Muchos correran de aui para alla

Daniel 12:4

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará.


“Hay muchos hijos del Señor que andan corriendo de aquí para allá buscando una ancla estable y un canal seguro. Será tu responsabilidad y tu misión alumbrarles el camino a estas personas.” (P.M.B)

Monday, December 10, 2012

Mas he aquí, mis hermanos, ¿conviene que yo os despierte a la terrible realidad de estas cosas?

Sión Y Jerusalén,  Diciembre 10 Del 2012

Mas he aquí, mis hermanos, ¿conviene que yo os despierte a la terrible realidad de estas cosas?


¿Atormentaría yo vuestras almas si vuestras mentes fueran puras?


¿Sería yo franco con vosotros, según la claridad de la verdad, si os hallaseis libres del pecado?

(Libro de Mormón | 2 Nefi 9:47)



Devocionales de Navidad de la Primera Presidencia




¿Cómo celebran navidad los mormones?



Como Ciudadano responsable en esta grande y poderosa nación; y como miembro activo de esta, La iglesia de Jesucristo de Los Santos de so Últimos Días, yo no comparto su opinión, ni la de sus líderes en estos particulares o fiestas solemnes a las que ustedes llaman fiestas o devocionales navideños entre otros.  

Debo ser franco con vosotros según la claridad de la verdad. La verdad, como sacerdote y siervo del altísimo me compele; y auque quisiera no me puedo restringir del deber solemne de exhortar a todos al arrepentimiento, incluyendo a los presidentes y lideres de esta nación y de esta Iglesia en todas sus estaciones ya fueren menores o mayores. No soy yo el que lucha contra ellos sino el santo sacerdocio que esta e mí que se vuelve para luchar contra ellos. Y no es cosa fácil de soportar porque es como dar coses contra el aguijón.

Y el Señor me ha mandado porque los lideres de este pueblo no tienen la suficiente cordura y visión para ver lo impropio de estas prácticas inicuas; y la contaminación inmoral que hace que el pueblo de Dios peque en la ignorancia; o que sean despojados de la luz y la verdad; o caigan en apostasía por la desobediencia a los santos mandamientos o por dejarse llevar o arrastrar por tradiciones incorrectas de nuestros padres o de este mundo perverso y de esta generación porfiada.

A caso no han leído las escrituras, revelaciones y mandamientos de Dios según la autoridad de nuestro padre celestial o las santas escrituras? Y si las han leído veo que no han entendido porque las Santas Escrituras dicen claramente que los santos solo pueden caer en base a la desobediencia a los mandamientos; y a causa de las tradiciones de sus padres que no son correctas. Y que por lo cual, Dios nos ha mandado a crear a nuestros hijos en la luz y la verdad.  He aquí la ley y el testimonio que no me deja mentir:

Todos los espíritus de los hombres fueron inocentes en el principio; y habiéndolo redimido Dios de la caída, el hombre llegó a quedar de nuevo en su estado de infancia, inocente delante de Dios. Y aquel inicuo viene y despoja a los hijos de los hombres de la luz y la verdad, por medio de la desobediencia, y a causa de las tradiciones de sus padres.  Pero yo os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la verdad.

(Doctrina y Convenios | Sección 93:38 - 40)



Hablando de los líderes de este pueblo, así dice el Señor:

Vuestras fiestas solemnes me son una carga y estoy cansado de soportarlas. Aborrezco, desprecio vuestras fiestas y no me dan olor grato vuestras asambleas.

Y si esto no os hace temer y temblar, deberías recordar lo que esta escrito en el capitulo 28 de Isaías sobre los ebrios de Efraín de los cuales muchos de vosotros y aun yo somos parte. Porque de ellos  o de nosotros escrito esta:

“¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de  Efraín y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos por el vino!
He aquí, el Señor tiene uno que es fuerte y poderoso, y que como una tormenta de granizo y como una tempestad arrasadora, como ímpetu de recias aguas que inundan, derriba a tierra con la mano.
Con los pies será hollada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. Y la flor marchita de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil será como la fruta temprana, antes del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan pronto como la tiene a la mano.”
Y si eso no os satisface, porque preveo que andáis por el mismo camino en el que anduvieron de los de la antigüedad haciendo irrisión o caso omiso del gran plan de felicidad, recordad lo que dijo Abinadi sobre los sacerdotes del inicuo rey Noe de lo cual esta escrito:

sí me ha mandado el Señor, diciendo:

Abinadí, ve y profetiza a los de mi pueblo, porque han endurecido su corazón en contra de mis palabras; no se han arrepentido de sus malas obras; por lo tanto, los visitaré con mi ira; sí, con mi furiosa ira los visitaré en sus iniquidades y abominaciones. Sí, ¡ay de esta generación!

Y el Señor me dijo:

Extiende tu mano y profetiza, diciendo:

Así dice el Señor: Acontecerá que los de esta generación, a causa de sus iniquidades, serán llevados al cautiverio, y serán heridos en la mejilla; sí, y por los hombres serán impelidos y muertos; y los buitres del aire y los perros, sí, y los animales salvajes devorarán su carne.

Y acontecerá que la vida del rey Noé se estimará igual que un vestido en un horno ardiente; porque sabrá que yo soy el Señor.

Y acontecerá que heriré a este pueblo mío con penosas aflicciones; sí, con hambre y con pestilencia; y haré que aúllen todo el día. Sí, y haré que les aten cargas sobre sus espaldas; y serán arreados como mudos asnos.

Y acontecerá que enviaré granizo entre ellos, y los herirá; y también serán heridos por el viento oriental; y los insectos también abrumarán sus tierras y devorarán su grano. Y serán heridos con gran pestilencia; y haré todo esto por motivo de sus iniquidades y sus abominaciones.

Y acontecerá que, a menos que se arrepientan, los destruiré totalmente de sobre la faz de la tierra; sin embargo, dejarán tras sí un registro, y lo preservaré para otras naciones que poseerán la tierra; sí, esto haré para que yo revele las abominaciones de este pueblo a otras naciones. Y muchas cosas profetizó Abinadí contra este pueblo.

(Libro de Mormón | Mosíah 12:1 - 8)


Yo escucho a los líderes mayores de este pueblo, especialmente a los líderes de la Iglesia en todas las cosas porque Dios lo ha mandado y porque es la ley pero en estos asuntos particulares en los cuales se une al mundo en sus festejos y celebraciones paganas. De no escucharlos no estuviera escribiendo hoy todas estas palabras. Y por eso yo no los tolero mas pese a la alta estima que les tengo y la posición que ellos tienen entre este pueblo y dentro de esta iglesia. 

Pero como aquellos que me precedieron, yo también prefiero honrar y temer a Dios más que al hombre o inclusive al sumo sacerdote. Mas para mi, pese a que mis palabras ofendan a muchos y se encolericen conmigo como con los de la antigüedad, ellos, los lideres de este pueblo y de esta iglesia no son mejores ni mas santos que yo;  ni yo soy mejor que ellos ni les temo como tal porque ante Dios toda carne es igual y el no hace acepción de personas.  Y a quien le honrare el honrara y al que no lo honrare lo tendrá en poca estima como yo en este día desestimo la gran autoridad que ellos tienen sobre este pueblo y sobre esta iglesia. Pero no lo hago con desacato ni alevosía sino con el poder y autoridad de Dios que esta en mí, que pese a mi escaso grado de inteligencia y educación me compele as ser obediente al fuego del espíritu que quema, quiebra y hace estremecer mis huesos.   Porque la autoridad de Mi padre Celestial es mayor que la de todos ellos; y El me avala en todas mis palabras porque el las ha puesto en mi corazón; y por eso saco mi espada en defensa de la verdad y la virtud porque para este proposito he sido enviado y para esto he nacido. Porque escrto esta:

Y sucederá que yo, Dios el Señor, enviaré a uno poderoso y fuerte, con el cetro de poder en su mano, revestido de luz como un manto, cuya boca hablará palabras, palabras eternas, mientras que sus entrañas serán una fuente de verdad, para poner en orden la casa de Dios y para disponer por sorteo las heredades de los santos cuyos nombres, junto con los de sus padres e hijos, estén inscritos en el libro de la ley de Dios; mientras que aquel hombre, que fue llamado por Dios y nombrado, que extienda su mano para sostener el arca de Dios, caerá por el dardo de la muerte, como el árbol herido por el fulgente golpe del rayo.

