelladas en los rocosos arrecifes para ser despedazadas.

Pero siempre que han existido hombres inspirados se ha sabido que nosotros existimos, que existíamos antes y que seguiremos existiendo para siempre jamás.  Que así como nosotros existimos existe un Dios a cuya imagen y semejanza fuimos creados. El es un ser divino, omnisciente y omnipotente que nos Ama y nos guía. Que vivimos para obedecer los mandamientos que el nos ha dado y para adorarlo.  O como dicen las escrituras, existimos para ver si hacemos todas las cosas que el señor nuestro Dios nos mandare o para ser probados si somos obedientes en todas las cosas. Y para heredar todas las cosas que el tiene como su hijo Jesucristo.


Es preciso, que para que este proceso de probación sea efectivo, no podamos recordar nuestro estado preexistente.  Y es por eso que al nacer se ha puesto sobre nosotros un velo que nos hace olvidar nuestra vida pasada. A este velo se le llama o se le conoce como el velo del olvido.  Y ese velo no solo nos esconde de recordar nuestra preexistencia sino también de poder apreciar la viva presencia de Dios.

Por causa de esto no podemos recordar con claridad o perfección quienes somos, de donde venimos, a donde vamos y porque estamos aquí.  Y esta incertidumbre existencial también nos excluye de ver mas allá de la muerte o de saber si hay o no hay vida después de la muerte entre otras incógnitas que el hombre natural se ha planteado. Y es por esto que muchos caminan la vida con un gran vació existencial yendo o siendo llevados sin rumbo de aquí para allá como un barco sin vela y sin ancla. Y ese velo solo se puede rasgar por medio de la fe en Jesucristo como lo experimentaron todos los profetas entre los cuales esta el hermano de Jared, Enoc, Abraham, Moises y José Smith entre otros que fueron ministrados por Ángeles continuamente y hasta con la viva presencia de Dios.


·         Éter 12:20

20 Y he aquí, hemos visto en estos anales que uno de éstos fue el hermano de Jared; porque tan grande era su fe en Dios, que cuando Dios extendió su dedo, no lo pudo ocultar de la vista del hermano de Jared, por motivo de la palabra que le había hablado, palabra que había logrado por medio de la fe.

·         Éter 4:15

15 He aquí, cuando rasguéis ese velo de incredulidad que os hace permanecer en vuestro espantoso estado de iniquidad, y dureza de corazón, y ceguedad de mente, entonces las cosas grandes y maravillosas que han estado ocultas de vosotros desde el principio del mundo, sí, cuando invoquéis al Padre en mi nombre, con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, entonces sabréis que el Padre se ha acordado del convenio que hizo con vuestros padres, oh casa de Israel.

·         Doctrina y Convenios 110:1

1 El velo fue retirado de nuestras mentes, y los ojos de nuestro entendimiento fueron abiertos.


Por eso nos es preciso venir a Dios y conocerlo haciendo las obras de Cristo. Pero por medio de las escrituras, de creerlas sabemos que no estamos aquí por casualidad y que vivimos para obedecer y adorar al Dios y Padre Eterno que nos creo. Es por eso que desde el principio se os ha predicado el evangelio eterno para que por medio de la fe y meritos de Jesucristo y no el conocimiento como lo teníamos en el cielo antes de nacer, labremos nuestra salvación y nos preparemos  para ese día de Gozo cuando una vez resucitados nos toque compadecer o presentarnos ante Dios.

En las escrituras tenemos incontables ejemplos de cómo los hijos de Dios han sido probados y quienes sen han mantenido obedientes y quienes no. Entre ellos están todos los patriarcas desde Adán hasta Enoc, desde Enoc a Noe, desde Noe hasta Abraham, desde Abrahán hasta Moisés. Desde Moisés hasta Jesucristo, y desde Jesucristo a José Smith, y desde José Smith aun hasta nosotros.

Uno de los grandes beneficios del plan de salvación es obtener una identidad para saber quienes somos. Por esto sabemos que somos hijos de Dios hechos a su imagen espiritual y su semejanza corporal. En otras palabras, todos los que hasta entonces hemos nacido, nacen y los que nacerán de aquí en adelante somos hijos espirituales de Dios. EL nos creo o nacimos de el. Todos nosotros somos una prueba viviente y constante de que Dios vive y de que guardamos nuestro primer estado preparatorio. Y que si somos fieles en todas las cosas que el señor nuestro dios nos mandare, guardaremos nuestro segundo estado el cual nos garantizara en esta vida y en la venidera una esperanza de una gloriosa o mejor resurrección o el aumento de gloria sobre nuestras cabezas para siempre jamás.

