Muchos correran de aui para alla

Daniel 12:4

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará.


“Hay muchos hijos del Señor que andan corriendo de aquí para allá buscando una ancla estable y un canal seguro. Será tu responsabilidad y tu misión alumbrarles el camino a estas personas.” (P.M.B)

Friday, December 21, 2012

Vendrá el día en que todos verán la salvación del Señor


Sión Y Jerusalén, 21 de Diciembre del 2012–12–21


Vendrá el día en que todos verán la salvación del Señor; en que toda nación, tribu, lengua y pueblo verán ojo a ojo, y confesarán ante Dios que sus juicios son justos.

(Libro de Mormón | Mosíah 16:1)


Tú eres pedro y has dicho:

Pedro Hugo wrote:

"es cierto el fin del mundo y el fin de la tierra son 2 cosas . si lo vemos del lado de las pasiones hay tres mundos el de las cosas, el delas ideas, ( aun que este no tanto real) y el espiritual. y como usted afirma poniendo ejemplos de las tragedias puede ser un fin del mundo para tal grupo o persona . en cuanto de la tierra lo de jo al aire con esta sita y la podemos estudiar des del griego koine la palabra clave. Apocalipsis 21:1 NEOS Y KAINOS :)"

Y a ti te digo que porque has ejercitado un poco de fe y has abierto tu boca, el Señor te dará este día una respuesta de Paz para que tu conocimiento se amplié sobre las inquietudes de tu mente y de tu corazón. Siempre recordando a todos los que quieran oír, que es preciso que permanezcamos en la palabra del Señor y no a fabulas para que el amor del Señor permanezca en nosotros y nosotros en el.  Porque el mismo nos lo dijo:

·         Juan 15:10

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

·         Juan 15:9

Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.

·         Doctrina y Convenios 95:12

Si no guardáis mis mandamientos, el amor del Padre no permanecerá con vosotros; por tanto, andaréis en tinieblas.


Pedro, se de alguien que como tu buscaba conocimiento y deseaba ser un hombre mas obediente y un seguidor mas fiel de la rectitud. Ese hombre era nuestro padre Abrahán. Y si deseas expandir tu memoria y obtener mas conocimiento real y verdadero del evangelio eterno de Jesucristo, mi redentor y tu redentor, yo te aconsejo que des oído a todas mis palabras. Porque Dios hablo con Abrahán cara a cara como un hombre habla con otro. Y Dios mando su ángel para rescatarlo de ser sacarificado por su propio padre en un altar de ídolos mudos a la manera de los paganos en manos del Sacerdote de Elkénah quien también era el sacerdote de faraón. Y esto le sucedió a nuestro padre Abrahán porque sus padres se habían apartado de la rectitud; y se habían entregado a la idolatría; ni mas ni menos como la idolatría de mayas entre otras civilizaciones paganas, apostatas, pervertidas o degeneradas. Esto se encuentra documentado por la propia mano de Abraham en el Libro que de entre nosotros como la perla de gran precio. Y donde dice:

Habiéndose apartado mis padres de su rectitud y de los santos mandamientos que el Señor su Dios les había dado, y habiéndose entregado a la adoración de los ídolos de los paganos, se negaron por completo a escuchar mi voz; porque sus corazones estaban resueltos a hacer lo malo, y se habían entregado completamente al dios de Elkénah, y al dios de Líbnah, al dios de Mahmáckrah, al dios de Korash y al dios de Faraón, rey de Egipto; de modo que, tornaron sus corazones al sacrificio de los paganos, ofreciendo sus hijos a sus ídolos mudos, y no escucharon mi voz, sino que trataron de quitarme la vida por mano del sacerdote de Elkénah. El sacerdote de Elkénah era también el sacerdote de Faraón.

(Perla de Gran Precio | Abraham 1:5 - 7)


Y el Señor me dijo: Abraham, estos dos hechos existen, he aquí, tus ojos lo ven; te es concedido conocer los tiempos de computar y el tiempo fijo, sí, el tiempo fijo de la tierra sobre la cual estás, así como el tiempo fijo del luminar mayor que se ha puesto para señorear el día y el tiempo fijo del luminar menor que se ha puesto para señorear la noche.