Y todos aquellos cuyos nombres no estén asentados en el libro de memorias, no hallarán herencia en aquel día, antes serán desarraigados y se les señalará su porción entre los incrédulos, en donde es el lloro y el crujir de dientes.

No digo yo estas cosas de mí mismo; por tanto, tal como habla el Señor, así también cumplirá.

Y los del sumo sacerdocio, así como los del sacerdocio menor y los miembros, cuyos nombres no se hallen escritos en el libro de la ley, o se descubra que han apostatado, o que han sido separados de la iglesia, no tendrán herencia entre los santos del Altísimo en aquel día; por consiguiente, les será hecho como a los hijos del sacerdote, cual está escrito en el capítulo segundo, versículos sesenta y uno y sesenta y dos de Esdras.

(Doctrina y Convenios | Sección 85:6 - 12)
 

Porque el Señor Dios ha dicho que lo interno del vaso ha de ser limpiado primero y luego lo externo será limpio también. Y es porque todos vosotros os habéis olvidado de sus mandamientos, de sus leyes y de sus estatutos y por lo cual, salvo que os arrepintáis en polvo y cenizas o en cilicio, seréis presa de sus penosos juicios.  Y de todo esto escrito esta:

No estimaréis a una carne más que a otra, ni un hombre se considerará mejor que otro

(Libro de Mormón | Mosíah 23:7)

porque no hago acepción de personas, y quiero que todo hombre sepa que el día viene con rapidez; la hora no es aún, mas está próxima, cuando la paz será quitada de la tierra, y el diablo tendrá poder sobre su propio dominio. Y también el Señor tendrá poder sobre sus santos, y reinará en medio de ellos, y bajará en juicio sobre Idumea, o sea, el mundo.

(Doctrina y Convenios | Sección 1:35 - 36)

·         1 Samuel 2:30

30 Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca haga yo tal cosa, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.

 ¿Os habéis olvidado de los mandamientos del Señor vuestro Dios? Sí, ¿habéis olvidado la cautividad de nuestros padres? ¿Habéis olvidado las muchas veces que hemos sido librados de las manos de nuestros enemigos? ¿O suponéis que el Señor aún nos librará mientras nosotros nos sentamos sobre nuestros tronos sin hacer uso de los medios que el Señor ha dispuesto para nosotros?

(Libro de Mormón | Alma 60:20 - 21)


Sí, he aquí, no temo ni vuestro poder ni vuestra autoridad, sino es mi Dios a quien yo temo; y es de acuerdo con sus mandamientos que yo tomo mi espada para defender la causa de mi país; y es por motivo de vuestra iniquidad que hemos sufrido tantas pérdidas.

(Libro de Mormón | Alma 60:28)

¿Os suponéis que Dios os tendrá por inocentes mientras os sentáis inertes y presenciáis estas cosas? He aquí, os digo que no. Ahora bien, quisiera que recordaseis que Dios ha dicho que lo interior del vaso se ha de limpiar primero, y entonces lo exterior se limpiará también.

(Libro de Mormón | Alma 60:23)


Por lo tanto como veis, mis amados hermanos, en nada estoy detrás ni siquiera del jefe de todos ellos mis líderes seculares y eclesiásticos porque las mismas obras que se ha manifestado en ellos, a saber; profecías, visones y revelaciones también se manifiestan en mí, incluso las señales de un Elder o un apóstol de Jesucristo. Porque mi Dios no estima a una carne más que la otra; y como Pablo a Pedro y a los de la iglesia, aunque nada soy, yo también a todos ustedes les digo:

 Y para que la grandeza de las revelaciones no me aexaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. Con respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor que lo quite de mí. Y me ha dicho: Te basta mi agracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.

Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por causa de Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy adébil, entonces soy fuerte.

Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros, porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy. Con todo esto, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros con toda paciencia, no sólo con señales, sino con prodigios y maravillas.

2 Corintios12: 7-12

Por lo tanto, para mí, en lo personal, porque en esto soy uno con Dios, estas celebraciones o asambleas solemnes o devocionales navideños son una abominación detestable pese a la inclinación de la carne y la presión de otros, incluyendo los idolatras de nuestras propias casas a que compartamos con ellos estos momentos festivos a la manera del mundo. Porque sino lo hacemos somos aguafiestas; o hay deficiencia emocional o intelectual; o hay diablo en nosotros.

¿Acaso no nos ha mandado el Señor a caminar en la luz de la verdad? ¿Porque entonces os entregáis a fabulas y al vano tradicionalismo?  ¿Acaso no sabéis que cuando compartís estas cosas con el mundo y las legiones de espíritus seductores que están detrás de el,  también sois co-participes de sus iniquidades y de sus abominaciones?

 ¿A caso no nos ha mandado el Señor a todos nosotros, especialmente a los hijos de Sión y de Jerusalén, o los que hemos salido de las aguas del bautismo, a salir de babilonia? Y no solo eso sino también a que seamos la sal de la tierra. ¿Y si la  sal pierde su sabor con que será salada la tierra? Por lo tanto si persistís en estas maldades y abominaciones o tradiciones incorrectas de este mundo o de vuestros  padres tendréis que incurrir en los juicios de un Dios justo y compartir las desolaciones y plagas que le sobrevendrán súbitamente a Babilonia la grande que caerá. 

¿Acaso tampoco habéis escuchado el son de la trompeta o el timbre o campanas del infierno que os claman con potente voz?  Yo no se de vosotros, pero yo si, tanto en el espíritu durante la noche como en persona hace unos escasos minutos escuche las campanas del infierno. En este preciso momento acabo de escuchar a las 1200 horas, las campanas del infierno o del gran juicio que se precipita por nuestras transgresiones a menos que súbitamente nos arrepintamos. ¿No sabéis vosotros que Babilonia espiritual ha caído, a caído; y que se ha convertido en la habitación de demonios y en guarida de todo espíritu inmundo y en el albergue de toda ave inmunda y aborrecible?   ¿Acaso vosotros no habéis oído la voz del Señor decir: salid de ella pueblo mió, para que no seáis participes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas!  ¿Acaso no sabéis vosotros que sus iniquidades han llegado hasta el cielo y que en ella se encuentra la sangre de todos los profetas? ¿Porque deseáis participar de sus fiestas, las que el mismo Dios aborrece? Porque de todo esto escrito esta:

·         3 Nefi 12:13

13 De cierto, de cierto os digo que os doy a vosotros ser la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada la tierra? De allí en adelante la sal no servirá para nada sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

·         Jeremia 50:8

8 Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos y sed como los machos cabríos que van delante del rebaño.