El segundo beneficio es que obtenemos un cuerpo tangible de carne y huesos que debemos controlar y moldear en base ala obediencia a los mandamientos. Muchas de estas cosas y mucho mas las aprendemos por medio del escudriño constante de las escrituras, por el estudio y por medio de la fe cuando buscamos, tocamos y pedimos a Dios.


LA MUERTE

Que es la muerte?

La muerte física es la ausencia de vida o la separación del cuerpo y del espíritu.   El espíritu es indestructible. Y el espíritu y el cuerpo juntos forman el alma del hombre. Por lo tanto la muerte es la destrucción del alma.  Existe también una segunda muerte que se le conoce como la muerte espiritual que significa la separación eterna del hombre de la presencia de Dios para sufrir eternamente.

·         Génesis 2:7

7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre alma viviente.

·         Doctrina y Convenios 88:15

15 Y el espíritu y el cuerpo son el alma del hombre.
La muerte sin Dios en nuestras vidas es o fue y será una penosa maldición o calamidad, pero para nosotros que conocemos el evangelio es una ordenanza del evangelio eterno y la puerta a la eternidad y si somos obedientes esta no nos hiere. La muerte tanto física como espiritual o el pecado son dos grandes barreras que nos impiden ver y vivir con Dios.  Por cuanto todos pecaron todos nos encontramos excluidos de su presencia.

·         Romanos 3:23

23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios,

Y por esta causa vino Jesucristo al mundo para pagar el rescate o las demandas de la justicia de Dios y así desatar las ligaduras de la muerte tanto física como espiritual. En efecto nuestro Salvador vino a hacer aquello que nosotros no podíamos hacer por nosotros mismos.  Como la muerte entro por un hombre, por el derramamiento de sangre del hijo de Dios en la cruz, temprano o tarde todos resucitaremos y seremos salvos de la primera muerte.

·         1 Corintios 15:21

21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.

·         Romanos 5:12

12 Por consiguiente, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Ahora bien, esto lo hizo Dios para que una vez perfeccionados en base a nuestras obras ya fueren buenas o malas, todos pudiéramos regresar al Dios que nos dio la vida y compadecer ante el.  Y si nunca ejercitamos la fe en Jesucristo para arrepentimiento y si no nos esforzamos por cumplir los mandamientos y leyes de Dios, entonces la segunda muerte tiene efecto en nosotros. Pero Jesús vino a pagar por esto pero solo por aquellos que verdaderamente se arrepienten y dan frutos dignos de ello manifestando la obediencia a Dios en todas las cosas. El sufrimiento que Dios padeció por nosotros y efectuó la expiación para desatarnos de la segunda muerte fue la agonía que sufrió Jesús, el mas exquisito y doloroso que todos fue cuando oraba en el monte de Getsemanee.  Fue tan grande su agonía que titubeo y deseo no tener que beber de ese cáliz de intensa amargura. Y fue por eso que le pidió al padre que de ser su voluntad quitara esa copa amarga de el. Pero la bebió e hizo que sudara grandes gotas de sangre por cada poro de su cuerpo.  Ese fue le sacrificio que ofreció solo por aquellos que se arrepienten, y los que no tendrán que sufrir aun como el. 


El Mundo de los Espíritus.


Cuando los hombres mueren son llevados de vuelta aquel Dios que les dio la vida. Es decir, empieza el proceso de regreso a casa. Este estado es un intervalo entre la muerte y la resurrección. Pero antes de llegar a Dios o de resucitar, todos los espíritus de aquellos que han muerto son llevados a un mundo que se le denomina como el mundo de los espíritus. Son llevados allí para continuar preparándose o perfeccionándose en todo lo que fuere necesario antes de compadecer ante Dios para ser juzgados por sus obras ya fueren buenas o malas.

Los espíritus de los Justos van a un lugar muy especial llamado el paraíso de Dios o el descanso el Señor donde descalzan de todo cuidado, sufrimiento y pesar y dolor en espera de su resurrección.   