(Perla de Gran Precio | Abraham 3:6)


Referente a las palabras que tu hablaste, en efecto, estos dos hechos existen porque todas las cosas tienen su semejanza. Una es la inteligencia del hombre, otro es el espíritu y otra es la conexión de este con las cosas o el elemento y juntas forman el alma. Y cuando estos tres factores están inseparablemente unidos, o depuse de la resurrección, en base a nuestras obras en este, nuestro estado de aprobación, ya fueren buenas o malas, el elemento y el espíritu inseparablemente unidos, traen consigo una plenitud de gozo o felicidad o un tormento eterno.  Porque ya estaba escrito que el hombre es espíritu y los elementos son eternos. Y espíritu y elemento inseparablemente unidos reciben una plenitud de gozo; y cunado están separados, el hombre no puede recibir una plenitud de gozo.

Porque el hombre es espíritu. Los elementos son eternos; y espíritu y elemento, inseparablemente unidos, reciben una plenitud de gozo; y cuando están separados, el hombre no puede recibir una plenitud de gozo.

(Doctrina y Convenios | Sección 93:33 - 34)

Nosotros lo podemos percibir, tus ojos lo ven,  cuando hablamos de la mente, el corazón y la carne.  Sabemos que hay una diferencia entre estas cosas. Y cundo la carne, el corazón y la mente se corrompen los hombres solo piensan continuamente en hacer el mal, o se vuelven carnales, sensuales y diabólicos. Y por eso fueron destruidos miles de millones durante le diluvio por agua y así será al fin del mundo o el día grande y terrible del señor que se apresura cuando todos los inicuos serán como rastrojo en un horno de fuego.  Y esto porque no quisieron escuchar la verdad que les enseñaban sus padres. Y por lo tanto no ejercitaron la fe en Jesucristo, ni se arrepintieron, ni se bautizaron para poder recibir el Don del espíritu Santo que nos guía hasta la presencia de Dios en base a nuestra continua obediencia y perseverancia.  Muchos ni siquiera saben o se imaginan que el evangelio eterno de Jesucristo ha existido desde el principio. Y que Adán, y sus hijos que fueron fieles, o todos los patriarcas se bautizaron tal y como el fue requerido a Jesucristo para mostrar al padre obediencia en todas las cosas y para cumplir con toda justicia.  Y estas son las buenas nuevas que nosotros traemos al mundo.

Hay algunas escrituras particulares que nos hablan particularmente de esto, o de la diferencia de elementos y del conocimiento de las estrellas y como son gobernadas todas las cosas en el universo desde los días de Adán, Abrahán y Moisés entre otros. Y que nos dicen:

Si existen dos cosas, y una está sobre la otra, habrá cosas mayores sobre ellas; por consiguiente, Kólob es la mayor de todas las Kókaubeam que has visto, porque está más cerca de mí. Ahora bien, si hay dos cosas, una sobre la otra, y si la luna está sobre la tierra, entonces puede ser que sobre ella exista un planeta o una estrella; y no hay nada que el Señor tu Dios disponga en su corazón hacer que él no haga.

De ahí que él hizo la estrella mayor. Así también, si hay dos espíritus, y uno es más inteligente que el otro, sin embargo estos dos espíritus, a pesar de ser uno más inteligente que el otro, no tienen principio; existieron antes, no tendrán fin, existirán después, porque son gnolaum o eternos. Y el Señor me dijo: Estos dos hechos existen: Hay dos espíritus, y uno es más inteligente que el otro; habrá otro más inteligente que ellos; yo soy el Señor tu Dios, soy más inteligente que todos ellos.

(Perla de Gran Precio | Abraham 3:16 - 19)


Y la muerte ha venido sobre nuestros padres; no obstante, los conocemos, y no podemos negar, y conocemos aun el primero de todos, sí, Adán.

Porque hemos escrito un libro de memorias entre nosotros, de acuerdo con el modelo dado por el dedo de Dios; y se ha dado en nuestro propio idioma.