Apocalipsis 18

   Y después de estas cosas vi descender del cielo a otro ángel que tenía gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.  Y clamó con potente voz, diciendo: ¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, y en guarida de todo espíritu inmundo y en albergue de toda ave inmunda y aborrecible.
Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su  fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con la  potencia de sus deleites.
Y oí otra voz del cielo, que decía: ¡Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis parte de sus plagas!, porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella tal como ella os ha dado, y pagadle el doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.
Cuanto ella se ha glorificado, y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto, porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina y no soy viuda y no veré llanto. Por lo cual, en un solo día vendrán sus plagas: muerte, llanto y hambre; y será quemada con fuego, porque poderoso es Dios el Señor, que la juzgará. Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella y que con ella han vivido en deleites, cuando vean el humo de su incendio, llorarán y se lamentarán por ella, estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte, porque en una sola hora vino tu juicio! Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan por ella, porque ninguno compra más sus mercaderías: mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de escarlata, de seda, de grana, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; canela, especias aromáticas, ungüentos, incienso, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos, carros, esclavos y almas de hombres. Y los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas suntuosas y espléndidas te han faltado y nunca más las hallarás.
 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se mantendrán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentándose, y diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, y de piedras preciosas y de perlas!
Porque en una sola hora han sido desoladas tantas riquezas. Y todo capitán, y todos los que viajan en naves, y los marineros y todos los que trabajan en el mar, se quedaron lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esa gran ciudad? Y echaron polvo sobre sus cabezas y dieron voces, llorando y lamentándose, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas! ¡Porque en una sola hora ha sido desolada!
Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos apóstoles y profetas, porque Dios os ha hecho justicia en ella. Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la echó al mar, diciendo: Con igual ímpetu será derribada  Babilonia, la gran ciudad, y nunca jamás será hallada. Y no se oirá más en ti voz de arpistas, ni de músicos, ni de flautistas ni de trompetistas; y no se hallará más en ti artífice de oficio alguno; y no se oirá más en ti ruido de molino. Y luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni  voz de novio ni de novia se oirá más en ti, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, pues por tus hechicerías todas las naciones han sido engañadas. Y en ella fue hallada la  sangre de los profetas, y de los santos y de todos los que han sido muertos en la tierra.

Porque, si solo en este mundo tenemos esperanza en Cristo, considerémonos los mas miserables de los hombres. Si solo en la época de Acción de gracias,  Navidad, Satán Leviatán o San Valentín,  e inclusive en la celebración de independencia, entre otras garras de Satanás que son épocas de cómo de luna llena, altas en la desenfrenacion moral, pagana y pseudos espiritual, podemos mostrar amor por el prójimo, la iglesia y la nación, entonces somos los mas hipócritas de entre todos los que se denominan como Cristianos.

Ustedes no lo perciben porque no han rasgado el velo de iniquidad y de incredulidad que cubre sus mentes, pero déjenme advertirles porque yo lo he visto, que los demonios no solo se deleitan en nosotros cuando les hacemos fiesta sino que también nos seducen y nos roban la luz y la verdad sin que nos demos cuenta o sin que nos percatemos. Porque fueron estas trivialidades o celebraciones paganas y doctrinas de hombres y demonios mezcladas con las escrituras que poco a poco se fueron interpolando en la fibra de la iglesia de Jesucristo en la antigüedad; y que fueron estas cosas las que llevaron a la iglesia primitiva en todo el mundo a la apostasía y a sus miembros a la espantosa destrucción. He aquí la ley y el testimonio de Mormon:

Y yo, Mormón, quiero que sepáis que el pueblo se había multiplicado de tal manera que se hallaba esparcido por toda la faz de la tierra, y que habían llegado a ser sumamente ricos, por razón de su prosperidad en Cristo.

Y ahora bien, en este año, el doscientos uno, empezó a haber entre ellos algunos que se ensalzaron en el orgullo, tal como el lucir ropas costosas, y toda clase de perlas finas, y de las cosas lujosas del mundo. Y de ahí en adelante ya no tuvieron sus bienes y posesiones en común entre ellos. Y empezaron a dividirse en clases; y empezaron a establecer iglesias para sí con objeto de lucrar; y comenzaron a negar la verdadera iglesia de Cristo.

Y sucedió que cuando hubieron transcurrido doscientos diez años, ya había en la tierra un gran número de iglesias; sí, había muchas iglesias que profesaban conocer al Cristo, y sin embargo, negaban la mayor parte de su evangelio, de tal modo que toleraban toda clase de iniquidades, y administraban lo que era sagrado a quienes les estaba prohibido por motivo de no ser dignos. Y esta iglesia se multiplicó en gran manera por causa de la iniquidad, y por el poder de Satanás que se apoderó de sus corazones.

Y además, había otra iglesia que negaba al Cristo; y éstos perseguían a los de la verdadera iglesia de Cristo por su humildad y creencia en Cristo, y los despreciaban por causa de los muchos milagros que se efectuaban entre ellos. Por tanto, ejercían poder y autoridad sobre los discípulos de Jesús que permanecieron con ellos, y los echaban en prisiones; pero por el poder de la palabra de Dios, que estaba en ellos, las prisiones se partían en dos, y salían ellos haciendo grandes milagros entre el pueblo. No obstante, y a pesar de todos estos milagros, el pueblo endureció su corazón e intentó matarlos, así como los judíos de Jerusalén procuraron matar a Jesús, según la palabra de él. Y los arrojaban en hornos encendidos; y salían sin recibir ningún daño. Y también los echaban en fosos de animales feroces, y jugaban con las fieras como un niño con un cordero; y salían de entre ellos sin recibir daño alguno.

No obstante, los del pueblo endurecieron su corazón, porque los guiaron muchos sacerdotes y profetas falsos a establecer muchas iglesias y a cometer toda clase de iniquidades. Y herían al pueblo de Jesús; pero el pueblo de Jesús no les devolvía el mal. Y así degeneraron en la incredulidad e iniquidad de año en año, hasta que hubieron pasado doscientos treinta años.

Y sucedió que en este año, sí, en el año doscientos treinta y uno, hubo una gran división entre el pueblo.

Y aconteció que en este año se levantó un grupo que fue llamado nefitas, y eran verdaderos creyentes en Cristo; y entre éstos se encontraban aquellos que los lamanitas llamaban jacobitas, y josefitas, y zoramitas; por tanto, los verdaderos creyentes en Cristo y los verdaderos adoradores de Cristo (entre los cuales se hallaban los tres discípulos de Jesús que habían de quedar) eran llamados nefitas, y jacobitas, y josefitas, y zoramitas.

Y aconteció que aquellos que rechazaban el evangelio eran llamados lamanitas, lemuelitas e ismaelitas; y éstos no degeneraron en la incredulidad, sino que intencionalmente se rebelaron contra el evangelio de Cristo; y enseñaron a sus hijos a no creer, así como sus padres degeneraron desde el principio.

Y fue por motivo de la iniquidad y abominación de sus padres, así como fue en el principio. Y les enseñaron a odiar a los hijos de Dios, tal como se había enseñado a los lamanitas a aborrecer a los hijos de Nefi desde el principio.

Y ocurrió que habían transcurrido doscientos cuarenta y cuatro años, y así se hallaban los asuntos del pueblo. Y la parte más inicua del pueblo se hizo fuerte, y llegó a ser mucho más numerosa que los del pueblo de Dios.

Y continuaron estableciendo iglesias para sí, y adornándolas con todo género de objetos preciosos. Y así transcurrieron doscientos cincuenta años, y también doscientos sesenta años. Y sucedió que la parte inicua del pueblo empezó otra vez a reconstituir los juramentos y las combinaciones secretas de Gadiantón.

Y también los del pueblo, que eran llamados el pueblo de Nefi, empezaron a tener orgullo en su corazón, a causa de sus inmensas riquezas, y se envanecieron igual que sus hermanos, los lamanitas. Y desde entonces empezaron a afligirse los discípulos por los pecados del mundo.

Y ocurrió que, cuando hubieron pasado trescientos años, tanto el pueblo de los nefitas como el de los lamanitas se habían vuelto sumamente inicuos, los unos iguales que los otros. Y aconteció que los ladrones de Gadiantón se extendieron por toda la superficie de la tierra; y no había quien fuese justo salvo los discípulos de Jesús. Y acumulaban y guardaban oro y plata en abundancia; y traficaban en mercaderías de toda clase.

Y sucedió que cuando hubieron transcurrido trescientos cinco años (y el pueblo seguía todavía en su iniquidad), murió Amós; y su hermano Ammarón llevó los anales en su lugar. Y aconteció que cuando hubieron pasado trescientos veinte años, Ammarón, impulsado por el Espíritu Santo, ocultó los anales que eran sagrados —sí, todos los anales sagrados que se habían transmitido de generación en generación, los cuales eran sagrados— aun hasta el año trescientos veinte desde la venida de Cristo.