Pero los espíritus de los que no son justos o los que no quisieron aceptar el evangelio, ni se bautizaron ni guardaron los mandamientos, van a un lugar llamado la prisión o cárcel espiritual a pagar la requerida penalidad por sus crímenes ante Dios y los hombres hasta el día de su resurrección.   Estos son espíritus sujetos al diablo o a sus iniquidades. Y por haberse rebelado contra Dios, estos espíritus son atormentados y torturados de día y de noche hasta que hayan pagado todo el sufrimiento que causaron por desobedecer y/ o abusar las leyes y mandamientos de Dios.

·         Alma 40:6

6 Debe haber, pues, un intervalo entre el tiempo de la muerte y el de la resurrección.

Ahora bien, respecto al estado del alma entre la muerte y la resurrección, he aquí, un ángel me ha hecho saber que los espíritus de todos los hombres, en cuanto se separan de este cuerpo mortal, sí, los espíritus de todos los hombres, sean buenos o malos, son llevados de regreso a ese Dios que les dio la vida.

Y sucederá que los espíritus de los que son justos serán recibidos en un estado de felicidad que se llama paraíso: un estado de descanso, un estado de paz, donde descansarán de todas sus aflicciones, y de todo cuidado y pena.

Y entonces acontecerá que los espíritus de los malvados, sí, los que son malos —pues he aquí, no tienen parte ni porción del Espíritu del Señor, porque escogieron las malas obras en lugar de las buenas; por lo que el espíritu del diablo entró en ellos y se posesionó de su casa— éstos serán echados a las tinieblas de afuera; habrá llantos y lamentos y el crujir de dientes, y esto a causa de su propia iniquidad, pues fueron llevados cautivos por la voluntad del diablo. Así que éste es el estado de las almas de los malvados; sí, en tinieblas y en un estado de terrible y espantosa espera de la ardiente indignación de la ira de Dios sobre ellos; y así permanecen en este estado, como los justos en el paraíso, hasta el tiempo de su resurrección.

(Libro de Mormón | Alma 40:11 - 14)

Y además, quisiera que consideraseis el bendito y feliz estado de aquellos que guardan los mandamientos de Dios. Porque he aquí, ellos son bendecidos en todas las cosas, tanto temporales como espirituales; y si continúan fieles hasta el fin, son recibidos en el cielo, para que así moren con Dios en un estado de interminable felicidad. ¡Oh recordad, recordad que estas cosas son verdaderas!, porque el Señor Dios lo ha declarado.

(Libro de Mormón | Mosíah 2:41)


La Resurrección.



Que es la resurrección?

La resurrección es la inmortalidad o la restauración o la reunión del espíritu y su cuerpo para no volver a separarse jamás. La resurrección es obtener poder sobre la muerte, cuyo aguijón es consumido en Cristo. Los Justos resucitaran para salvación y vida eterna y los injustos para condenación y muerte eterna.

·         Alma 40:9

9 Por tanto, se ha designado a los hombres una época en que han de resucitar de los muertos; y hay un intervalo entre el tiempo de la muerte y el de la resurrección. Y ahora bien, concerniente a este espacio de tiempo, qué sucede con las almas de los hombres es lo que he preguntado diligentemente al Señor para saber; y es acerca de esto de lo que yo sé.

El Juicio Final


Una vez los hombres resucitan o son restaurados a su perfecta forma corporal están capacitados para compadecer ante el Tribunal de Dios y ser Juzgados por todas sus obras ya fueren buenas o malas. Y en base a eso, en su estado de salvación o exaltación serán asignados a un grado de gloria correspondiente en base a las leyes que se esforzaron por cumplir; o serán consignados a un grado que no es de gloria o de felicidad para sufrir una condenación y miseria eterna.  En otras palabras los justos serán restaurados a la rectitud y coronados con coronas de gloria sobre sus cabezas; y los injustos serán despojados de toda luz y verdad y serán restaurados a sufrir eternamente las consecuencias de  propia maldad.

·         Alma 40:21

21 Mas si esto sucederá al tiempo de la resurrección de él o después, no lo digo; pero esto sí digo, que hay un intervalo entre la muerte y la resurrección del cuerpo, y un estado del alma en felicidad o en miseria, hasta el tiempo que Dios ha señalado para que se levanten los muertos, y sean reunidos el alma y el cuerpo, y llevados a comparecer ante Dios, y ser juzgados según sus obras.