Y al hablar Enoc las palabras de Dios, la gente tembló y no pudo estar en su presencia.

Y él les dijo: Por motivo de que Adán cayó, nosotros existimos; y por su caída vino la muerte; y somos hechos partícipes de miseria y angustia. He aquí, Satanás viene entre los hijos de los hombres, y los tienta para que lo adoren; y los hombres se han vuelto carnales, sensuales y diabólicos, y se hallan desterrados de la presencia de Dios.

Mas Dios ha hecho saber a nuestros padres que es preciso que todos los hombres se arrepientan. Y por su propia voz llamó a nuestro padre Adán, diciendo: Yo soy Dios; yo hice el mundo y a los hombres antes que existiesen en la carne.

Y también le dijo: Si te vuelves a mí y escuchas mi voz, y crees y te arrepientes de todas tus transgresiones, y te bautizas en el agua, en el nombre de mi Hijo Unigénito, lleno de gracia y de verdad, el cual es Jesucristo, el único nombre que se dará debajo del cielo mediante el cual vendrá la salvación a los hijos de los hombres, recibirás el don del Espíritu Santo, pidiendo todas las cosas en su nombre, y te será dado cuanto tú pidieres.

Y nuestro padre Adán habló al Señor, y dijo: ¿Por qué es necesario que los hombres se arrepientan y se bauticen en el agua? Y el Señor le contestó: He aquí, te he perdonado tu transgresión en el Jardín de Edén.

De allí que se extendió entre el pueblo el dicho: Que el Hijo de Dios ha expiado la transgresión original, por lo que los pecados de los padres no pueden recaer sobre la cabeza de los niños, porque éstos son limpios desde la fundación del mundo.

Y el Señor habló a Adán, diciendo: Por cuanto se conciben tus hijos en pecado, de igual manera, cuando empiezan a crecer, el pecado nace en sus corazones, y prueban lo amargo para saber apreciar lo bueno. Y les es concedido discernir el bien del mal; de modo que, son sus propios agentes, y otra ley y mandamiento te he dado. Enséñalo, pues, a tus hijos, que es preciso que todos los hombres, en todas partes, se arrepientan, o de ninguna manera heredarán el reino de Dios, porque ninguna cosa inmunda puede morar allí, ni morar en su presencia; porque en el lenguaje de Adán, su nombre es Hombre de Santidad, y el nombre de su Unigénito es el Hijo del Hombre, sí, Jesucristo, un justo Juez que vendrá en el meridiano de los tiempos.

Por tanto, te doy el mandamiento de enseñar estas cosas sin reserva a tus hijos, diciendo: Que por causa de la transgresión viene la caída, la cual trae la muerte; y como habéis nacido en el mundo mediante el agua, y la sangre, y el espíritu que yo he hecho, y así del polvo habéis llegado a ser alma viviente, así igualmente tendréis que nacer otra vez en el reino de los cielos, del agua y del Espíritu, y ser purificados por sangre, a saber, la sangre de mi Unigénito, para que seáis santificados de todo pecado y gocéis de las palabras de vida eterna en este mundo, y la vida eterna en el mundo venidero, sí, gloria inmortal; porque por el agua guardáis el mandamiento; por el Espíritu sois justificados; y por la sangre sois santificados; de manera que se da para que permanezca en vosotros; el testimonio del cielo; el Consolador; las cosas pacíficas de la gloria inmortal; la verdad de todas las cosas; lo que vivifica todas las cosas; lo que conoce todas las cosas y tiene todo poder de acuerdo con la sabiduría, la misericordia, verdad, justicia y juicio.

Y ahora bien, he aquí, ahora te digo: Éste es el plan de salvación para todos los hombres, mediante la sangre de mi Unigénito, el cual vendrá en el meridiano de los tiempos. Y he aquí, todas las cosas tienen su semejanza, y se han creado y hecho todas las cosas para que den testimonio de mí; tanto las que son temporales, como las que son espirituales; cosas que hay arriba en los cielos, cosas que están sobre la tierra, cosas que están en la tierra y cosas que están debajo de la tierra, tanto arriba como abajo; todas las cosas testifican de mí. Y cuando el Señor hubo hablado con Adán, nuestro padre, sucedió que Adán clamó al Señor, y lo arrebató el Espíritu del Señor, y fue llevado al agua, y sumergido en el agua, y sacado del agua.