Y los ocultó para los fines del Señor, con objeto de que volvieran otra vez al resto de la casa de Jacob, según las profecías y las promesas del Señor. Y así concluyen los anales de Ammarón.

(Libro de Mormón | 4 Nefi 1:23 - 49)


Estas festividades con las cuales o alegráis de año tras año no son para honrar el nacimiento de Jesús El Cristo como se supone sino hacer fiesta por su muerte. Considerad las palabras Merry Christmass. O en otras palabras, alegraos y haced fiesta o misa porque Cristo a muerto. ¿Acaso no son estas las practicas disfrazadas de lo Nicolaitas, una antigua combinación secreta con fines de poder y lucro que se alegran por la muerte de los santos. ¿Cómo podemos nosotros los que estamos supuestos a estar fundados en la verdad ser participes de estas abominaciones? Y estas celebraciones paganas existieron y aun existen para oprimir y despojar de sus bienes a los niños, a los huérfanos y a las viudas con sus mercaderías baratas y así esclavizar y oprimir al pueblo. Fiestas o festejos inmundos de todas clases en donde las mujeres y hombres, jóvenes y hasta los niños  se disfrazan con vestido extranjero.  Y el mundo nos seducen con regalos y otros deleites. Estos  obradores de iniquidad de este pueblo empedernido son los que apedrean y matan a los profetas haciendo irrisión y burla con risotadas del gran plan de salvación diciendo, Ho, Ho Ho! Y si no se arrepienten Dios los castigara. Porque bien escrito esta:

·         Sofonías 1:8

8 Y sucederá que en el día del sacrificio de Jehová, castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey y a todos los que llevan vestido extranjero.

·         Apocalipsis 2:6

6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.

·         Apocalipsis 2:15

15 Así también tú tienes a los que se aferran a la doctrina de los nicolaítas, la cual yo aborrezco.

Y cuando efectúan sus aborrecibles cometidos en la oscuridad, se dan regalos, obsequios o sobornos que corrompen el corazón del recto y lo hacen prevaricar.  Y también se dan regalos y s lisonjean con palabras vanas los unos a los otros cuando matan a los profetas. Acaso os habéis olvidado del Justo Abel que fue asesinado por su hermano, de Sacarías que fue asesinado detrás del templo y de cómo murió Juan el Bautista Decapitado y nuestro Señor Jesucristo quien fue crucificado, entre otros?  ¿Y no es esto lo que sucederá a los dos testigos de Jesucristo que le serán levantados a la nación judía y de lo cual esta escrito que se darán regalos los unos a los otros?  He aquí la ley y el testimonio:

·         Éxodo 23:8

8 No recibirás soborno, porque el soborno ciega a los que ven y pervierte las palabras de los justos.

    

·         Proverbios 21:14

14 El regalo en secreto calma el furor; y el soborno en el seno, la fuerte ira.

·         Proverbios 19:6

6 Muchos imploran el favor del príncipe, y todos son amigos del hombre que da regalos.

·         Génesis 34:12

12 Aumentad a cargo mío mucha dote y regalos, que yo daré cuanto me digáis, y dadme la joven por esposa.

·         Proverbios 18:16

16 Los regalos del hombre le abren el camino y le llevan delante de los grandes.

·         Apocalipsis 11:10

10 Y los moradores de la tierra se regocijarán acerca de ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los que moraban sobre la tierra.

Mas he aquí, mis hermanos, ¿conviene que yo os despierte a la terrible realidad de estas cosas? ¿Atormentaría yo vuestras almas si vuestras mentes fueran puras? ¿Sería yo franco con vosotros, según la claridad de la verdad, si os hallaseis libres del pecado?

(Libro de Mormón | 2 Nefi 9:47)


He aquí, si fueseis santos, os hablaría de cosas santas; pero como no sois santos, y me consideráis como maestro, es menester que os enseñe las consecuencias del pecado. He aquí, mi alma aborrece el pecado, y mi corazón se deleita en la rectitud; y alabaré el santo nombre de mi Dios.

Venid, hermanos míos, todos los que tengáis sed, venid a las aguas; y venga aquel que no tiene dinero, y compre y coma; sí, venid y comprad vino y leche, sin dinero y sin precio. Por lo tanto, no gastéis dinero en lo que no tiene valor, ni vuestro trabajo en lo que no puede satisfacer.

Escuchadme diligentemente, y recordad las palabras que he hablado; y venid al Santo de Israel y saciaos de lo que no perece ni se puede corromper, y deléitese vuestra alma en la plenitud.

He aquí, amados hermanos míos, recordad las palabras de vuestro Dios; orad a él continuamente durante el día, y dad gracias a su santo nombre en la noche. Alégrese vuestro corazón. Y considerad cuán grandes son los convenios del Señor, y cuán grandes sus condescendencias para con los hijos de los hombres; y a causa de su grandeza, y su gracia y misericordia, nos ha prometido que los de nuestra posteridad no serán completamente destruidos, según la carne, sino que los preservará; y en generaciones futuras llegarán a ser una rama justa de la casa de Israel.

Y ahora bien, mis hermanos, quisiera hablaros más; pero mañana os declararé el resto de mis palabras. Amén.

(Libro de Mormón | 2 Nefi 9:48 - 54)

Y ACONTECIÓ que el ángel me habló, diciendo: ¡Mira! Y miré, y vi muchas naciones y reinos.

Y me dijo el ángel: ¿Qué ves? Y yo dije: Veo muchas naciones y reinos.

Y me dijo él a mí: Éstas son las naciones y los reinos de los gentiles.

Y aconteció que vi entre las naciones de los gentiles la formación de una grande iglesia.

Y el ángel me dijo: He aquí la formación de una iglesia que es la más abominable de todas las demás iglesias, que mata a los santos de Dios, sí, y los atormenta y los oprime, y los unce con un yugo de hierro, y los reduce al cautiverio. Y aconteció que vi esta grande y abominable iglesia, y vi que el diablo fue su fundador.

Y vi también oro y plata y sedas y escarlatas y linos de fino tejido y toda especie de vestiduras preciosas; y vi muchas rameras. Y el ángel me habló, diciendo: He aquí, el oro y la plata, las sedas y escarlatas, y los linos de fino tejido, y los preciosos vestidos, y las rameras, son lo que desea esta grande y abominable iglesia. Y también, por motivo de las alabanzas del mundo, destruyen a los santos de Dios y los reducen al cautiverio.

(Libro de Mormón | 1 Nefi 13:1 - 9)

En efecto, El señor mismo ha dicho en diversas escrituras que nuestras festividades son una abominación para el y que las tornara en luto y en lamentaciones como cuando uno pierde a un hijo único. La abominación y la iniquidad es muy grande. Y quisiera inscribir todo el contexto de las escrituras como roció o torrente del cielo pero en lugar de ello lo haré línea por línea, precepto por precepto, un poquito aquí, y un poquito allí. Y un mandamiento por aquí y un principio pro allá me basta en este día por que no los tolero mas para que los que no quieran escuchar la verdad, tropiecen y caigan para no levantarse mas porque me han hecho pecar. Porque Jesucristo es el único fundamento Seguro, y de esta manera os probara el Señor, porque los que no quieran creer la verdad, escucharan y creerán una mentira porque han apartado su oído de la verdad y se han entregado a las fabulas. El nos pondrá nuestra rectitud a plomada y si somos encontrados faltos el no nos tolerara mas como con los antiguos, y el lo ha Jurado,

·         Amós 5:21

21 Aborrezco, desprecio vuestras fiestas, y no me darán olor grato vuestras asambleas.

·         Isaías 1:13

13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo soportar; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.

·         Isaías 1:14

14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las aborrece mi alma; me son una carga; cansado estoy de soportarlas.