·         Juan 5:29

29 y los que hicieron el bien saldrán a resurrección de vida, mas los que hicieron el mal, a resurrección de condenación.

·         Alma 42:23

23 Mas Dios no cesa de ser Dios, y la misericordia reclama al que se arrepiente; y la misericordia viene a causa de la expiación; y la expiación lleva a efecto la resurrección de los muertos; y la resurrección de los muertos lleva a los hombres de regreso a la presencia de Dios; y así son restaurados a su presencia, para ser juzgados según sus obras, de acuerdo con la ley y la justicia.

LOS TRES GRADOS DE GLORIA y un Grado que no es de Gloria.



Jesucristo dijo varias veces a sus discípulos que en la casa de su padre hay muchas moradas. A esas moradas se le conoce como reinos o grados de gloria. Existen tres clases o grados de gloria que se conocen como la Gloria Celestial, la Gloria Terrestrial y la Gloria Telestial.  Las escrituras modernas nos aclaran la verdad y nos descifran que clase de reino heredaremos en base a nuestras obras, ya fueren buenas o malas.

·         Doctrina y Convenios 98:18

18 No se turbe vuestro corazón, porque en la casa de mi Padre muchas moradas hay, y he preparado lugar para vosotros; y donde mi Padre y yo estamos, allí también estaréis vosotros.

·         Juan 14:2

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; de otra manera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

·         Doctrina y Convenios 76:96

96 Y la gloria de lo celestial es una, así como la gloria del sol es una.

·         1 Corintios 15:41

41 Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.

 
Al grado más alto de Gloria se le conoce como la gloria Celestial. Es un estado donde habita Dios y los que allí moran son los que tiene la vida eterna o alcanzan la exaltación. Ellos viven en la  presencia de Dios y gozan de la perfección y de una plenitud indescriptible de gloria y de gozo porque guardaron todos los mandamientos de Dios, se sujetaron a sus leyes, recibieron sus ordenanzas, perseveraron hasta el fin y fueron valientes en el testimonio de Jesucristo.    Estos se convirtieron en verdaderos hijos de Dios a semejanza de su hijo Jesucristo. Y están sobre todas las cosas y son como Dios porque heredan de la plenitud del Padre y del hijo.  Su estado es un estado eterno de fuegos y destellos celestiales como se manifiestan los sublimes destellos del sol que brilla por su propia luz.


Éstos son aquellos cuyos cuerpos son celestiales, cuya gloria es la del sol, sí, la gloria de Dios, el más alto de todos, de cuya gloria está escrito que tiene como símbolo el sol del firmamento.

(Doctrina y Convenios | Sección 76:70)

El segundo o el grado medio de Gloria en las mansiones de nuestro padre eterno se le conocen cono El Reino Terrestrial. Estos fueron los honorables hombres de la tierra que no fueron obedientes en todas las cosas y fueron encanados por las artimañas de los hombres y no fueron valientes en el testimonio de Jesucristo. Recibieron de la presencia del hijo pero no de la plenitud del padre. Así que se quedaron cortos de la gloria de Dios y de la vida eterna. Viven en su estado de salvación eternamente en un estado exagerado pero incompleto de felicidad, pero solitariamente como siervos de aquellos que alcanzaron un grado de gloria mayor. Este se compara a la luz de la luna que recibe y refleja la luz de un astro mayor.


 
Y además, vimos el mundo terrestre, y he aquí, éstos son los  de lo terrestre, cuya gloria se distingue de la gloria de los de la iglesia del Primogénito que han recibido la plenitud del Padre, así como la de la luna difiere del sol en el firmamento. He aquí, éstos son los que murieron sin ley; y también los que son los espíritus de los hombres encerrados en prisión, a quienes el Hijo visitó y predicó el evangelio, para que fuesen juzgados según los hombres en la carne; quienes no recibieron el testimonio de Jesús en la carne, mas después lo recibieron.

 Éstos son los hombres honorables de la tierra que fueron cegados por las artimañas de los hombres. Son los que reciben de su gloria, mas no de su plenitud. Son los que reciben de la presencia del Hijo, mas no de la plenitud del Padre. Por consiguiente, son cuerpos terrestres y no son cuerpos celestiales, y difieren en gloria como la luna difiere del sol.