Y de esta manera fue bautizado, y el Espíritu de Dios descendió sobre él, y así nació del Espíritu, y fue vivificado en el hombre interior. Y oyó una voz del cielo que decía: Eres bautizado con fuego y con el Espíritu Santo. Éste es el testimonio del Padre y del Hijo, desde ahora y para siempre; y eres según el orden de aquel que fue sin principio de días ni fin de años, de eternidad en eternidad.

He aquí, eres uno en mí, un hijo de Dios; y así todos pueden llegar a ser mis hijos. Amén.

(Perla de Gran Precio | Moisés 6:45 - 68)

Y así como hemos visto que nuestros padres de antaño en base a su albedrío o el poder que Dios le dio al hombre para elegir, la salvacion y vida eterna o la muerte y condenación, ellos en base a su obediencia y perseverancia en todas las cosas que su dios les mandare fueron salvos y recibieron una esperanza inmutable de que después de la muerte y la resurrección recibirían una plenitud de gozo o alcanzarían la vida eterna. Y se les instruyo para que nos en enseñarán todas estas cosas a nosotros sin reserva para que también seamos salvos. Porque vendrá el día en que todos verán la salvación del Señor; si el día en que toda nación tribu, lengua y pueblo verán ojo a ojo; y confesaran ante Dios que sus juicios son justos. Y las escrituras no me dejan mentir porque bien escrito esta:


Vendrá el día en que todos verán la salvación del Señor; en que toda nación, tribu, lengua y pueblo verán ojo a ojo, y confesarán ante Dios que sus juicios son justos. Y entonces los malvados serán echados fuera, y tendrán motivo para aullar y llorar, lamentar y crujir los dientes; y esto porque no quisieron escuchar la voz del Señor; por tanto, el Señor no los redime.

Porque son carnales y diabólicos, y el diablo tiene poder sobre ellos; sí, aquella antigua serpiente que engañó a nuestros primeros padres, que fue la causa de su caída; que fue la causa de que toda la humanidad llegara a ser carnal, sensual y diabólica, discerniendo el mal del bien, y sujetándose al diablo.

De modo que toda la humanidad estaba perdida; y he aquí, se habría perdido eternamente si Dios no hubiese rescatado a su pueblo de su estado caído y perdido.

Pero recordad que quien persiste en su propia naturaleza carnal, y sigue las sendas del pecado y la rebelión contra Dios, permanece en su estado caído, y el diablo tiene todo poder sobre él. Por tanto, queda como si no se hubiera hecho ninguna redención, siendo enemigo de Dios; y también el diablo es enemigo de Dios.

Ahora bien, si Cristo no hubiese venido al mundo, hablando de cosas futuras como si ya hubiesen acontecido, no habría habido redención. Y si Cristo no hubiese resucitado de los muertos, o si no hubiese roto las ligaduras de la muerte, para que el sepulcro no tuviera victoria, ni la muerte aguijón, no habría habido resurrección.

Mas hay una resurrección; por tanto, no hay victoria para el sepulcro, y el aguijón de la muerte es consumido en Cristo. Él es la luz y la vida del mundo; sí, una luz que es infinita, que nunca se puede extinguir; sí, y también una vida que es infinita, para que no haya más muerte. Y esto que es mortal se vestirá de inmortalidad, y esta corrupción se vestirá de incorrupción, y todos serán llevados a comparecer ante el tribunal de Dios, para ser juzgados por él según sus obras, ya fueren buenas o malas —si fueren buenas, a la resurrección de una vida eterna y felicidad; y si fueren malas, a la resurrección de una condenación eterna, pues son entregados al diablo que los ha sujetado, lo cual es la condenación—; habiendo obrado según su propia voluntad y deseos carnales; nunca habiendo invocado al Señor mientras los brazos de la misericordia se extendían hacia ellos; porque los brazos de la misericordia se extendieron hacia ellos, y no quisieron; habiendo sido amonestados por sus iniquidades, y sin embargo, no las abandonaron; y se les mandó arrepentirse, y con todo, no quisieron arrepentirse.