·         Amós 8:10

10 Y cambiaré vuestras fiestas en duelo y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto por el hijo único, y su final será como día amargo.

·         Doctrina y Convenios 98:12

12 Porque él dará a los fieles línea sobre línea, precepto tras precepto; y en esto os pondré a prueba y os probaré.

·         Isaías 28:13

13 Y la palabra de Jehová les fue mandamiento tras mandamiento, mandato tras mandato, línea sobre línea, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá, a fin de que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, y atrapados y apresados.

·         Helamán 13:8

8 Por tanto, así dice el Señor: Debido a la dureza del corazón del pueblo de los nefitas, a menos que se arrepientan, les quitaré mi palabra, y les retiraré mi Espíritu, y no los toleraré más, y volveré el corazón de sus hermanos en contra de ellos.

·         Amós 8:2

2 Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y me dijo Jehová: Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; ya no lo toleraré más.

·         Amós 7:8

8 Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; ya no lo toleraré más.

·         2 Timoteo 4:4

4 y apartarán el oído de la verdad y se volverán a las fábulas.



En los días antiguos, los reyes de Israel, hablando de los que mas o menos querían o procuraban agradar a Dios, en ocasiones derribaron los altares paganos y los ídolos de entremedio del pueblo para santificarse, pero todos sus reyes, por temer mas al pueblo que a Dios fallaron en derribar los árboles y lo jardines de deleites donde los israelitas sacrificaban a dioses paganos y se entraban a los infames ritos de inmoralidad, y de orgías y toda otra clase de abominaciones o libaciones idolatras bajo todo árbol frondoso con las cuales, no solo sacrificaban pero se revolcaban no solo entre ellos en orgías sino que también ardían de lujuria con los mismos demonios. 


·         2 Reyes 17:10

10 y levantaron estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso.

·         2 Reyes 16:4

4 Asimismo sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, y sobre los collados y debajo de todo árbol frondoso.

·         2 Crónicas 28:4

4 Asimismo sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, y en los collados y debajo de todo árbol frondoso.

·         Isaías 57:5

5 que ardéis de lujuria entre encinas, debajo de todo árbol frondoso, que sacrificáis a los hijos en los valles, debajo de los peñascos?

·         1 Reyes 14:23

23 Porque ellos también se edificaron lugares altos, y estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso.

·         Ezequiel 6:13

13 Y sabréis que yo soy Jehová cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos, alrededor de sus altares, en todo collado alto y en todas las cumbres de los montes, y debajo de todo árbol frondoso y debajo de toda encina espesa, lugares donde ofrecían olor grato a todos sus ídolos.

·         Deuteronomio 12:2

2 Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados y debajo de todo árbol frondoso.

·         Jeremia 2:20

20 Porque desde hace mucho tiempo yo quebré tu yugo y rompí tus ataduras; y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso, te acostabas como ramera.

·         Jeremia 3:13

13 Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios te has rebelado, y has repartido tus favores a los extraños debajo de todo árbol frondoso y no has escuchado mi voz, dice Jehová.

Por todo esto que esta escrito y por lo que sufro y he sufrido por causa de la desobediencia a los mandamientos que emanaron de estas tradiciones en la ignorancia de su procedencia.  Yo, en lo personal me estoy despojando junto con los de mi casa de estas costumbres o tradiciones incorrectas de nuestros padres que tantos problemas nos han traído como individuos y como pueblo y como iglesia por ignorar el gran peligro espiritual que estas cosas que parecen inocuas o inofensivas verdaderamente representan; si es que no nos detenemos a pensar sobre su verdadero origen y propósito que es hacernos caer en trasgresión y despojarnos del la verdad y el poder que Dios ha depositado en nosotros entre otras cosas. Porque son tradiciones que acarreamos desde que somos niños, que empiezan con un dulce, luego con una tarjetita, luego con flores, luego con regalos cada vez mas costosos, luego con un vino que nos hace quebrantar la palabra de sabiduría, al cual culpamos por habernos endeudado y  amanecido en un motel u hotel done perdimos la virtud mas preciada que es la castidad.  Y luego de eso viene el llanto y crujir de dientes. Porque si no caemos en las tramas de Satanás por oportunidad caeremos por su importunidad.

Por lo tanto, pese a las criticas, yo trato tanto como puedo de evitar todo aquello que no se practicara en el cielo una vez hayamos salido del mundo.  Y soy odiado por el mundo y aborrecido por los de mi casa por eso.  Por decirles que la mayoría de nuestras fiestas o celebraciones son mundanas o paganas y traen penosas consecuencias que nos sujetan a Satanás que solo quiere la miseria y destrucción de nuestras almas. Mas la palabra de Dios confirma que lo que digo es verdad y no me disculpo, porque aunque pasaren los cielos y la tierra la palabra de Dios no pasara sin que toda se cumplirá y los que el ha dispuesto se verificara. Porque de esto escrito esta:

Todos los espíritus de los hombres fueron inocentes en el principio; y habiéndolo redimido Dios de la caída, el hombre llegó a quedar de nuevo en su estado de infancia, inocente delante de Dios. Y aquel inicuo viene y despoja a los hijos de los hombres de la luz y la verdad, por medio de la desobediencia, y a causa de las tradiciones de sus padres.  Pero yo os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la verdad.

(Doctrina y Convenios | Sección 93:38 - 40)

Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo. Porque he aquí, el Señor es Dios, y el Espíritu da testimonio, y el testimonio es verdadero, y la verdad permanece para siempre jamás. Amén.

(Doctrina y Convenios | Sección 1:38 - 39)

Os he hablado la verdad según como el espíritu de Dios ha obrado en mí. Y tengo un gran dolor de cabeza como si alguien me estuviera dando con un martillo y el cincel. Y es por todo lo que he visto y oído, y lo que en breve se realizara.  Y esto aflige y agobia mi alma sobremanera. Porque no hace mucho, inclusive ayer o el día antes de ayer,  escribí mucho sobre cosas santas y maravillosas del universo y la eternidad concernientes a la salvación del hombre en base al gran plan de redención. Y lo hice como para influenciar a mis hermanos, amigos y desconocidos a ejercitar la fe para arrepentimiento y que quieran venir a Cristo y ser salvos. Y ore porque a algunos de nosotros, sino a todos, nos viniera al fin de lo mundano para que nos acercáramos más a Dios y participáramos de su amor y misericordia.  Y parece que Dios me ha escuchado.

Pero mi fe fue en vano, y pienso que por nada me esforcé al escribir tanto. Y se que estas palabras son duras contra mi Señor y Dios al que tanto amo. Y lloro amargamente porque el me ha escuchado el pensamiento de mi corazón. Porque me he consagrado de tal manera a su a su obra que mi alma clama estas mismas palabras que ya estaban escritas: En vano es servir a Dios, ¿Y de que me aprovecha haber guardado sus ordenanzas y haber andado afligido delante del Señor de los ejércitos?  Y yo mismo las he dicho y  no las puedo negar ni me puedo retractar porque la verdad ya estaba escrita:

En vano es servir a Dios; ¿y qué nos aprovecha haber guardado sus ordenanzas, y haber andado afligidos delante del Señor de los Ejércitos?