(Doctrina y Convenios | Sección 76:71 - 78)

Éstos son aquellos que no son valientes en el testimonio de Jesús; así que, no obtienen la corona en el reino de nuestro Dios.

(Doctrina y Convenios | Sección 76:79)

Y el último grado de gloria se le conoce como la gloria telestial. Esta se compara a la luz de las estrellas que difieren en brillo las unas de las otras o unas mas que otras. Estos son los que quebrantaron todos los mandamientos de Dios, los idolatras, los asesinos, los adúlteros, los ladrones y los blasfemos entre otros.  Después que hayan saldado sus cuentas para con Dios en el infierno serán redimidos y alcanzaran una medida de felicidad que todavía es indescriptible.  Pero no recibirán ni una porción del hijo de Dios ni del Padre porque no la soportaran. Sino que estos recibirán su luz por inspiración o por medios del espíritu Santo el cual obra por poder telestial.


 
Y además, vimos la gloria de lo telestial, la gloria de lo menor, así como la gloria de las estrellas difiere de la gloria de la luna en el firmamento.

Éstos son los que no recibieron el evangelio de Cristo ni el testimonio de Jesús. Son los que no niegan al Santo Espíritu. Son aquellos que son arrojados al infierno. Son éstos los que no serán redimidos del diablo sino hasta la última resurrección, hasta que el Señor, Cristo el Cordero, haya cumplido su obra. Son los que no reciben de su plenitud en el mundo eterno, sino del Santo Espíritu por medio de la ministración de lo terrestre; y lo terrestre, por la ministración de lo celestial. Y lo telestial también lo recibe por la ministración de ángeles que son designados para ministrar por ellos, o sea, que son nombrados para ser sus espíritus ministrantes; porque serán herederos de la salvación.

(Doctrina y Convenios | Sección 76:81 - 88)

Y así como existen reinos de Gloria existe un reino que no es de gloria y es en las tinieblas de afuera donde van los hijos de perdición.


 

·         Doctrina y Convenios 88:24

24 Y el que no puede obedecer la ley de un reino telestial, no puede soportar una gloria telestial; por tanto, no es digno de un reino de gloria. Por consiguiente, deberá soportar un reino que no es de gloria.

·         Doctrina y Convenios 88:22

22 Porque el que no es capaz de obedecer la ley de un reino celestial, no puede soportar una gloria celestial.

Este es mi discurso. Y testifico que todas las cosas aquí están expuestas o lo principios del plan de salvación son verdaderas y que las escrituras confirman su veracidad. Se que esta es la única iglesia verdadera y viviente sobre toda la faz de la tierra que esta basada predica el evangelio eterno de Jesucristo; y nos ayuda a todos a estar mas cerca de Dios.


Es mi oración que este año nuevo que se aproxima nos venga el fin de lo mundano tanto individual como colectivamente para que nos esforcemos con mayor afán y circunspección para vivir de acuerdo a la disciplina del Señor para que seamos mas como El. Es mi oración que todos los que tengamos un corazón y una mente bien dispuesta nos preparemos para aprender y vivir lo que se nos revelara durante las clases de la escuela dominical que se basara en el Libro de Doctrinas y Convenios para que sepamos como venir a Cristo con el objeto que sepamos que seremos probados en todas las cosas a fin de estar preparados para la gloria que Dios tiene para nosotros que es la gloria de Sión. Siempre recordando que el que no aguanta el castigo, no es digno de ninguno de sus reinos.

·         Doctrina y Convenios 136:31

31 Es preciso que los de mi pueblo sean probados en todas las cosas, a fin de que estén preparados para recibir la gloria que tengo para ellos, sí, la gloria de Sión; y el que no aguanta el castigo, no es digno de mi reino.

Todas estas cosas se las dejo con amor y humildad en el nombre de Jesucristo, amen y amen.

Atentamente un indigno siervo en las manos de Cristo

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez

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  1. Y SUCEDERÁ que si los gentiles escucharen al Cordero de Dios el día en que él mismo se manifieste a ellos, tanto en palabra, como también en poder, real y verdaderamente, para quitar sus tropiezos, y no endurecieren sus corazones contra el Cordero de Dios, serán contados entre la posteridad de tu padre; sí, serán contados entre los de la casa de Israel; y serán para siempre un pueblo bendito sobre la tierra prometida, y no serán llevados más al cautiverio; y la casa de Israel ya no será confundida.