Y ahora bien, ¿no debéis temblar y arrepentiros de vuestros pecados, y recordar que solamente en Cristo y mediante él podéis ser salvos? Así pues, si enseñáis la ley de Moisés, enseñad también que es un símbolo de aquellas cosas que están por venir; enseñadles que la redención viene por medio de Cristo el Señor, que es el verdadero Padre Eterno. Amén.

(Libro de Mormón | Mosíah 16:1 - 15)


Por tanto, ya que se habían vuelto carnales, sensuales y diabólicos por naturaleza, este estado de probación llegó a ser para ellos un estado para prepararse; se tornó en un estado preparatorio. Y ten presente, hijo mío, que de no ser por el plan de redención (dejándolo a un lado), sus almas serían miserables en cuanto ellos murieran, por estar separados de la presencia del Señor.

Y no habría medio de redimir al hombre de este estado caído, que él mismo se había ocasionado por motivo de su propia desobediencia; por tanto, según la justicia, el plan de redención no podía realizarse sino de acuerdo con las condiciones del arrepentimiento del hombre en este estado probatorio, sí, este estado preparatorio; porque a menos que fuera por estas condiciones, la misericordia no podría surtir efecto, salvo que destruyese la obra de la justicia. Pero la obra de la justicia no podía ser destruida; de ser así, Dios dejaría de ser Dios. Y así vemos que toda la humanidad se hallaba caída, y que estaba en manos de la justicia; sí, la justicia de Dios que los sometía para siempre a estar separados de su presencia.

(Libro de Mormón | Alma 42:10 - 14)

Pedro y demás interesados. Yo, Miguel, espero en Cristo que el la semilla y hambre del evangelio eterno verdadero de Jesucristo en su Iglesia restaurada, de donde procede casi todo este conocimiento, se haya plantado en un corazón fértil y que fructifique como un árbol frondoso para la bendición de su almas, las almas de sus familiares y amigos. Esto para que en nosotros como en Abrahán y en su posteridad, que somos nosotros, se cumpla aquel viejo convenio que dice que En Abrahán y en su descendencia o posteridad, serán benditas todas las familias de la tierra.

Y que todo esto se realice sea en base a la fe en estas fieles enseñanzas de Jesucristo, para todos los que le quieran oír; de que deseen en su corazón y se esfuercen porque ya pueden, ya pueden ejercitar un grado mayor de fe, lo suficiente para arrepentimiento y para bautismo, para que así como yo se de la veracidad y certeza de estas cosas, todos ustedes también las sepan por medio del Don del Espíritu Santo, cuando estas cosas les sean administradas y conferidas por aquellos que tienen la debida autoridad. Porque como esta escrito por Moroni dijo en el libro de mormón sobre el Profeta Éter y muchos otros, por medio de la fe todas las cosas son posibles.

Porque clamaba desde la mañana hasta la puesta del sol, exhortando a los del pueblo a creer en Dios para arrepentimiento, no fuese que quedaran destruidos, diciéndoles que por medio de la fe todas las cosas se cumplen: de modo que los que creen en Dios pueden tener la firme esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de Dios; y esta esperanza viene por la fe, proporciona un ancla a las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundando siempre en buenas obras, siendo impulsados a glorificar a Dios.

(Libro de Mormón | Éter 12:3 - 4)

Y todo esto os los digo con fe, esperanza, amor y humildad, y con toda la mansedumbre que soy capaz de poseer, porque toda vía hay en mi mucho que mejorar. Pero lo hago en base a mi llamamiento a servir en fiel cumplimiento de mi deber y sin traspasar lo señalado; y lo hago como uno que tiene autoridad en el nombre de Jesucristo, amen.