(Libro de Mormón | 3 Nefi 24:14)

Y como veis por lo que he escrito este día, a mi me vino primero el fin de lo mundano; y como me aflijo hasta que se complete porque aborrezco los pecados y las abominaciones y la corrupción de la carne que es débil y quiere regocijarse comiendo y bebiendo como el mundo. Y miserable hombre que soy, porque cuando deseo regocijarme, me acuerdo de los pecados que tan fácilmente me accedían; y esto contrista mi alma. Y se ha derramado mi copa de indignación y estoy muy angustiado por ello; afligido y atribulado en el espíritu estoy. Mi mente se a turbado y mis pensamientos se han ennegrecido. Y deseo que pronto pase esta amarga copa de mí. Pero que no sea mi voluntad sino la voluntad del que me envió.  Y por esto hago esta plegaria:

Oh, Padre Eterno y santísimo, agradecido estoy, y alabado sea tu nombre. Ten misericordia de mí, consuela mi alma. No entiendo porque tu dulce palabra que recibo con gozo se agria en mi estomago y me sabe amarga. ¿No te da pena verme así? ¿Porque te alegra el verme afligido y quebrantado de espíritu? Y ¿Porque me haces andar afligido; yo que me deleito en tu palabra y me regocijo en tu grandeza? ¿Porque en lugar de deleite me has vestido de cilicio como si lamentara la muerte de un hijo único?  No obstante Padre, aun es esta amargura que me agobia hasta el centro, siento el deseo de catarte la canción del amor que redime y de adorarte. Porque yo te consagro mis aflicciones para le beneficio de mi alma en el nombre de tu hijo Jesucristo, cuando venga a ti en un mundo mejor. Escúchame cantar, oh mi Padre, porque esto es mi oración y mi adoración ante ti, porque grande eres tu, mi Señor y mi Dios, amen

Señor mi Dios, al contemplar los cielos,  el firmamento y las estrella mi. Al oír tu voz en los potentes truenos, al ver brillar el sol en su cenit. Mi alma canta mi señor y Dios, Grande eres tú, grande eres tú.

Al recorrer, los montes y los valles, y ver las bellas flores al pasar, al escuchar el canto de las aves, y el murmurar del caro manantial. Mi alma canta mi señor y Dios, Grande eres tú, Grande eres tú.

Al recordar el Gran amor del Padre, que desde el cielo al salvador envió. Aquel Jesús que por salvarme vino, y en la Cruz por mi sufrió y murió. Mi alma canta, mi Señor y Dios: Grande eres tú, Grande eres tú.

Y cuando Dios me llame a su presencia, al dulce hogar, al cielo de esplendor. Le adorare, cantando la grandeza de su poder y su infinito amor. Mi alma canta, mi Señor y Dios, Grande eres tu, Grande eres tu.

Y este es mi mensaje para este día para todos los que lo quieran recibir; y lo dejo dicho como uno que tiene autoridad en le sagrado nombre de Jesucristo, amen.

Atentamente, un indigno siervo en las manos de Cristo

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez


8 comments:

  1. He aquí lo que dicen las Escrituras: El hombre no herirá ni tampoco juzgará; porque el juicio es mío, dice el Señor, y la venganza es mía también, y yo pagaré. Y el que respire iras y contiendas contra la obra del Señor, y contra el pueblo del convenio del Señor, que es la casa de Israel, y diga: Destruiremos la obra del Señor, y el Señor no se acordará del convenio que ha hecho con la casa de Israel, tal persona está en peligro de ser talada y arrojada al fuego; porque los eternos designios del Señor han de seguir adelante, hasta que se cumplan todas sus promesas.

    Escudriñad las profecías de Isaías. He aquí, no puedo escribirlas. Sí, he aquí, os digo que aquellos santos que me han precedido, que han poseído esta tierra, clamarán, sí, desde el polvo clamarán al Señor; y así como vive el Señor, se acordará del convenio que ha hecho con ellos. Y él conoce sus oraciones, que se hicieron a favor de sus hermanos. Y él conoce su fe, porque en su nombre pudieron mover montañas; y en su nombre pudieron hacer que temblara la tierra; y por el poder de su palabra hicieron que se derribaran las prisiones; sí, ni aun el horno ardiente pudo dañarlos, ni las bestias salvajes, ni las serpientes venenosas, por motivo del poder de su palabra. Y he aquí, sus oraciones también fueron a favor de aquel a quien el Señor habría de conceder sacar a luz estas cosas.

    Y no es menester que nadie diga que no saldrán, pues ciertamente saldrán, porque el Señor lo ha dicho; porque de la tierra han de salir, por mano del Señor, y nadie puede impedirlo; y sucederá en una época en que se dirá que ya no existen los milagros; y será como si alguien hablase de entre los muertos. Y sucederá en un día en que la sangre de los santos clamará al Señor, por motivo de las combinaciones secretas y las obras de obscuridad.
    Sí, sucederá en un día en que se negará el poder de Dios; y las iglesias se habrán corrompido y ensalzado en el orgullo de sus corazones; sí, en un día en que los directores y maestros de las iglesias se envanecerán con el orgullo de sus corazones, hasta el grado de envidiar a aquellos que pertenecen a sus iglesias.

    Sí, sucederá en un día en que se oirá de fuegos, y tempestades, y vapores de humo en países extranjeros; y también se oirá de guerras, rumores de guerras y terremotos en diversos lugares.

    Sí, sucederá en un día en que habrá grandes contaminaciones sobre la superficie de la tierra: habrá asesinatos, y robos, y mentiras, y engaños, y fornicaciones, y toda clase de abominaciones; cuando habrá muchos que dirán: Haz esto, o haz aquello, y no importa, porque en el postrer día el Señor sostendrá al que tal hiciere. Pero ¡ay de tales, porque se hallan en la hiel de amargura y en los lazos de la iniquidad!

    Sí, sucederá en un día en que se habrán establecido iglesias que dirán: Venid a mí, y por vuestro dinero seréis perdonados de vuestros pecados.

    (Libro de Mormón | Mormón 8:20 - 33)

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  2. ¡Oh pueblo inicuo, y perverso, y obstinado! ¿Por qué os habéis establecido iglesias para obtener lucro? ¿Por qué habéis tergiversado la santa palabra de Dios, para traer la condenación sobre vuestras almas? He aquí, examinad las revelaciones de Dios; pues, he aquí, llegará el tiempo, en aquel día, en que se cumplirán todas estas cosas. He aquí, el Señor me ha mostrado cosas grandes y maravillosas concernientes a lo que se realizará en breve, en ese día en que aparezcan estas cosas entre vosotros.

    He aquí, os hablo como si os hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estáis. Pero he aquí, Jesucristo me os ha mostrado, y conozco vuestras obras. Y sé que andáis según el orgullo de vuestros corazones; y no hay sino unos pocos que no se envanecen por el orgullo de sus corazones, al grado de vestir ropas suntuosas, y de llegar a la envidia, las contiendas, la malicia y las persecuciones, y toda clase de iniquidades; y vuestras iglesias, sí, sin excepción, se han contaminado a causa del orgullo de vuestros corazones.

    Porque he aquí, amáis el dinero, y vuestros bienes, y vuestros costosos vestidos, y el adorno de vuestras iglesias, más de lo que amáis a los pobres y los necesitados, los enfermos y los afligidos.

    ¡Oh vosotros, corruptos, vosotros, hipócritas, vosotros, maestros, que os vendéis por lo que se corrompe! ¿Por qué habéis mancillado la santa iglesia de Dios? ¿Por qué os avergonzáis de tomar sobre vosotros el nombre de Cristo? ¿Por qué no consideráis que es mayor el valor de una felicidad sin fin que esa miseria que jamás termina? ¿Es acaso por motivo de la alabanza del mundo? ¿Por qué os adornáis con lo que no tiene vida, y sin embargo, permitís que el hambriento, y el necesitado, y el desnudo, y el enfermo, y el afligido pasen a vuestro lado, sin hacerles caso?

    Sí, ¿por qué formáis vuestras abominaciones secretas para obtener lucro, y dais lugar a que las viudas y también los huérfanos lloren ante el Señor, y también que la sangre de sus padres y sus maridos clame al Señor, desde el suelo, venganza sobre vuestra cabeza? b He aquí, la espada de la venganza se cierne sobre vosotros; y pronto viene el día en que él vengará la sangre de los santos en vosotros, porque no soportará más sus clamores.