    Y ese profundo abismo que ha cavado para ellos esa grande y abominable iglesia, la cual establecieron el diablo y sus hijos para conducir las almas de los hombres al infierno, sí, ese profundo abismo que ha sido cavado para la destrucción de los hombres, se llenará con aquellos que lo abrieron, hasta su completa destrucción, dice el Cordero de Dios; no la destrucción del alma, a menos que sea el arrojarla en aquel infierno que no tiene fin. Porque he aquí que esto va de conformidad con la cautividad del diablo, y también con la justicia de Dios, sobre todos los que cometan iniquidades y abominaciones ante él.

    Y aconteció que el ángel me habló a mí, Nefi, diciendo: Tú has visto que si los gentiles se arrepienten, les irá bien; y también sabes acerca de los convenios del Señor con la casa de Israel; y también has oído que el que no se arrepienta deberá perecer.

    Por lo tanto, ¡ay de los gentiles, si es que endurecen sus corazones contra el Cordero de Dios!

    Porque viene el día, dice el Cordero de Dios, en que haré una obra grande y maravillosa entre los hijos de los hombres, una obra que será sempiterna, ya para una cosa u otra; ya para convertirlos a la paz y vida eterna, o entregarlos a la dureza de sus corazones y ceguedad de sus mentes hasta ser llevados al cautiverio, y también a la destrucción, tanto temporal como espiritualmente, según la cautividad del diablo, de la cual he hablado.

    (Libro de Mormón | 1 Nefi 14:1 - 7)

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  2. Y aconteció que cuando el ángel hubo hablado estas palabras, me dijo: ¿Recuerdas los convenios del Padre con la casa de Israel? Yo le contesté: Sí. Y sucedió que me dijo: Mira, y ve esa grande y abominable iglesia que es la madre de las abominaciones, cuyo fundador es el diablo.

    Y me dijo: He aquí, no hay más que dos iglesias solamente; una es la iglesia del Cordero de Dios, y la otra es la iglesia del diablo; de modo que el que no pertenece a la iglesia del Cordero de Dios, pertenece a esa grande iglesia que es la madre de las abominaciones, y es la ramera de toda la tierra. Y aconteció que miré y vi a la ramera de toda la tierra, y se asentaba sobre muchas aguas; y tenía dominio sobre toda la tierra, entre todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos.

    Y sucedió que vi la iglesia del Cordero de Dios, y sus números eran pocos a causa de la iniquidad y las abominaciones de la ramera que se asentaba sobre las muchas aguas. No obstante, vi que la iglesia del Cordero, que eran los santos de Dios, se extendía también sobre toda la superficie de la tierra; y sus dominios sobre la faz de la tierra eran pequeños, a causa de la maldad de la gran ramera a quien yo vi. Y ocurrió que vi que la gran madre de las abominaciones reunió multitudes sobre toda la superficie de la tierra, entre todas las naciones de los gentiles, para combatir contra el Cordero de Dios.

    Y aconteció que yo, Nefi, vi que el poder del Cordero de Dios descendió sobre los santos de la iglesia del Cordero y sobre el pueblo del convenio del Señor, que se hallaban dispersados sobre toda la superficie de la tierra; y tenían por armas su rectitud y el poder de Dios en gran gloria.

    Y sucedió que vi que la ira de Dios se derramó sobre aquella grande y abominable iglesia, de tal modo que hubo guerras y rumores de guerras entre todas las naciones y familias de la tierra. Y cuando empezó a haber guerras y rumores de guerras entre todas las naciones que pertenecían a la madre de las abominaciones, me habló el ángel, diciendo: He aquí, la ira de Dios está sobre la madre de las rameras; y he aquí, tú ves todas estas cosas; y cuando llegue el día en que la ira de Dios sea derramada sobre la madre de las rameras, que es la iglesia grande y abominable de toda la tierra, cuyo fundador es el diablo, entonces, en ese día, empezará la obra del Padre, preparando la vía para el cumplimiento de sus convenios que él ha hecho con su pueblo que es de la casa de Israel.