Ahora me despido de ustedes. Les ha servido afanosa y atentamente un indigno siervo el las manos de Cristo

Miguel Ángel Tinoco, Rodríguez

Y SUCEDIÓ que Éter vivió en los días de Coriántumr; y Coriántumr era rey de toda la tierra.

Y Éter era profeta del Señor; por tanto, Éter salió en los días de Coriántumr y empezó a profetizar al pueblo, porque no se le podía restringir, debido al Espíritu del Señor que había en él.

Porque clamaba desde la mañana hasta la puesta del sol, exhortando a los del pueblo a creer en Dios para arrepentimiento, no fuese que quedaran destruidos, diciéndoles que por medio de la fe todas las cosas se cumplen: de modo que los que creen en Dios pueden tener la firme esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de Dios; y esta esperanza viene por la fe, proporciona un ancla a las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundando siempre en buenas obras, siendo impulsados a glorificar a Dios.

3 comments:

  1. Y ahora yo, Moroni, quisiera hablar algo concerniente a estas cosas. Quisiera mostrar al mundo que la fe es las cosas que se esperan y no se ven; por tanto, no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe.

    Porque fue por la fe que Cristo se manifestó a nuestros padres, después que él hubo resucitado de los muertos; y no se manifestó a ellos sino hasta después que tuvieron fe en él; por consiguiente, fue indispensable que algunos tuvieran fe en él, puesto que no se mostró al mundo.

    Pero por motivo de la fe de los hombres, él se ha manifestado al mundo, y ha glorificado el nombre del Padre, y preparado un medio por el cual otros pueden ser partícipes del don celestial, para que tengan esperanza en las cosas que no han visto. Por lo tanto, vosotros también podéis tener esperanza, y participar del don, si tan sólo tenéis fe.

    He aquí, fue por la fe que los de la antigüedad fueron llamados según el santo orden de Dios. Por tanto, la ley de Moisés se dio por la fe. Mas en el don de su Hijo, Dios ha preparado un camino más excelente; y es por la fe que se ha cumplido. Porque si no hay fe entre los hijos de los hombres, Dios no puede hacer ningún milagro entre ellos; por tanto, no se mostró sino hasta después de su fe.

    He aquí, fue la fe de Alma y de Amulek lo que hizo que se derribara la prisión.

    He aquí, fue la fe de Nefi y de Lehi lo que obró el cambio en los lamanitas, de modo que fueron bautizados con fuego y con el Espíritu Santo.

    He aquí, fue la fe de Ammón y de sus hermanos lo que obró tan gran milagro entre los lamanitas. Sí, y todos cuantos han obrado milagros los han obrado por la fe, tanto aquellos que fueron antes de Cristo, como los que fueron después de él.

    Y fue por la fe que los tres discípulos obtuvieron la promesa de que no gustarían la muerte; y no obtuvieron la promesa sino hasta después de tener fe. Y en ningún tiempo persona alguna ha obrado milagros sino hasta después de su fe; por tanto, primero creyeron en el Hijo de Dios.

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  2. Y hubo muchos cuya fe era tan sumamente fuerte, aun antes de la venida de Cristo, que no se les pudo impedir penetrar el velo, sino que realmente vieron con sus propios ojos las cosas que habían visto con el ojo de la fe; y se regocijaron. Y he aquí, hemos visto en estos anales que uno de éstos fue el hermano de Jared; porque tan grande era su fe en Dios, que cuando Dios extendió su dedo, no lo pudo ocultar de la vista del hermano de Jared, por motivo de la palabra que le había hablado, palabra que había logrado por medio de la fe. Y después que el hermano de Jared hubo visto el dedo del Señor, debido a la promesa que por la fe había obtenido el hermano de Jared, el Señor no pudo ocultarle nada de su vista; por consiguiente, le mostró todas las cosas, porque ya no se le podía mantener fuera del velo.

    Y es por la fe que mis padres han obtenido la promesa de que estas cosas han de llegar a sus hermanos por medio de los gentiles; por tanto, el Señor me ha mandado, sí, aun Jesucristo mismo.