    (Libro de Mormón | Mormón 8:34 - 41)

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  3. He aquí, ¿por qué razón os habéis congregado? ¿para que os hable de vuestras iniquidades? ¡Sí, porque he subido a mi torre para derramar mi alma a mi Dios, a causa del gran pesar de mi corazón por motivo de vuestras iniquidades! Y por razón de mi llanto y lamentaciones os habéis reunido, y os maravilláis; sí, y tenéis gran necesidad de estar admirados; sí, deberíais estar maravillados de haberos dejado llevar de modo que el diablo ha asido tan fuertemente vuestros corazones.

    Sí, ¿cómo pudisteis haber cedido a las seducciones de aquel que está tratando de lanzar vuestras almas a una miseria sin fin y angustia interminable?

    ¡Oh, arrepentíos, arrepentíos! ¿Por qué deseáis morir? ¡Volveos, volveos al Señor vuestro Dios! ¿Por qué os ha abandonado él?

    Es porque habéis endurecido vuestros corazones; sí, no queréis escuchar la voz del buen pastor; sí, lo habéis provocado a la ira contra vosotros. Y a menos que os arrepintáis, he aquí, en lugar de juntaros, él os dispersará, de modo que seréis por comida a los perros y a los animales salvajes.

    Oh, ¿cómo pudisteis haber olvidado a vuestro Dios, el mismo día en que os ha librado? Mas he aquí, lo hacéis para obtener lucro, para ser alabados por los hombres, sí, y para adquirir oro y plata. Y habéis puesto vuestros corazones en las riquezas y en las cosas vanas de este mundo, por las cuales asesináis, y robáis, y hurtáis, y levantáis falso testimonio contra vuestro prójimo, y cometéis toda clase de iniquidades.

    Y por esta causa os sobrevendrá el infortunio, a menos que os arrepintáis. Porque si no os arrepentís, he aquí, esta gran ciudad, y también todas esas grandes ciudades que están alrededor, que se hallan en la tierra de nuestra posesión, os serán quitadas de modo que no habrá lugar en ellas para vosotros; porque he aquí, el Señor no os dará la fuerza para resistir a vuestros enemigos, como lo ha hecho hasta ahora.

    Porque he aquí, así dice el Señor: No manifestaré mi fuerza a los inicuos, a uno más que al otro, salvo a los que se arrepientan de sus pecados y escuchen mis palabras. Por tanto, quisiera que comprendieseis, hermanos míos, que será mejor para los lamanitas que para vosotros, a menos que os arrepintáis.

    Porque he aquí, ellos son más justos que vosotros, porque no han pecado en contra de ese gran conocimiento que vosotros habéis recibido; por lo tanto, el Señor será misericordioso con ellos; sí, prolongará sus días y aumentará su posteridad, aun cuando vosotros seáis completamente destruidos, a menos que os arrepintáis.

    Sí, ¡ay de vosotros a causa de esa gran abominación que ha surgido entre vosotros; y os habéis unido a ella, sí, a esa banda secreta que fue establecida por Gadiantón! Sí, ¡os sobrevendrá el infortunio por motivo de ese orgullo que habéis dejado que entre en vuestros corazones, que os ha ensalzado más de lo que es bueno, por motivo de vuestras grandes riquezas! Sí, ¡ay de vosotros a causa de vuestras iniquidades y abominaciones! Y a menos que os arrepintáis, pereceréis; sí, aun vuestras tierras os serán arrebatadas, y seréis destruidos de sobre la faz de la tierra.

    He aquí, no os digo de mí mismo que sucederán estas cosas, porque no es de mí mismo que sé estas cosas; mas he aquí, sé que son verdaderas porque el Señor Dios me las ha hecho saber; por tanto, testifico que sucederán.

    (Libro de Mormón | Helamán 7:13 - 29)

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  4. He aquí, vosotros, los habitantes de esta gran ciudad, escuchad mis palabras; sí, escuchad las palabras que el Señor habla; porque he aquí, él dice que sois malditos por motivo de vuestras riquezas, y vuestras riquezas son malditas también, porque habéis puesto vuestro corazón en ellas, y no habéis escuchado las palabras de aquel que os las dio.

    No os acordáis del Señor vuestro Dios en las cosas con que os ha bendecido, mas siempre recordáis vuestras riquezas, no para dar gracias al Señor vuestro Dios por ellas; sí, vuestros corazones no se allegan al Señor, sino que se hinchan con desmedido orgullo hasta la jactancia, y la mucha vanidad, envidias, riñas, malicia, persecuciones, asesinatos, y toda clase de iniquidades. Por esta razón el Señor Dios ha hecho venir una maldición sobre esta tierra, y también sobre vuestras riquezas, y esto por motivo de vuestras iniquidades. Sí, ¡ay de este pueblo, a causa de este tiempo que ha llegado en que echáis fuera a los profetas, y os burláis de ellos, y les arrojáis piedras, y los matáis, y les hacéis toda suerte de iniquidades, así como lo hacían los de la antigüedad!

    (Libro de Mormón | Helamán 13:21 - 24)

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  5. Y ahora bien, cuando habláis, decís: Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres de la antigüedad, no habríamos muerto a los profetas; no los hubiéramos apedreado ni echado fuera.

    He aquí, sois peores que ellos; porque así como vive el Señor, si viene un profeta entre vosotros y os declara la palabra del Señor, la cual testifica de vuestros pecados e iniquidades, os irritáis con él, y lo echáis fuera y buscáis toda clase de maneras para destruirlo; sí, decís que es un profeta falso, que es un pecador y que es del diablo, porque testifica que vuestras obras son malas.

    Mas he aquí, si un hombre llegare entre vosotros y dijere: Haced esto, y no hay mal; haced aquello, y no padeceréis —sí, dirá: Andad según el orgullo de vuestros propios corazones; sí, id en pos del orgullo de vuestros ojos, y haced cuanto vuestro corazón desee—; y si un hombre viniere entre vosotros y dijere esto, lo recibiréis y diréis que es profeta. Sí, lo engrandeceréis y le daréis de vuestros bienes; le daréis de vuestro oro y de vuestra plata, y lo cubriréis con vestidos suntuosos; y porque os habla palabras lisonjeras y dice que todo está bien, no halláis falta alguna en él.

    ¡Oh generación inicua y perversa; pueblo empedernido y duro de cerviz! ¿Cuánto tiempo suponéis que el Señor os va a tolerar? Sí, ¿hasta cuándo os dejaréis llevar por guías insensatos y ciegos? Sí, ¿hasta cuándo preferiréis las tinieblas a la luz?

    Sí, he aquí, la ira del Señor ya está encendida contra vosotros; he aquí, él ha maldecido la tierra por motivo de vuestra iniquidad.

    Y he aquí, se acerca la hora en que maldecirá vuestras riquezas, de modo que se volverán deleznables, al grado que no las podréis conservar; y en los días de vuestra pobreza no las podréis retener. Y en los días de vuestra pobreza, clamaréis al Señor; y clamaréis en vano, porque vuestra desolación ya está sobre vosotros, y vuestra destrucción está asegurada; y entonces lloraréis y gemiréis en ese día, dice el Señor de los Ejércitos; y entonces os lamentaréis y diréis:

    ¡Oh, si me hubiese arrepentido, y no hubiese muerto a los profetas, ni los hubiese apedreado ni echado fuera! Sí, en ese día diréis: ¡Oh, si nos hubiésemos acordado del Señor nuestro Dios el día en que nos dio nuestras riquezas, y entonces no se habrían vuelto deleznables para que las perdiéramos; porque he aquí, nuestras riquezas han huido de nosotros! ¡He aquí, dejamos aquí una herramienta, y para la mañana ya no está; y he aquí, se nos despoja de nuestras espadas el día en que las hemos buscado para la batalla! Sí, hemos escondido nuestros tesoros, y se nos han escurrido por causa de la maldición de la tierra. ¡Oh, si nos hubiésemos arrepentido el día en que vino a nosotros la palabra del Señor! Porque he aquí, la tierra está maldita, y todas las cosas se han vuelto deleznables, y no podemos retenerlas. He aquí, nos rodean los demonios; sí, cercados estamos por los ángeles de aquel que ha tratado de destruir nuestras almas. He aquí, grandes son nuestras iniquidades. ¡Oh Señor!, ¿no puedes apartar tu ira de nosotros? Y éstas serán vuestras palabras en aquellos días.