    (Libro de Mormón | 1 Nefi 14:8 - 17)

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  3. Y aconteció que el ángel me habló, diciendo: ¡Mira! Y miré, y vi a un hombre que estaba vestido con un manto blanco. Y el ángel me dijo: ¡He ahí uno de los doce apóstoles del Cordero! He aquí, él verá y escribirá el resto de estas cosas; sí, y también muchas que han sucedido. Y escribirá también sobre el fin del mundo. Por tanto, las cosas que él escriba son justas y verdaderas; y he aquí, están escritas en el libro que tú has visto salir de la boca del judío. Y en la época en que salieron de la boca del judío, o sea, cuando el libro salió de la boca del judío, las cosas que estaban escritas eran claras y puras, y las más preciosas y fáciles para el entendimiento de todos los hombres.

    Y he aquí, las cosas que este apóstol del Cordero escribirá son muchas de las que tú ya has visto; y he aquí, el resto tú lo verás. Pero las que verás en adelante, no escribirás; porque el Señor Dios ha ordenado que las escriba el apóstol del Cordero de Dios.

    Y ha habido también otros a quienes el Señor ha mostrado todas las cosas, y las han escrito; y han sido selladas, según la verdad que está en el Cordero, para aparecer en su pureza a la casa de Israel en el propio y debido tiempo del Señor.

    Y yo, Nefi, oí, y testifico que el nombre del apóstol del Cordero era Juan, según la palabra del ángel. Y he aquí que a mí, Nefi, se me prohíbe escribir el resto de las cosas que vi y oí; por lo que me basta con las que he escrito; y no he escrito más que una pequeña parte de lo que vi. Y doy testimonio de que yo vi las cosas que mi padre vio, y el ángel del Señor me las hizo saber.

    Y ahora ceso de hablar tocante a las cosas que vi cuando fui llevado en el espíritu; y si todas las cosas que vi no están escritas, las que he escrito son verdaderas. Y así es. Amén.

    (Libro de Mormón | 1 Nefi 14:18 - 30)

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  4. Pero al que crea estas cosas que he hablado, yo lo visitaré con las manifestaciones de mi Espíritu, y sabrá y dará testimonio. Porque por mi Espíritu sabrá que estas cosas son verdaderas; porque persuade a los hombres a hacer lo bueno. Y cualquier cosa que persuada a los hombres a hacer lo bueno viene de mí; porque el bien de nadie procede, sino de mí. Yo soy el mismo que conduce a los hombres a todo lo bueno; el que no crea mis palabras, tampoco me creerá a mí: que yo soy; y aquel que no me crea, no creerá al Padre que me envió. Pues he aquí, yo soy el Padre, yo soy la luz, y la vida, y la verdad del mundo.

    ¡Venid a mí, oh gentiles, y os mostraré las cosas mayores, el conocimiento que se ha ocultado a causa de la incredulidad!

    ¡Venid a mí, oh casa de Israel, y os será manifestado cuán grandes cosas el Padre ha reservado para vosotros desde la fundación del mundo; y no han llegado a vosotros por motivo de la incredulidad!

    He aquí, cuando rasguéis ese velo de incredulidad que os hace permanecer en vuestro espantoso estado de iniquidad, y dureza de corazón, y ceguedad de mente, entonces las cosas grandes y maravillosas que han estado ocultas de vosotros desde el principio del mundo, sí, cuando invoquéis al Padre en mi nombre, con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, entonces sabréis que el Padre se ha acordado del convenio que hizo con vuestros padres, oh casa de Israel.

    Entonces serán manifestadas a los ojos de todo el pueblo mis revelaciones que he hecho que sean escritas por mi siervo Juan. Acordaos, cuando veáis estas cosas, sabréis que el tiempo está cerca en que efectivamente serán manifestadas.

    Por tanto, cuando recibáis esta historia, sabréis que la obra del Padre ha empezado sobre toda la faz de la tierra.

    Arrepentíos, pues, todos vosotros los extremos de la tierra, y venid a mí, y creed en mi evangelio y sed bautizados en mi nombre; porque el que crea y sea bautizado, será salvo; mas el que no crea, será condenado; y las señales seguirán a los que crean en mi nombre. Y bendito es aquel que sea hallado fiel a mi nombre en el postrer día, porque será enaltecido para morar en el reino preparado para él desde la fundación del mundo. Y he aquí, yo soy quien lo ha hablado. Amén.