    Y le dije: Señor, los gentiles se burlarán de estas cosas, debido a nuestra debilidad en escribir; porque tú, Señor, nos has hecho fuertes en palabras por la fe, pero no nos has hecho fuertes para escribir; porque concediste que todos los de este pueblo declarasen mucho, por motivo del Espíritu Santo que tú les has dado; y tú has hecho que no podamos escribir sino poco, a causa de la torpeza de nuestras manos. He aquí, no nos has hecho fuertes en escribir, como al hermano de Jared; porque le concediste que las cosas que él escribiera fuesen tan potentes como tú lo eres, al grado de dominar al hombre al leerlas. También has hecho grandes y potentes nuestras palabras, al grado de que no las podemos escribir; así que, cuando escribimos, vemos nuestra debilidad, y tropezamos por la manera de colocar nuestras palabras; y temo que los gentiles se burlen de nuestras palabras.

    Y cuando hube dicho esto, el Señor me habló, diciendo: Los insensatos hacen burla, mas se lamentarán; y mi gracia es suficiente para los mansos, para que no saquen provecho de vuestra debilidad; y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos.

    He aquí, mostraré a los gentiles su debilidad, y les mostraré que la fe, la esperanza y la caridad conducen a mí, la fuente de toda rectitud. Y yo, Moroni, habiendo oído estas palabras, me consolé, y dije: ¡Oh Señor, hágase tu justa voluntad!, porque sé que obras con los hijos de los hombres según su fe; porque el hermano de Jared dijo al monte de Zerín: ¡Apártate!; y se apartó. Y si él no hubiera tenido fe, el monte no se habría movido; por tanto, tú obras después que los hombres tienen fe. Pues así te manifestaste a tus discípulos; porque después que tuvieron fe y hablaron en tu nombre, te mostraste a ellos con gran poder.

    Y también me acuerdo de que has dicho que tienes preparada una morada para el hombre, sí, entre las mansiones de tu Padre, en lo cual el hombre puede tener una esperanza más excelente; por tanto, el hombre debe tener esperanza, o no puede recibir una herencia en el lugar que tú has preparado.

    Y además, recuerdo que tú has dicho que has amado al mundo, aun al grado de dar tu vida por el mundo, a fin de volverla a tomar, con objeto de preparar un lugar para los hijos de los hombres. Y ahora sé que este amor que has tenido por los hijos de los hombres es la caridad; por tanto, a menos que los hombres tengan caridad, no pueden heredar ese lugar que has preparado en las mansiones de tu Padre. Por lo que sé, por esto que has dicho, que si los gentiles no tienen caridad, por motivo de nuestra debilidad, tú los probarás y les quitarás su talento, sí, aun lo que hayan recibido, y lo darás a los que tengan más abundantemente.

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  3. Y sucedió que le imploré al Señor que diera gracia a los gentiles, para que tuvieran caridad. Y aconteció que el Señor me dijo: Si no tienen caridad, es cosa que nada tiene que ver contigo; tú has sido fiel; por tanto, tus vestidos estarán limpios. Y porque has visto tu debilidad, serás fortalecido, aun hasta sentarte en el lugar que he preparado en las mansiones de mi Padre.

    Y ahora yo, Moroni, me despido de los gentiles, sí, y también de mis hermanos a quienes amo, hasta que nos encontremos ante el tribunal de Cristo, donde todos los hombres sabrán que mis vestidos no se han manchado con vuestra sangre. Y entonces sabréis que he visto a Jesús, y que él ha hablado conmigo cara a cara, y que me dijo con sencilla humildad, en mi propio idioma, así como un hombre lo dice a otro, concerniente a estas cosas. Y no he escrito sino unas pocas, a causa de mi debilidad en escribir.

    Y ahora quisiera exhortaros a buscar a este Jesús de quien han escrito los profetas y apóstoles, a fin de que la gracia de Dios el Padre, y también del Señor Jesucristo, y del Espíritu Santo, que da testimonio de ellos, esté y permanezca en vosotros para siempre jamás. Amén.

    (Libro de Mormón | Éter 12:1 - 41)

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