    Mas he aquí, vuestros días de probación ya pasaron; habéis demorado el día de vuestra salvación hasta que es eternamente tarde ya, y vuestra destrucción está asegurada; sí, porque todos los días de vuestra vida habéis procurado aquello que no podíais obtener, y habéis buscado la felicidad cometiendo iniquidades, lo cual es contrario a la naturaleza de esa justicia que existe en nuestro gran y Eterno Caudillo.

    ¡Oh habitantes del país, oh, si escuchaseis mis palabras! Y ruego que se aparte de vosotros la ira del Señor, y que os arrepintáis y seáis salvos.

    (Libro de Mormón | Helamán 13:25 - 39)


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  6. Sión y Jerusalén, Diciembre 11 del 2012-12-11

    Albado sea mi Dios que confirma mi fe.

    TAL PADRE TAL HIJO

    Cuenta la historia de mi país, y también mi madre, que un indito arresto a pajarito, el presidente de la Republica de Honduras, sin saber que el era el presidente. Y Pajarito, fue arrestado en una noche pirata en la que el presidente se dispuso saltar un muro cerca de la casa presidencial para visitar a una joven o doncella que el pretendía. Por lo tanto, ese indito, siendo un guardia nacional, lo vio saltar el muro, lo interrogo y arresto al sujeto por allanamiento de morada y por desacato a la moral. Ese indito era Mi abuelo.

    El presidente de la republica pasó toda la noche preso o en la bartolina. En la mañana siguiente, uno de sus superiores llamo a mi abuelo con un sentido de urgencia y le dijo que a mi abuelo su presencia era urgentemente requerida; y que estaba en serios problemas por lo que había hecho durante la noche. Y lo regaño severamente por haber arrestado al presidente. Pero mi abuelo no sabía que había arrestado ni más ni menos que al presidente de la Republica. A lo cual mi abuelo contesto, que el solo estaba cumpliendo con su deber o haciendo su trabajo.

    Cuando mi abuelo fue traído ante el presidente, el superior de mi abuelo pensaba que El presidente reprendería a mi abuelo y lo castigaría severamente o quizás le daría materine. Y mi abuelo estaba atemorizado por lo que le había dicho su superior. Pero para sorpresa de ambos, el presidente felicito a mi abuelo y le estrecho la mano y le dijo. “Tinoco, usted si esta en pleno cumpliendo con su deber.” Que palabras tan consoladoras y alentadoras.

    Que descanso debió haber sentido mi abuelo de no haber caído en las manos de otro presidente o de algún tirano que lo hubiera mandado a fusilar o a ejecutar en secreto. El pueblo amaba a pajarito. Eso es lo que cuenta mi madre o lo que recuerdo según lo que ella me contó.

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  7. La fe no es un conocimiento perfecto. Se que las escrituras son verdaderas y que fueron escrita por hombres santos e inspirados. Y aunque no tengo un conocimiento perfecto de todas las cosas, se que cuando he escrito lo que he escrito he dicho la verdad de acuerdo a los dictados del Santo Espíritu. Y que las escrituras han confirmado que he hablado con la luz de la verdad y que no las he interpretado personalmente. Y no niego que en ocasiones he errado por ansiedad o ignorancia. Pero no obstante después de haber ejercitado la fe, embarga, no duda ni temor, pero un sentimiento de sobrecarga de haber hablado o dicho cosas que quizás no hayan sido dichas en su sazón o de haber juzgado incorrectamente a alguien porque existe el peligro de una indebida percepción. Y para uno poder arrepentirse tiene por lo menos que saber que ha hecho algo malo. Pero por mas que busco no encuentro que haya hecho algo malo. Pero fiel es mi Dios que me confirma que no hecho nada impropio. Y auque no busco su aceptación o que me diga que esta complacido con mi trabajo, porque solo hago lo que debo, por lo menos he orado al Señor para que me confirme que todo lo que escrito es verdadero y no mi propia instrucción o doctrinas porque no es mi intención errar, tergiversar, destruir sino despertar a todos los que me quieran escuchar al estado de nuestra terrible situación para que así busquemos a Dios y labremos nuestra propia salvación ante el con temor y temblor confiando solo en los meritos de Jesucristo y no de ningún otro hombre.

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  8. Tampoco he pedido la aceptación o alabanza del mundo o de los líderes del el pueblo o de la iglesia a los cuales les he dirigido que mis palabras escritas a que las acepten como verdaderas, fieles y justas. Así que he pedido a Dios un testigo adicional e independiente como yo que diga o haya dicho las mismas cosas que yo he escrito en sus propios términos; y que confirme de esa forma la veracidad de lo que he dicho como si fuera cono una santa ordenanza. Porque lo mismo le sucedió a José Smith, porque el clamaba que alguien mas de sus hermanos viera las planchas y diera fe que no eran inventos suyos. Y se le prometieron tres testigos que vieron un ángel, que sopesaron las planchas y profesaron la verdad independientemente tal y como el lo había descrito.

    Y esto yo también lo clame y lo implore con gran angustia para confirmar el esfuerzo de la fe porque para un oficial de la verdad, no es cosa fácil arrestar, reprender o exhortar a sus superiores como yo y mi abuelo lo hemos hecho respectivamente. Y habiendo tocado a la puerta, buscando y pedido, he encontrado un apóstol y testigo fiel y verdadero de Jesucristo que ha confirmado casi todas mis palabras. Y como ese profeta ha pasado a mejor vida, su testimonio es aun más valido y vigente que el mió. Y su nombre lo confieso ante mi Padre celestial porque le ha dado el consuelo que mi alma necesita. Su nombre es Neal A. Maxwell, apóstol de la Iglesia de Jesucristo de Los santos de los últimos Díaz quien nos dejo en las huellas del tiempo un discurso similar al que yo escribí del fuego del espíritu sin ni siquiera editarlo y que confirma el gran peligro de apostatar en el que nos encontramos como pueblo por desobediencia a los mandamientos o por las tradiciones incorrectas de nuestros padres o del mundo en esta generación perversa y porfiada. El discurso que el anuncio es:

    “DESDE EL PRINCIPIO.”

    https://www.lds.org/general-conference/1993/10/from-the-beginning?lang=spa

    Sírvase usted de la verdad en términos quizás menos intensos pero más elocuentes que los míos. Y no solo eso sino que hace escasos segundo recibí un mensaje telestial o por texto de teléfono de parte de la misión de la iglesia por medio de sus Ángeles en esta parte de la viña de mi Señor que me dice:

    Claman los justos, y Jehová oye y los libra de todas sus angustias.

    (Salmo 34: 17)

    Los milagros siguen a los que tienen fe y no la fe a los milagros. Que mi fe les alcance también a ustedes para que por medio de la fe, el arrepentimiento puedan allegarse a Cristo para que el pueda hacer también en ustedes las obras milagrosas y redentoras que día tras día el hace conmigo cuando me esfuerzo por serle fiel en todo tiempo, en todas las cosas, en todo lugar y aun hasta la muerte. Yo soy un testigo fiel de Jesucristo y de su divinidad. Yo se que Dios vive y que no es un Dios lejano sino un Dios cercano que este pendiente de todas sus creaciones de las cuales ustedes y yo somos parte. El es el mismo de ayer, hoy y siempre, el es un Dios de milagros.

    Esto se los dice un indigno pero atento y bien dispuesto siervo en las manos de Cristo el cual no hace nada que no des en su santo y sagrado nombre que es nombre de Nuestros Señor Jesucristo, amen.

    Miguel Ángel Tinoco Rodríguez

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