    (Libro de Mormón | Éter 4:11 - 19)

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  5. Porque fue por la fe que Cristo se manifestó a nuestros padres, después que él hubo resucitado de los muertos; y no se manifestó a ellos sino hasta después que tuvieron fe en él; por consiguiente, fue indispensable que algunos tuvieran fe en él, puesto que no se mostró al mundo. Pero por motivo de la fe de los hombres, él se ha manifestado al mundo, y ha glorificado el nombre del Padre, y preparado un medio por el cual otros pueden ser partícipes del don celestial, para que tengan esperanza en las cosas que no han visto. Por lo tanto, vosotros también podéis tener esperanza, y participar del don, si tan sólo tenéis fe.

    (Libro de Mormón | Éter 12:7 - 9)

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  6. De manera que es un deber imperioso que tenemos, no sólo para con nuestras propias esposas e hijos, sino para con las viudas y los huérfanos, cuyos maridos y padres han sido asesinados bajo su mano de hierro, hechos tenebrosos y envilecedores que son suficientes para hacer que el infierno mismo se estremezca y se quede despavorido y pálido, y que las manos del propio diablo tiemblen y se paralicen. Y además, es una obligación imperiosa que tenemos para con la generación que va creciendo y para con todos los puros de corazón; porque todavía hay muchos en la tierra, entre todas las sectas, partidos y denominaciones, que son cegados por la sutil astucia de los hombres que acechan para engañar, y no llegan a la verdad sólo porque no saben dónde hallarla; por lo tanto, consumamos y agotemos nuestras vidas dando a conocer todas las cosas ocultas de las tinieblas, hasta donde las sepamos; y en verdad éstas se manifiestan de los cielos; de manera que se debe atender a estas cosas con gran diligencia.

    Ningún hombre las considere como cosas pequeñas, porque hay mucho en lo futuro, perteneciente a los santos, que depende de estas cosas.

    Hermanos, vosotros sabéis que un barco muy grande se beneficia mucho en una tempestad, con un timón pequeño que lo acomoda al vaivén del viento y de las olas.

    Por tanto, muy queridos hermanos, hagamos con buen ánimo cuanta cosa esté a nuestro alcance; y entonces podremos permanecer tranquilos, con la más completa seguridad, para ver la salvación de Dios y que se revele su brazo.

    (Doctrina y Convenios | Sección 123:9 - 17)

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  7. Hermanos, ¿no hemos de seguir adelante en una causa tan grande? Avanzad, en vez de retroceder. ¡Valor, hermanos; e id adelante, adelante a la victoria! ¡Regocíjense vuestros corazones y llenaos de alegría! ¡Prorrumpa la tierra en canto! ¡Alcen los muertos himnos de alabanza eterna al Rey Emanuel que, antes de existir el mundo, decretó lo que nos habilitaría para redimirlos de su prisión; porque los presos quedarán libres!

    ¡Griten de gozo las montañas, y todos vosotros, valles, clamad en voz alta; y todos vosotros, mares y tierra seca, proclamad las maravillas de vuestro Rey Eterno! ¡Ríos, arroyos y riachuelos, corred con alegría! ¡Alaben al Señor los bosques y todos los árboles del campo; y vosotras, rocas sólidas, llorad de gozo! ¡Canten en unión el sol, la luna y las estrellas del alba, y den voces de alegría todos los hijos de Dios! ¡Declaren para siempre jamás su nombre las creaciones eternas! Y otra vez digo: ¡Cuán gloriosa es la voz que oímos de los cielos, que proclama en nuestros oídos gloria, salvación, honra, inmortalidad y vida eterna; reinos, principados y potestades!

    He aquí, está a punto de llegar el gran día del Señor; ¿y quién podrá soportar el día de su venida?, o ¿quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque es como fuego purificador y como jabón de lavadores; y se sentará como afinador y limpiador de la plata; porque purificará a los hijos de Leví, los depurará como a oro y como a plata, para que presenten al Señor una ofrenda en rectitud. Ofrezcamos, pues, como iglesia y como pueblo, y como Santos de los Últimos Días, una ofrenda al Señor en rectitud; y presentemos en su santo templo, cuando quede terminado, un libro que contenga el registro de nuestros muertos, el cual sea digno de toda aceptación.

    Hermanos, tengo muchas cosas que deciros referentes al tema; pero por ahora daré fin, y continuaré el asunto en alguna otra ocasión. Quedo de vosotros, como siempre, vuestro humilde siervo y constante amigo,
    JOSÉ SMITH

    (Doctrina y Convenios | Sección 128:22 - 25)

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